Tribunales
Los datos destrozan el bulo sobre la élite machista de los jueces: la mayoría son mujeres y el 95 % sin familiares juristas
Lejos de confirmarse, y en contra de las recientes campañas de la izquierda política, el parentesco no es una fórmula habitual de acceso de los opositores a la Magistratura. La mayoría de los jueces y magistrados, además, no proceden de una extracción social alta
«La oposición como mecanismo objetivo de acreditación del conocimiento, puede ser mejorado, pero es la principal garantía de la imparcialidad e independencia de los candidatos respecto a la endogamia social». Así de contundentes se muestran los jueces ante los intentos por presentar la Magistratura como una profesión elitista y machista a la que sólo accedían los hijos de jueces o aquellos cuyas familias se enmarcaban en una situación económica elevada. Nada más lejos de la realidad. Los últimos datos recopilados sobre los candidatos en prácticas de las últimas promoción salidas de la Escuela Judicial de Barcelona desmontan el bulo: la mayoría de los nuevos jueces que acceden a la carrera son mujeres -un 52,3% que asciende hasta el 62,5% en el tramo de menos de 50 años- y el 95% no tenían familiares directos dentro del sistema judicial. Además, un 30% de ellos no guardan ninguna clase de vínculo previo con el sector jurídico.
No en vano, la encuesta anual del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a los candidatos a juez recién graduados confirma una tendencia consolidada en los últimos años y rebate, con evidencias, la presunta discriminación del actual sistema de acceso a la judicatura que defienden ciertos sectores del espectro político que, en opinión de los magistrados, «sólo responde a un interés por controlar la Justicia, también desde la base».
Desde la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) han incidido en estos mismos datos: «Nuestra procedencia es que la 1/2 de los jueces sus padres no tienen estudios superiores o solo los tiene uno de ellos y cerca de 1/3 de las últimas promociones han llegado a serlo con padre y madre sin estudios superiores».
Además, la tasa de herencia profesional, esto es los hijos que siguen los pasos de sus padres, en el caso de los jueces es muy inferior a la media española calculada para el resto de profesiones. Mientras el nivel nacional se sitúa próximo al 20 %, en la carrera judicial la cifra desciende hasta el 7 %.
Sin 'sesgo de clase'
Por todo ello, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV) ha rechazado públicamente, también, la idea de que el coste de la oposición y el tiempo invertido en ella por los opositores, supongan algún tipo de barrera de entrada a la profesión: «Las estadísticas oficiales del Poder Judicial de los últimos 10 años demuestran que la inmensa mayoría de los jueces de España proceden de familias de clase media en las que un 36,7% tiene padres sin estudios superiores».
La propia decana de los jueces de Madrid, María Jesús del Barco, pertenece a la primera línea de licenciados de su familia y ha defendido que el acceso a la carrera depende de la vocación, el sacrificio y la dedicación que se ponga en aprobar una oposición a la que concurren opositores «normales y corrientes de todo tipo de sensibilidades e ideologías».