Fundado en 1910

Entrevista en El Debate

Francisco José Contreras (Vox): «Occidente es una isla de respeto a la mujer en un océano de culturas misóginas»

El diputado de Vox por Andalucía reflexiona sobre algunas cuestiones pactadas por su formación con el PP en Castilla y León y que podrían ser antesala de los acuerdos del próximo Ejecutivo de coalición andaluz

Esta es una de las reflexiones del diputado de Vox por Andalucía, Francisco José Contreras. El filósofo, jurista y político se sale de la línea de pensamiento único en cuanto al feminismo se refiere. También en cuestiones de tanta actualidad como la inmigración o la soberanía energética. Todos ellos, puntos clave del pacto sellado por su partido esta semana en Castilla y León y que bien podrían constituirse como antesala de las propuestas para el futuro gobierno andaluz, cuyo electores esperan ser llamados a urnas a finales del presente 2022.

El Debate ha preguntado a Contreras por la política de inmigración que proponen desde Vox, tras el movimiento demográfico provocado por la guerra de Ucrania o el asalto de las vallas de Melilla la semana pasada. Asimismo, por la igualdad real entre hombres y mujeres defendida desde las filas del partido conservador.

Parece que los garfios de su compañero Ortega-Smith revolucionaron el Congreso esta semana…

–Efectivamente, Javier Ortega-Smith exhibió desde la tribuna los garfios con los que los inmigrantes ilegales, que intentan entrar por las bravas en España, rompiendo la Ley y agrediendo físicamente a las fuerzas de orden público que intentan custodiar la frontera con medios precarios. La reacción de la izquierda fue curiosa porque empezaron a gritar que cómo había podido entrar con armas en el Congreso. Se supone que hay filtros a la entrada. Entonces él contestó: «Nos están confirmando que esto son armas». Luego a lo que asistimos es a una verdadera invasión violenta, que es precisamente lo que decimos nosotros. Por eso, pedimos un reforzamiento de la seguridad de la frontera, incluso el despliegue del Ejército, como se hizo, por ejemplo, en Polonia cuando tuvo lugar la avalancha migratoria malintencionada de Rusia hace unos meses.

–¿Por qué el gobierno no hace nada ante esta invasión inmigratoria de la frontera sur, ni siquiera para proteger a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?

–Habría que preguntárselo a ellos. No es novedad, es una pauta ya confirmada desde hace años. Quizás cualquier uso de la fuerza en su mentalidad buenista 'progre' les parece rechazable, o quizás realmente han sucumbido al espíritu inmigracionista que parece presidir el conjunto de la Unión Europea, las instituciones de Bruselas. Esa idea según la cual la inmigración es en cualquier caso bienvenida y positiva para las sociedades de acogida por el problema demográfico de falta de jóvenes. La solución al vacío demográfico no es abrir las fronteras a la inmigración ilimitada e indiscriminada, sino la promoción de la natalidad nacional. Se ha conseguido con éxito en algunos países de Europa Oriental que curiosamente son hostigados por Bruselas, como Polonia o Hungría.

Francisco José Contreras es miembro del Comité ejecutivo provincial de Vox en SevillaPaula Argüelles

–Ni siquiera el Partido Popular apoyó su reciente propuesta de endurecer el acceso a la nacionalidad española.

–En esa propuesta nos quedamos solos en la votación, aunque endurecer no sé si es la palabra correcta. Nosotros proponíamos una extensión del plazo de residencia requerido para poder acceder a la nacionalidad –el caso general, que son diez años, que pasara a 15 años–, pero manteníamos los plazos reducidos para las personas que hayan obtenido estatuto de refugiados –cinco años–.

El plazo especial para los iberoamericanos, portugueses, ecuatoguineanos y filipinos se hubiera mantenido igual. Introducíamos la novedad de la exigencia de un certificado oficial de idiomas para los extranjeros de origen no hispánico y otro de no tener antecedentes penales ni en su país de origen, ni en España. También proponíamos una reforma del Código Civil, para desposeer de la nacionalidad no a los extranjeros apátridas, sino a aquellos que tengan una doble nacionalidad, para que se les pudiese quitar la española si cometen determinados delitos graves contra la independencia, la defensa nacional, la paz o por traición.

–¿Es el momento de suspender los visados, como ustedes proponen, a los ciudadanos de Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania, dado el desabastecimiento de gas que sufre Europa, en parte por la guerra de Ucrania?

