Pontevedra y Vitoria se suman a la oleada de censura de la izquierda contra la campaña de la ACdP

El Ayuntamiento de Pontevedra, gobernado por el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y el de Vitoria, por el PNV,  han sido los últimos en sumarse a la cancelación de la campaña impulsada por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) a favor de la vida.

El martes pasado, las marquesinas de 33 ciudades amanecieron con unos carteles en los que puede leerse «Rezar frente a una clínica abortista está genial». Concretamente se han realizado 250 instalaciones, pero, lamentablemente, algunas han sido retiradas.

La intención de la campaña es, según la ACdP, «levantar la voz contra la persecución de quienes defienden el derecho a la vida frente a clínicas abortistas» y defender su censura obedece a un «ataque contra la libertad de expresión».

Los últimos en ejercer esa censura han sido los alcaldes de Pontevedra y Vitoria que han retirado los carteles de las instalaciones de la ciudad. De esta manera se suman a Granada, Gijón y Valencia que ya lo habían hecho anteriormente.

Las marquesinas, que recuerdan que en España se practican más de 99.000 abortos cada año, no han sido plato de bueno gusto para algunos ayuntamientos que han procedido a retirarlas. Ejemplo de ello es el consistorio que rige Joan Ribó (Compromís) que ha optado por eliminarlas de Valencia. Del mismo modo lo han hecho los gobiernos municipales de Gijón y su alcaldesa Ana González (PSOE) y Granada donde el ayuntamiento es dirigido por Francisco Cuenca (PSOE).

El también socialista ayuntamiento de Murcia ha ordenado la retirada de la campaña provida y su alcalde José Antonio Serrano ha anunciado que él mismo ha enviado una comunicación a la empresa concesionaria que gestiona la explotación de los soportes de publicidad en la vía pública –JCDecaux– para pedir la retirada inmediata de la campaña expuesta en distintos mupis del municipio bajo el eslogan 'Rezar frente a una clínica abortista está genial' por atentar contra las libertades y los derechos de la mujer». Por el momento se desconoce si la presión sobre la empresa se ha ejercido también en otros municipios españoles.

Tal y como ha podido saber El Debate, ha sido esta misma empresa privada la que ha retirado la cartelería en Oviedo. El alcalde de la localidad, Alfredo Canteli, asegura que la orden no ha salido de su Gobierno sino que ha sido la entidad concesionaria encargada de las marquesinas la que lo ha hecho ante la presión de otros grupos políticos de izquierdas.

También se ha pronunciado en contra de la campaña la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse (PSOE) que, aunque no ha confirmado la cancelación de los carteles, sí los ha rechazado: «El aborto es un derecho fundamental de las mujeres y seguirá siéndolo por mucho que aquellos que siguen viviendo en el siglo quince se empeñen. Años de conquistas sociales no sucumbirán por más campañas como estas que publiquen. Móstoles es y será una ciudad libre y segura para nosotras», ha asegurado.

Córdoba y Madrid resisten

Muy diferente fue la decisión de Madrid y Córdoba. El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, no cedió ante las presiones que desde el grupo socialista se han ejercido. «Madrid es una ciudad que se caracteriza por su alto grado de tolerancia y libertad, y esta libertad, como no puede ser de otra manera, es un camino de doble sentido», contestó mediante una carta el alcalde al PSOE.

Almeida recordó a los socialistas que tal «y como consagra el artículo 20.a de la Constitución Española": «Se reconocen y protegen los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción». En consecuencia, se negó a ejercer ningún tipo de censura en este sentido.

Del mismo modo lo ha hecho el Ayuntamiento de Córdoba. La postura municipal se basa en que la campaña no incumple ninguna normativa de las que regulan la publicidad, según afirmaron este sábado a Efe fuentes del equipo de gobierno formado por PP y Ciudadanos.