Sánchez pide al PP un «cordón sanitario» a Vox a cambio de la abstención del PSOE en Castilla y León

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido al PP que ponga un «cordón sanitario» y «rompa» sus acuerdos en varias autonomías con Vox si quiere hablar con el PSOE de una hipotética abstención para facilitar la investidura de Alfonso Fernández Mañueco como presidente de Castilla y León.

En ese caso, «a lo mejor nos podemos entender», ha apuntado el líder socialista ante el pleno del Senado, donde ha hecho su primer análisis de los resultados de las elecciones del domingo pasado, según el cual «quien ha salido perdedor ha sido Castilla y León» y quien ha vencido ha sido «la ultraderecha» de Vox, «propiciada» por el PP al anticipar los comicios.

«Si quiere pedir la abstención del PSOE, explique el por qué quiere la abstención del PSOE, explique el por qué Vox es un peligro para la democracia y que hay que poner un cordón sanitario, pero haga una cosa previa, con todos aquellos Gobiernos que están pactando con la ultraderecha, díganle que rompan sus acuerdos», ha replicado Sánchez al portavoz del PP.

En este contexto, el jefe del Ejecutivo ha sugerido que con quién tiene que hablar el PP para pedir la abstención es con el PSOE de Castilla y León, aunque ha dado por hecho que Mañueco acabará pactando finalmente con Vox.

Es más, durante su intervención en este debate parlamentario con Maroto, Sánchez ha proclamado que «cualquier cuestionamiento que se haga por parte del Ejecutivo que el PP va a formar con Vox, contará con la respuesta contundente del Gobierno de España».

Ha respondido Sánchez a una pregunta del portavoz del PP, Javier Maroto, quien le ha replicado que en estas elecciones ha perdido el propio Sánchez y no el socialista Luis Tudanca, le ha acusado de tener «más ganas de ver gobernar a Vox» que el propio Santiago Abascal y le ha exigido la inmediata dimisión del presidente del CIS, José Félix Tezanos, por haber fallado en sus encuestas. Maroto contestó al presidente del Gobierno que el PP en Castilla y León ya dijo que sería inadmisible cualquier paso atrás en la libertad de las mujeres. «Ni un paso atrás», subrayó .