Sánchez gira por la presión de la UE y anuncia a rastras el envío de armas a Ucrania

Pedro Sánchez ha dado un giro de 180 grados al anunciar el envío de armas a Ucrania después de haberse estado negando a ello durante seis días. Incluso después de que el pasado domingo, como ha desvelado El Debate en exclusiva, la embajada de Ucrania en España enviara una comunicación urgente al Gobierno rogando el envío de material ofensivo. Incluidos tanques.

En un pleno monográfico en el Congreso, el presidente del Gobierno no ha especificado qué ni cuánto material mandará España, pero sí ha señalado que lo hace porque «hay grupos que ponen en cuestión el compromiso de España» con Ucrania y frente a Vladimir Putin. Cuando, en realidad, la presión es más europea: a estas alturas de la brutal ofensiva de Rusia solo quedaban España, Irlanda y Hungría (este último principal aliado de Putin en la UE) sin implicarse en ese sentido.

Su cambio de criterio tendrá efectos colaterales en su relación con Unidas Podemos, puesto que los de Yolanda Díaz se han mostrado en todo momento contrarios a que España se una a los países que ya están mandando material. De hecho, el anuncio ha sido recibido con frialdad por parte de los ministros morados, que no han aplaudido.

El lunes, durante una entrevista en TVE, Sánchez descartó el envío de armas de forma bilateral, y señaló que para eso ya están los 450 millones de euros del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz destinados precisamente a eso. En el que España, sostuvo, colabora activamente. En concreto, es el cuarto donante.

Un día después, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, reiteró que la postura de la coalición era ésa: envíos a través del Fondo. Mientras más y más países de la UE iban anunciando envíos. Incluidos Alemania y Suecia, que no enviaban armas a un país en guerra desde la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, la presión de la UE, la oposición y la opinión pública han hecho que Sánchez dé un volantazo. «El no a la guerra de Irak es el no a la guerra de Putin», ha sostenido.

Asimismo, el presidente ha adelantado que Rusia será incluida en la lista de paraísos fiscales.

Y ha pedido comprensión al pueblo español ante las consecuencias de las sanciones a Rusia, tanto en las exportaciones como en las importaciones de cereales y, especialmente, de petróleo y gas. Aunque Sánchez se ha congratulado de que la dependencia energética de España respecto a Rusia sea menor que en otros países del entorno. El 4,6% del petróleo que consume España es ruso y, en el caso del gas, el porcentaje es del 8%.