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Jaime Mayor Oreja en el acto de presentación de NEOSEl Debate

NEOS denuncia la intención del Gobierno de abrir una «causa general» contra la Iglesia

La plataforma subraya que se trata de una campaña que pretende desacreditar y destruir a la Iglesia, aprovechando la realidad de unos crímenes atroces

Neos, la plataforma en favor de la vida, la familia y la Corona promovida por Jaime Mayor Oreja, ha hecho público un comunicado en el que denuncia los planes del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez para abrir una «causa general» contra la Iglesia. Neos denuncia los motivos políticos de la campaña y subraya que «causas generales de este tipo sobre colectivos o instituciones concretas son propias de regímenes totalitarios y contrarias al estado de derecho».

«Los abusos sexuales perpetrados contra menores son unos delitos abominables. Los culpables merecen un severo castigo penal y la colaboración de todos para esclarecer estos crímenes», afirma en primer lugar Neos. «Pero esto no justifica la iniciativa gubernamental de una descabellada «causa general» emprendida contra la Iglesia católica que pretende poner bajo sospecha y acusar a la institución entera, y que NEOS rechaza absolutamente».

Destruir a la Iglesia

La plataforma subraya que el objetivo principal de este acoso es educativo, ya que persigue negar la idoneidad de la Iglesia para educar. «Se trata de una campaña que solo pretende desacreditar y destruir a la Iglesia, aprovechando la realidad de unos crímenes atroces que afectan a otros muchos grupos e instituciones contra los que no se actúa con la misma contundencia. Forma parte de la estrategia totalitaria del Gobierno consistente en transformar la sociedad según sus intereses y criterios particulares».

En este sentido, el comunicado de Neos subraya que esta «causa general» no busca la verdad ni la justicia, sino hacer daño a la Iglesia y presentarla ante la opinión pública como un nido de pederastia y corrupción. El ataque no es solo a la jerarquía sino a todos los católicos españoles». La organización aboga en todo momento por la «necesaria colaboración» con la Justicia en el esclarecimiento y castigo de las conductas delictivas que se hayan cometido. Pero al mismo tiempo deja clara la «naturaleza totalitaria de esta campaña anticatólica que no va guiada por la búsqueda del bien, sino por la mala fe y el odio».

Por último, la entidad vuelve a incidir sobre las motivaciones políticas del acoso a la Iglesia y asegura que se trata de una campaña jurídicamente estéril, «que por haber sido orquestada al margen de nuestro sistema judicial ni va a castigar a los culpables, ni va a resarcir a las víctimas, y que, por haber sido encomendada a una institución ligada a la mayoría parlamentaria y carente de capacidades de investigación, es probable que genere tanta indefensión entre los investigados como desilusión entre los denunciantes».