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Sucesos

La novia de uno de los supervivientes: «Me envió un mensaje y dijo que hacía muy mal tiempo»

La pareja de Eduardo Padín, uno de los tres tripulantes rescatados, asegura que la armadora no avisó del suceso

La novia de Eduardo Padín, uno de los tres tripulantes del pesquero 'Villa de Pitanxo' rescatado con vida tras el naufragio del buque frente a las costas de Terranova, en Canadá, ha explicado que su pareja le envió un mensaje de WhatsApp antes de empezar su trabajo en el cual le comentó que hacía «muy mal tiempo».

En declaraciones, Sara Prieto, vecina de Donón, en el municipio pontevedrés de Cangas, ha trasladado su «alivio» tras conocer que Eduardo es uno de los supervivientes de la tragedia. Este marinero ha sido rescatado con vida, al igual que su tío, el patrón del barco, Juan Padín, así como un tercer compañero cuya identidad se desconoce. El resto de la tripulación, son diez cuerpos los encontrados y el resto está en paradero desconocido. La mayoría tienen hijos pequeños y alguno aún no había podido conocer a su último bebé.

«Nosotros nos enteramos del naufragio por un conocido y por medios de comunicación. La armadora no nos avisó», ha lamentado Sara, que además del alivio también ha mostrado su «pena y preocupación» por la suerte de los, al menos, diez marineros fallecidos y de los que permanecen desaparecidos.

«Nos enteramos del naufragio por la mujer de otro marinero y nos pusimos en lo peor. Las primeras horas las vivimos con la angustia de haberlo perdido para siempre», explicaba este martes Gloria, la hermana de Juan Padín, tras haber superado un ataque de ansiedad. Según ha explicado, el propio patrón del 'Villa de Pitanxo' contactó con su familia sobre las 14 horas de este martes para confirmar, en una comunicación «muy breve», que tanto él como su sobrino «estaban bien». «Cuando conseguimos hablar con la armadora solo nos habían dicho que se habían encontrado a tres de los tripulantes», ha afirmado.

Sara Prieto, que explicó que su novio llevaba cinco años embarcado en este pesquero –«aunque tenía muchos años de experiencia», puntualizó–, ha afirmado que varios tripulantes, en torno a una decena «salían en el 'Villa de Pitanxo' por primera vez». «No sé si ya habían estado embarcados antes, pero parece que no tenían mucha experiencia y el mar es muy duro», ha declarado.

«Eduardo no vuelve al mar. La última vez que vino hablamos de quedarse en tierra. De esta ya no le dejo que vuelva al mar», indicó Sara Prieto.

Un desaparecido, de Lepe

Uno de los marineros que se encuentran desaparecidos es natural de la localidad de Lepe (Huelva). Fuentes del sector pesquero han confirmado que se trata de un primer oficial de 55 años, casado y con dos hijos el cual mantenía su residencia en el municipio lepero e iba a Galicia a embarcar y volvía.

Al tratarse de barcos que aprovechan las aperturas de veda al máximo, el marinero pasaba buena parte del año en la región gallega o embarcado, y volvía a Huelva durante el período de vacaciones.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, a través de su cuenta de Twitter ha mandado todo su apoyo a su familia «en estos momentos difíciles y de incertidumbre».

«Estoy muy pendiente de las labores de rescate de la tripulación del pesquero naufragado frente a las costas canadienses», ha indicado.

Hasta última hora de ayer se habían recuperado diez cadáveres y habían sido rescatados 3 supervivientes, por lo que aún restan 11 desaparecidos, ya que el Villa de Pitanxo, con base en Marín (Pontevedra), llevaba 24 tripulantes a bordo.

De esas 24 personas que trabajaban en el pesquero en el momento del hundimiento, 16 tienen nacionalidad española, cinco son peruanos y tres ghaneses, de acuerdo a los datos oficiales.

El pesquero siniestrado, propiedad del armador gallego Manuel Nores, perteneciente a la cooperativa de armadores de Vigo (ARVI) y de 50 metros de eslora, se hundió sobre las seis de la madrugada hora española del martes, a 450 kilómetros al sureste de la isla canadiense de Terranova, como registró la baliza de la embarcación.