Consumo
Garzón, a los críticos de su cruzada anti-carne: «Sentían que su masculinidad se vería afectada»
El ministro asegura que las mujeres están mucho más abiertas a la reducción del consumo de productos derivados de animales y carga contra las «macro-granjas»
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha vuelto a insistir este domingo en que los españoles debemos comer menos carne, en aras de combatir el cambio climático, amén de para evitar problemas de salud, en una entrevista realizada por el periódico británico The Guardian.
El líder de Izquierda Unida ha utilizado argumentos en contra de las denominadas «macro-granjas», que «encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, o 5.000 o 10.000 cabezas de ganado».
«Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados», ha señalado el dirigente comunista, que se ha posicionado a favor de la ganadería extensiva, «un medio de ganadería ambientalmente sostenible y que tiene mucho peso en partes de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura».
Sin embargo, durante la entrevista, Garzón ha utilizado un argumento que quizás tenga que ver poco con el asunto en cuestión: la auto percepción de hombría, o la carencia de ella, de quienes no están de acuerdo con su postura.
El ministro de Consumo ha indicado que la mayoría de las críticas públicas provenían de hombres que aparentemente «sentían que su masculinidad se vería afectada por no poder comer un trozo de carne o hacer un asado». Según Garzón, las mujeres están mucho más abiertas a su mensaje.
No ha pasado desapercibido para The Guardian el mensaje, interpretado a modo de réplica, que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó este mismo verano respecto a la carne: «A mí, donde me pongan un chuletón al punto...eso es imbatible».
Garzón admite que buena parte de la sociedad no le compra el discurso, incluido su socio de Gobierno, el PSOE, aunque celebra que se haya puesto el debate encima de la mesa y confía en que finalmente se acabarán imponiendo sus medidas, que pasan por un consumo de carne entre la mitad y la quinta parte del que se da actualmente en España.
«Todavía teníamos que presionar y no había un solo partido político que nos apoyara. Ni uno. Ni siquiera dentro de la coalición gobernante», ha admitido el ministro, en referencia al debate surgido en torno a este tema hace unos meses.
Bogavante, solomillo y 'foie'
El coordinador federal de IU lleva años insistiendo en acotar el consumo de productos derivados de animales, tal y como establece, a su vez, la Agenda 2030, lo que le ha costado numerosas críticas, incluidas algunas sobre su propio proceder.
Así, el banquete de su boda, en 2017, contó con algunos platos como carpaccio de ternera, langostinos, gambas, bogavante, solomillo de ternera a la brasa e incluso foie.
Recientemente, el ministro de Consumo presentaba su polémica guía para la elección de juguetes sin estereotipos sexistas, en la que alertaba sobre los juguetes que reproducen el «patriarcado», en lo que ha sido denunciado por la oposición como otro intento del ministro de tratar de inmiscuirse en asuntos de la esfera privada.