El PP entra en erupción: «Hoy alguien debe dimitir o ser cesado»

«Hoy alguien debe dimitir o debe ser cesado. No sé quién, pero alguien», señala un barón regional del PP a El Debate atónito con lo que está pasando en el partido en las últimas horas.

Es la opinión que va extendiéndose como una mancha de aceite por los cuadros de una formación que vive un momento de psicosis: que hay que aplicar un «torniquete de emergencia» en las próximas horas, en palabras de un diputado.

Debe haber un cabeza de turco, opinan muchos. Y las miradas, muchas, se dirigen hacia el director general de Coordinación de la Alcaldía de Madrid, Ángel Carromero, un hombre muy cercano a la dirección nacional del PP. Más cercano a Génova 13 que a su jefe directo, José Luis Martínez Almeida. En la Presidencia de la Comunidad de Madrid sitúan a Carromero detrás de esa operación de espionaje.

De hecho, en su comparecencia de primera hora de la mañana, Martínez Almeida no ha puesto la mano en el fuego por Carromero. Se ha limitado a señalar que éste le había negado cualquier implicación en esa supuesta operación cremas, pero que si descubre que tiene algo ver actuará en consecuencia.

Carromero está en el punto de mira de Isabel Díaz Ayuso y de su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, desde hace meses. Le acusan de estar conspirando y malmetiendo constantemente contra la presidenta regional.

En noviembre del año pasado apareció publicado un supuesto whatsapp de Carromero en el que, aparentemente, daba instrucciones para decantar la Junta Directiva Regional del PP de Madrid que se celebraba por aquellos días a favor de la tesis de la dirección nacional. Esta es: que el Congreso del partido se celebrara en el segundo trimestre de 2022, en mayo o junio.

En un momento crucial para el partido -el de decidir si para adelante o para atrás con Vox-, el estallido del polvorín madrileño tiene a los populares absolutamente en shock.

Quien más y quien menos, todos en el partido eran conscientes de que la tregua vivida durante la precampaña y la campaña de Castilla y León era eso: una tregua. Pero era difícilmente imaginable una filtración de este calibre. En Génova 13 creen que Ayuso lo ha reventado todo para desviar la atención y tapar posibles corruptelas.

Los populares contienen la respiración en unas horas críticas. «Puede que nos vayamos todos al garete, pero Pablo Casado lo hará con la conciencia muy tranquila», declaran desde la dirección nacional a este diario.

Después de la comparecencia del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, a primera hora de la mañana, se suponía que también el secretario general del PP, Teodoro García Egea, iba a hacer una declaración en el Congreso, aprovechando que había pleno. Pero al ver que Isabel Díaz Ayuso convocaba a la prensa a última hora de la mañana, el número dos del PP prefirió esperar. Génova y Sol se miran de reojo.

Y mientras, en el PP de Castilla y León tiemblan por las consecuencias que esto pueda tener en las negociaciones para la investidura de Fernández Mañueco. Y en Andalucía, el entorno de Juanma Moreno se reafirma: cada día que pasa están más convencidos de agotar la legislatura.