–Es conocido que nuestra visión de la política energética está presidida por la aspiración a la soberanía energética. Lo deseable es que no dependamos de nadie. Nosotros dependemos poco de Rusia, solamente un 1 y pico % de nuestro gas; pero sí dependemos mucho de Argelia.

La dependencia del gas extranjero se ha visto agravada por por la decisión del Gobierno de cerrar prematuramente las centrales nucleares, escalonadamente entre 2027 y 2035, aunque ya ha sido cerrada alguna en los últimos años. Renunciamos a una fuente de energía especialmente necesaria en un país que ha apostado mucho por las renovables. Pero estas, cuando no sopla el viento o no luce el sol; no producen energía. Son sólo intermitentes. Si tienes muchas renovables, también necesitas un apoyo que puede ser la nuclear o el gas. Si recortas la nuclear, tendrás que recurrir al gas, como en Alemania con su política anti-nuclear y lo que le está ocurriendo a España. La ley de cambio climático ha prohibido la explotación de hidrocarburos, la prospección si quiera de gas natural o petróleo en territorio español.

Es históricamente inaudito que un país renuncie a la exploración de sus propios recursos energéticos. Todo por este fundamentalismo verde de prohibición y renuncia acelerada a los combustibles fósiles y por una transición energética autoritaria y prematura a las renovables. Nosotros combatimos este fundamentalismo verde y aspiramos a la soberanía energética. No despreciamos ninguna fuente de energía que permita alcanzarla.

Francisco José Contreras, conversando con la periodista de El Debate, Patricia SanzPaula Argüelles

–Esa sobre energética se proclama en el reciente pacto que han conseguido en Castilla y León con el Partido Popular. ¿Creen que van a poder conseguir un pacto similar en las próximas elecciones andaluzas?

–Tuvimos un pacto de investidura hace tres años en las elecciones andaluzas, aunque la aritmética electoral era muy diferente. La experiencia andaluza ha acreditado nuestra disposición al pacto frente a quienes nos describe como una fuerza antisistema. Hemos sido muy generosos. Hasta ahora no habíamos accedido a ningún gobierno. Hemos respaldado desde fuera a gobiernos del PP a cambio de compromisos programáticos que no siempre ha respetado y esta vez sí, los resultados obtenidos nos permitían acceder al gobierno y estamos satisfechos. Se trata de la primera vez que entramos en un gobierno y vamos a demostrar que sabemos gobernar, frente a la crítica absurda de «qué fácil es criticar todo el exterior». Vamos a demostrar que sabemos gestionar y que también sabemos pactar. Somos una fuerza política seria.

–En el acuerdo de Castilla y León se incluye una cláusula sobre la «inmigración ordenada, desde la integración cultural, económica y social y en contra de las mafias ilegales». ¿Ve viable un pacto similar en Andalucía?

–Espero que se llegue a ello porque en Andalucía, al estar cerca de la frontera sur, puede ser más vulnerable a la inmigración ilegal. No sólo a través de Ceuta y Melilla, también a través de la llegada de pateras. Resulta asombroso que las otras fuerzas políticas nos ataquen de manera tan demagógica, llamándonos racistas o xenófobos por sostener un principio tan elemental y de sentido común como que todo país tiene derecho a decidir cuánta inmigración necesita, con qué ritmo, de qué procedencia cultural, y de qué cualificación profesional.

El derecho a seleccionar la inmigración no implica su rechazo, sino rechazo de la ilegal e incontrolada, pues está llevando a problemas muy graves tanto a España como a otros países europeos. Deberíamos ver que está ocurriendo en países del norte de Europa, especialmente con la inmigración de procedencia islámica.

Por ejemplo, el año pasado, Ayaan Hirsi Ali, una intelectual de origen somalí, ha publicado ‘Prey’ (del inglés, 'presa'), donde explica cómo se está deteriorando la seguridad de las mujeres en gran parte de Europa, a causa de la inmigración ilegal incontrolada. Hay barrios de grandes capitales europeas que ya se parecen más a aldeas del Magreb que a ciudades europeas. Barrios que tienden a islamizarse y de los que últimos residentes nativos (franceses o ingleses) escapan. Adaptan hasta su indumentaria y sus costumbres al modo de vida islámico para no llamar la atención.

