Casa de S.M. el Rey
El Rey: «Los 500 años de San Juan contemplan la relación estrecha entre España y Puerto Rico»
Felipe VI ha resaltado los «valores y principios» que nutren «nuestras sociedades democráticas» en la recepción de las llaves de la ciudad puertorriqueña
Don Felipe ha expresado la emoción de recibir la llave de la capital puertorriqueña que cumple este martes su V centenario. Una entrega producida dentro del contexto de estrechamiento de las relaciones entre ambos países. Por su parte, el Rey ha entregado la Gran Cruz de Isabel la Católica tanto al alcalde de la ciudad como al gobernador del estado en el Palacio de Santa Catalina. El viaje oficial de Su Majestad continua hasta mañana miércoles, que partirá hacia Honduras.
viaje oficial de estado a latinoamérica
El viaje del Rey Felipe VI a Puerto Rico y Honduras, en imágenes
La condecoración ha sido recibida «en el ejercicio de la más alta representación de España en las relaciones con las Naciones de su comunidad histórica» ha explicado el Rey, «conforme nuestra Constitución le atribuye a la Corona». Don Felipe ha felicitado «al pueblo de Puerto Rico y en particular a los sanjuaneros» los 500 años de fundación de su capital. Ha recordado que este aniversario debe servir para mirar «juntos al futuro» y sentirse «orgullosos del empuje de la comunidad hispana en EE.UU.».
En su segunda jornada por el país latinoamericano, Don Felipe ha visitado el Palacio de Santa Catalina, también conocido como 'La Fortaleza', la residencia oficial del gobernador. Según la Casa de S.M. el Rey, su construcción fue autorizada por el Rey Carlos I para proteger a la ciudad de San Juan de los indios, corsarios y piratas. De hecho, el nombre original se eligió en honor a Santa Catalina de Alejandría, patrona de la elocuencia, los filósofos, los solteros, las hilanderas, los estudiantes y los dominicos.
Muy cerca de la 'Zarzuela puertorriqueña' se encontraba el convento y la Casa de la Salud de la Congregación de las Siervas de María. Las hermanas han recibido con una cálida acogida a Felipe VI, con grandes sonrisas tras sus mascarillas y una enorme bandera de España izada a su llegada.