Nueve meses de luchas internas entre Sol y Génova

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso tenían una amistad de casi dos décadas, iniciada en sus tiempos de Nuevas Generaciones de Madrid, las juventudes del Partido Popular. Ayuso, de hecho, fue una apuesta personal del propio Casado para ser la candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Aunque no obtuvo la victoria en 2019 en sus primeras elecciones como cabeza de cartel, el ganador fue Ángel Gabilondo, del PSOE, sí pudo formar un gobierno de coalición con Ciudadanos.

Los desencuentros, según fuentes próximas a Génova y Sol, comenzaron en los «entornos», es decir, entre los equipos de ambos políticos. Parten, en concreto, de la mala relación entre Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso y su estratega máximo, y Teodoro García Egea, secretario general del PP y número dos de Casado.

La llegada del covid llevó a Ayuso a realizar oposición, frente a frente, al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Al contrario que en otras autonomías gestionadas por el PP, Madrid mantuvo abiertos bares y comercios. Estas dos decisiones aumentaron, como pudo comprobarse posteriormente, su capital político ante la ciudadanía.

Mayo, 2021

Convocadas anticipadamente las elecciones tras el intento de moción de censura en Murcia y Madrid impulsado por Pedro Sánchez e Inés Arrimadas, Génova intentó de inclusión de Toni Cantó, proveniente de Ciudadanos, en las listas de Ayuso, hecho que no gustó a la presidenta regional. En los resultados electores posteriores pudo comprobarse que la estrategia de aproximación a Ciudadanos fue clave para que el PP absorbiera votos de la formación de Arrimadas.

La celebración de la victoria en la misma noche electoral desde el balcón de Génova también se vio envuelta en tiranteces. Miguel Ángel Rodríguez quería que Ayuso saliera en solitario al balcón a saludar a las masas. Finalmente, la ganadora celebró su triunfo, que también lo fue de la marca PP, acompañada por Casado, Egea y Almeida.

Días más tarde de esa victoria, Ayuso comenzó a reclamar con insistencia la presidencia del PP de Madrid, pese a que cuando fue designada por primera vez se le aclaró que su candidatura no conllevaba la presidencia del partido en la región, «algo que la por entonces secretaria de Comunicación del PP de Madrid aceptó», señalan fuentes de Génova.

Junio, 2021

Egea en junio de 2021 se mostró favorable a la nueva posibilidad que plateaba Ayuso, pero todas las alarmas se encendieron en Génova ante la insistencia de Ayuso a la hora de reclamar este puesto, así como su deseo, reiterado también en numerosas y públicas ocasiones, de adelantar el congreso regional del PP de Madrid, fijado para el primer semestre de 2022, así como de también cambiar el método a doble vuelta de elección, método que la propia Ayuso votó en la Junta Directiva Regional del partido, del que era vocal, para que fuese unas primarias entre los afiliados.

A partir de entonces, la bola de nieve de los desencuentros entre Génova y Sol no paró de crecer. En Génova, donde preparaban la convención nacional del partido, no gustaron los reiterados anuncios de Ayuso, insistiendo una y otra vez en presidir el PP regional. En la lucha entró entonces el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Su candidatura como tercera vía comenzó a plantearse.

Al malestar se unió un viaje de Ayuso a Estados Unidos coincidiendo con la convención nacional del PP. La presidenta faltó a este encuentro en Madrid, pero llegó a la clausura en Valencia.

Octubre, 2021

El 2 de octubre de 2021, en la plaza de toros de Valencia, Ayuso dijo a Casado: «Tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y sé que mi sitio es Madrid y que daré lo mejor para Madrid, porque Madrid es España, y porque necesitamos que tú llegues a ser el Presidente del Gobierno».

Su descarte como alternativa al líder del PP, generó bromas, como la del presidente de Murcia, Fernando López Miras, que le dijo a Casado: «Querido presidente, yo también me quedo en Murcia».

La tregua no duró un mes. Días antes de la Junta Directiva del PP madrileño, el 28 de octubre e 2021, empezaron a multiplicarse las filtraciones; por ejemplo, el bloqueo en WhatsApp de Ayuso a Egea y la amenaza de una demanda contra la dirección madrileña para forzar el adelanto del congreso.

En este contexto, Ayuso anunció de nuevo su candidatura en la reunión del PP madrileño, a pesar de que un día antes Almeida le había dicho en una comida que él apostaba por una tercera vía, donde ninguno de los dos liderase la formación.

Noviembre, 2021

En noviembre la lucha era abierta y llevó a especular con las primarias, donde sólo Almeida tenía posibilidades para competir con Ayuso. Se hablaba incluso del sistema de votación. Los afines a Ayuso abogaron por cambiar la fórmula del sistema de votación para que fuera un militante, un voto, y comienzan una campaña informal visitando todas sedes regionales del partido.

Enero, 2022

La elecciones de Castilla y León del 13 de febrero forzaron una tregua temporal entre la dirección nacional del PP y la presidenta madrileña. Alfonso Fernández Mañueco, Isabel Díaz Ayuso y Teodoro García Egea, asistieron juntos a un desayuno informativo del Fórum Europa, el 10 de enero de 2022, para escenificar una foto de unidad.

Esa unidad también se visualizó en el XIV Congreso de Castilla y León que reeligió al presidente a Mañueco, con todos los barones poniendo en el foco la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. La presidenta madrileña no se salió del guion, salvo por un sutil comentario: «Queridos compañeros, iba a decir compromisarios. A ver si lo cogemos», en alusión a su deseo de que también se celebrase cuanto antes el congreso madrileño.

Más tarde, Casado y Ayuso conversaron en Navidad para «felicitarse el año», según señalaron fuentes próximas a la presidenta madrileña.

Febrero, 2022

Un día después de la celebración de las elecciones en Castilla y León, Isabel Díaz Ayuso volvió a pedir que no se retrasase la convocatoria del congreso del PP de Madrid para que se pueda escuchar «la voz de los afiliados» y para que la ilusión de la región, que se vivió el cuatro de mayo, «no pare». Así lo señaló durante su intervención en un desayuno informativo. Nadie habló nunca desde Génova en retrasar el congreso, sino en que se celebrase en los tiempos previstos, mientas que era Ayuso la que reclamaba su adelanto. La tregua se dio entonces por rota.