Zapatero vuelve a blanquear el régimen de Maduro en Venezuela

Este 21 de noviembre el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero aparecía en el Palacio de Miraflores, en Caracas (Venezuela) como «observador» del proceso electoral ante los comicios regionales que han tenido lugar este domingo. Acudía junto al fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero. 

La visita, lejos de tratarse de un mero procedimiento con dirigentes internacionales, forma parte de una estrategia del presidente del régimen venezolano, Nicolás Maduro, para hacer que, desde el punto de vista internacional, se vea como legítimo dicho proceso electoral. Proceso que ha sido calificado de fraudulento y que ha concluido, como era de esperar, con la victoria del chavismo. Ha ganado en 20 de los 23 estados del país, siendo la participación de un 41,8 %. 

El heredero de Chávez agradecía al exmandatario español en su cuenta de Twitter «su contribución con la Paz de nuestro pueblo», decía textualmente. Y, por su parte, Monedero señalaba también en sus redes sociales que «los veedores y la observación internacional tenemos ahora que acompañar el proceso. Para que Venezuela siga en pie». 

En esta última visita, Rodríguez Zapatero instó al Gobierno venezolano y a la oposición a establecer un diálogo «permanentemente», y expresó que su «intuición» le decía que se iba a abrir una etapa de «más estabilidad, más convivencia, mejora de la economía, institucionalización aceptada, horizonte solo electoral y democrático». 

37 viajes desde 2015

Tal y como él mismo afirmó en 2019, hasta ese momento y desde 2015, Zapatero sumaba 37 viajes a Venezuela. En todos ellos, y en los sucesivos en 2019, 2020, y ahora el de este fin de semana, ha insistido en la misma idea, el diálogo. La postura del exmandatario español ha sido cuestionada en muchas ocasiones por su tibieza con respecto al régimen. 

Y es que a día de hoy, Venezuela es el primer país de Hispanoamérica que será investigado por la Corte Penal Internacional por presuntas violaciones de Derechos Humanos, después de que en 2018 este tribunal iniciara el proceso.

Desde que finalizara la segunda legislatura, Zapatero ha acudido en numerosas ocasiones a Venezuela para desempeñar una función de «mediador» entre Gobierno y oposición, y como «observador» internacional en los procesos electorales del país. Sin embargo, esa intermediación e intento de crear una mesa de diálogo fue rechazada por los disidentes del régimen chavista, que han terminado viendo al exmandatario español como simpatizante del mismo. 

En 2019, tras unas elecciones en las que no se presentó la oposición y que la Unión Europea no dieron por válidas, los europeos no reconocieron a Nicolás Maduro como presidente, sino a Juan Guaidó, quien era ahora el encargado de convocar nuevas elecciones, esta vez democráticas. Durante el tiempo que duró el conflicto, Zapatero no se pronunció al respecto y desapareció de la escena. Por eso llamó la atención su viaje a Caracas dos meses después, del que el Gobierno de Pedro Sánchez se desvinculó y remarcó que lo había hecho a título personal. 

Tras la polémica de Ábalos y Delcy Rodríguez

Casi un año después, en febrero de 2020, se producía una nueva reunión sorpresa entre Zapatero y el mandatario venezolano. La cita llegaba tras el polémico encuentro entre el extitular de Transportes José Luis Ábalos y la número dos de Maduro, Delcy Rodríguez, que tenía prohibido el tránsito por territorio europeo al estar sancionada por la UE, en el aeropuerto madrileño de Barajas. Un encuentro del que el exministro cambió la versión no pocas veces. De nuevo, el Ejecutivo de Sánchez se desmarcó por completo de la visita del expresidente del Gobierno a Caracas.

Guaidó le acusa de «cómplice» de Maduro

Ese mismo año, en diciembre, se convocaron nuevas elecciones a la Asamblea Nacional en el país latinoamericano. Maduro invitó a Zapatero como observador internacional, quien había pedido a la Unión Europea que «se separara» de Donald Trump y que reflexionase sobre su decisión de no reconocer las elecciones e imponer sanciones a Venezuela. Así lo expresaba entonces: «Sabemos que ya no sirve la imposición ni las sanciones. Solo sirven el diálogo y los votos, el encuentro y la deliberación democrática. No hay otro camino».

Ante la posición del expresidente español, el líder opositor Juan Guaidó, le acusó de ser «cómplice» de los abusos que ha cometido el régimen de Nicolás Maduro, y de convertirse en «abogado de la dictadura». Dirigentes españoles también se pronunciaron al respecto, como el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, que calificó de «inmoral» lo que hizo Zapatero ante una «farsa» de elecciones.