Joaquín Leguina: «Gente como Irene Montero cree que cualquier cosa opuesta a ellos es antidemocrática»

Joaquín Leguina también ha respondido al ataque de la ministra Montero y los consistorios españoles contra la campaña provida de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). En opinión del demógrafo socialista y exconcejal de Madrid, las españolas deberían tener los hijos que quieran tener. Recuerda que con el aborto la primera que sufre es la mujer.

–La ministra Irene Montero contestó a la campaña provida de la ACdP con un tuit en el que afirmaba que «si robas, aunque reces, estarás robando» y apelando a «blindar los derechos para las mujeres». ¿Estamos ante un ataque a la libertad de expresión?

–Este asunto no tiene por dónde cogerse. Cualquiera puede rezar ante un edificio de España. Desgraciadamente, la ministra Montero es una persona de una calidad política tendiente a cero. Cree que cualquier cosa que se oponga a ellos es antidemocrática. El asunto del aborto es un asunto delicadísimo. Quieren convertirlo en un derecho, casi en un deber. Yo como demógrafo que soy, no puedo estar de acuerdo. El aborto es un daño. El aborto, no es un derecho. 

Una cosa es que el aborto no sea delito, pero no todo lo que no es delito es un derecho. Eso para empezar

Una cosa es que no esté en las condiciones que dicte la ley, que no sea delito; pero no todo lo que no es un delito es un derecho. Eso para empezar. Segundo, en una sociedad como la nuestra con una tasa de fecundidad tan baja, el Estado tendría que animar a las mujeres a que tengan los hijos que desean tener; que es más del doble de los que tienen. La fecundidad en España está en un nivel bajísimo, 1,1 hijos por mujer. Para sostener la población, los demógrafos estiman que hay que tener 2,0105 hijos por mujer. Hay encuestas de fecundidad que preguntan a las mujeres españolas cuántos hijos desearían y responden que muchos más que el doble. 

A mí me parece que es una obligación del Estado, de todos nosotros, que tengan los hijos que desean tener. Para lo cual hay que hacer estas políticas caras, naturalmente.

–La reforma que se pretende de la ley del aborto, va precisamente en sentido contrario a lo que usted afirma e incluso incluye penas de prisión de hasta un año para los provida. ¿Qué opinión le merece?

–Eso es imposible. Eso es absolutamente anticonstitucional. Se trata de una ley que acabará en el Tribunal Constitucional y se acabó.

–De hecho, según los juristas consultados por El Debate, rezar en grupo o incluso de manera individual está amparado por el «derecho de manifestación». ¿Se prohibirá rezar en la calle, aunque sea en silencio?

–Que no, que esto no tiene salida. Estamos ante un feminismo extremista, que quiere cambiarnos la forma de hablar, que quiere imponernos ciertas cosas. Y esta, desde luego, no lo van a conseguir.

–De hecho, la modificación de la Ley del aborto, quién más la ha intentado amparar no ha sido tanto el Partido Socialista como sus socios de coalición...

–Pero la Ley del aborto todavía está bajo la tutela del Constitucional, que ha retrasado muchísimo la decisión. Es el Constitucional el que tiene que entrar en el debate. Que quede claro que yo estoy en contra de meter en la cárcel a las mujeres que aborten. Pero estoy a favor de la natalidad, de apoyar a las mujeres para que tengan los hijos que desean tener.

–A raíz de la campaña de la ACdP, se han retirado los carteles de las marquesinas. Primero en Valencia, pero también en Murcia, Granada o Gijón. En Madrid, el PSOE había instado a Almeida quitarlo y ha dicho que no porque se trataría de una censura previa. ¿Todo esto constituye otro ataque a la libertad de expresión?

–Creo que sí. ¿Alguien está en contra de que todas esas personas estén a favor de los nacimientos? Por favor, no lo entiendo. Es como si estuvieran luchando contra un derecho o contra, casi, un deber. Abortar es un daño, se mire como se mire: para el feto, pero también para las mujeres. ¿O quien se cree que no sufren por tener un aborto?

¿Quién se cree que las mujeres no sufren por tener un aborto?

Una cosa es eso y otra cosa es que las metan en la cárcel. Yo estoy en contra de que esas mujeres se metan en la cárcel. Pero viendo lo datos a nivel internacional, en España hay más abortos por mujer que en Alemania o Francia. Creo que hay que hacer otro tipo de política.

–Hablando de Francia, ¿qué opina de la propuesta del presidente Macron de incluir en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea el aborto, cuando en la misma se consagra el derecho a la vida?

–No estoy de acuerdo con Macron en esto, en otras cosas sí. Vamos a tratar las cosas con normalidad. En otros países de Europa hay menos abortos por mujer que en España. Se han hecho políticas de prevención de nacimiento sin tener que recurrir al aborto. El aborto es una agresión física contra la mujer, en primer lugar, y con lo que está ahí dentro, en segundo lugar.