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Sánchez viajó a Dubái con un séquito de 45 personas para 28 horas: 14 escoltas y 9 asesores de comunicación
El Debate ha tenido acceso a los documentos que revelan la amplia delegación que acompañó al presidente. Solo llevó a 13 empresarios, lo que equivale a un tercio de la comitiva presidencial
Pedro Sánchez viajó con una delegación de 45 personas a la Expo de Dubái. Según los documentos del Departamento de Protocolo elaborados para el viaje, a los que ha tenido acceso El Debate, al presidente le acompañaron 14 escoltas y cuatro personas de protocolo, además de nueve personas del área de comunicación y tres sanitarios en una visita de apenas 28 horas.
El pasado martes el jefe del Ejecutivo se trasladó hasta Emiratos Árabes Unidos en un viaje que duró algo más de un día. A pesar de la brevedad de la visita, Sánchez decidió acudir con un gran séquito.
El presidente estuvo acompañado de su mujer, Begoña Gómez, la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el de Exteriores, José Manuel Albares. Junto a ellos viajaron la directora del Departamento de Asuntos Exteriores, el jefe de Dispositivo del Departamento de Seguridad, el jefe de Escolta de la Esposa del presidente, el apoyo jefe dispositivo del Departamento, el apoyo escolta del presidente y ocho escoltas más. Respecto al equipo de protocolo, en Dubái estuvieron el director del Departamento de Protocolo, la subdirectora del Departamento de Protocolo, el consejero técnico del Departamento de Protocolo y el jefe de sección del Departamento de Protocolo.
Además, según el documento previsto por Protocolo, también viajó un equipo de comunicación compuesto por cuatro miembros de la Secretaría de Estado de Comunicación y tres oficiales del Gabinete de Comunicación, al que hay que sumar un cámara y un fotógrafo. El presidente también desplazó un servicio médico compuesto por un médico y dos enfermeros.
Solo 13 empresarios
El equipo de Pedro Sánchez triplicaba el número de empresarios españoles que acudieron a la Expo Dubái 2020. Entre los trece empresarios destaca el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, el de la Cámara de España, José Luis Bonet y los presidentes de Acciona, Indra y Cepsa.
Durante su estancia, el presidente del Gobierno se reunió con el jeque príncipe de Abu Dabi, Mohammed Bin Zayed, y el primer ministro de Dubái, el jeque Mohammed Bin Rashid.
A pesar del despliegue humano, el presidente Sánchez volvió de Dubái sin acuerdos comerciales concretos que se hayan hecho público. Moncloa se ha limitado a emitir un comunicado en el que señala «acuerdos de amplio calado económico y político», pero sin especificarlos.
Así era con Rajoy
Muy distinta era la actitud del ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En tiempos del líder popular, los viajes raramente superaban las treinta personas. «Él mismo se encargaba de tachar nombres en la lista si había mucha gente», revelan fuentes cercanas a su equipo.
Normalmente, el dispositivo de seguridad no superaba las seis personas frente a las catorce con las que se ha desplazado Pedro Sánchez. Además, Rajoy pedía a sus ministros que no llevasen a sus equipos de seguridad y eran sus propios escoltas los que se encargaban de protegerles.
Respecto al personal de protocolo las diferencias también son notables. En Dubái, a Sánchez le han acompañado cuatro personas dedicadas a este aspecto, mientras que Rajoy únicamente viajaba con una.
Las comitivas de Rajoy cuando era presidente solían estar formadas por no más de 30 personas
El presidente socialista ha evitado responder en múltiples ocasiones a las preguntas que se le han realizado respecto al coste y al número de personal que le acompañan en sus viajes. Sánchez se ha resguardado en la Ley de Secretos Oficiales, creada durante la dictadura franquista, para no revelar dichos datos.
«A nosotros nos preguntaban todo. Teníamos que comunicar el personal que viajaba siempre porque lo preguntaban desde la oposición», recuerdas las mismas fuentes.
Por otro lado, cabe recordar que los dispositivos siempre son variables y son los directores del Departamento de Seguridad los que evalúan la peligrosidad del lugar al que se viaja y la necesidad de personal de escolta.