Las costumbres de las mujeres están cambiando. Hubo un informe de la Unión Europea explicando cómo un 40 % de las europeas ya habían modificado su forma de vida para adaptarse a la inmigración. Por ejemplo, evitaban ir a correr al parque o entrar en ciertos barrios. De hecho, hay bares sólo para hombres, eso lo he visto yo en Francia.

Las agresiones sexuales se han disparado en Europa por la gran avalancha migratoria de supuestos refugiados. Aprovechando la guerra de Siria vino gente de otros países que no estaban en guerra. El resultado fue que las violaciones se incrementaron en Dinamarca un 102 %, o sea, en sólo tres años se doblaron; en Inglaterra y Gales un 70 % y en Alemania en un 41 % en tres años.

–¿Por qué sorprende que Vox sea el único partido, y cito literalmente su 'Agenda España', que proponga cadena perpetua frente a las violaciones grupales?

–Llama la atención que se utilice la demagogia contra nosotros, diciendo que no estamos contra la violencia contra las mujeres. Al contrario, somos el partido que se preocupa en la raíz de las causas que pueden llevar a un incremento de la violencia contra las mujeres. Concretamente, por la inmigración incontrolada de estas culturas o zonas del mundo en las que no se respeta a la mujer.

Somos el partido que se preocupa en la raíz de las causas que pueden incrementar la violencia contra las mujeres

Occidente es una isla de respeto a la mujer en un océano de culturas misóginas. El inmigrante no cambia sus costumbres y su visión del mundo por arte de magia al poner el pie en el suelo español. Nos preocupamos más por la seguridad de las mujeres que esos otros que nos llaman machistas. Y, por supuesto, proponemos la cadena perpetua para los violadores. No estamos de acuerdo con la Ley de violencia de género por la violación del principio constitucional de igualdad ante la ley. Es derecho penal de autor, un tipo penal que, por su propia definición legal, sólo puede ser perpetrado por hombres. Es contrario al artículo 14 de la Constitución.

Proponemos su sustitución por una Ley de violencia doméstica que abarque todas las modalidades de violencia intrafamiliar: cuando el hombre agrede a la mujer, o lo contrario, que ocurre a veces, aunque con menos frecuencia. O mujer contra mujer u hombre contra hombre. Todas las formas de violencia doméstica nos parecen igualmente rechazables. Por algo tan elemental, todas las fuerzas políticas se nos llama machistas todo el tiempo.

–De hecho, esta Ley de lucha contra la violencia intrafamiliar ha sido una de las acciones pactadas entre PP y Vox en Castilla y León, ¿conseguirán una en Andalucía?

–Aspiraremos a ello con todas nuestras fuerzas porque es uno de nuestros principios fundamentales, la recuperación de la igualdad ante la ley, muy erosionada en España.

No solo por la desigualdad de derechos entre autonomías o las concesiones a las comunidades gobernadas por nacionalistas, sino también por este feminismo tóxico que lleva a estas aberraciones. No solo implica el fin de la igualdad ante la Ley, tiene un efecto venenoso aún más profundo en la sociedad al enfrentar a los hombres con las mujeres. Es también la finalidad de la Ley de Violencia de Género, su artículo 1, viene a decir que es la violencia que sufren las mujeres por parte de sus maridos o compañeros sentimentales como expresión de la situación general de discriminación, de opresión de la mujer.

El diputado de Vox es portavoz de varias comisiones, como la Constitucional o la de Transición Ecológica y Reto DemográficoEl Debate | Paula Argüelles

Esta Ley pretende concebir a la violencia de género como manifestación extrema de una situación estructural de opresión de la mujer por el hombre, es decir; todas las mujeres están oprimidas por todos los hombres. También, adoctrinar a la sociedad en esa noción general de opresión y discriminación de la mujer por el hombre. Es falsa porque las mujeres españolas no están discriminadas ni oprimidas. Y tóxica, porque siembra desconfianza y resentimiento entre hombres y mujeres, dificultando la formación de familias y matrimonios, y al final también, de la natalidad, la reproducción de la especie. Es un gravísimo problema que tenemos en España, nuestra bajísima tasa de natalidad.

Surgimiento de El Debate

–Es algo que celebramos y de lo que estamos muy necesitados en España. Precisamente uno de nuestros problemas es el alineamiento de la mayor parte de los medios de comunicación con una ortodoxia 'progre'. Está funcionando en realidad como una nueva religión de Estado, un neomarxismo, la 'identity politics' que denominan los países anglosajones, el feminismo radical, o el multiculturalismo, esta idea según la cual, la diversidad cultural siempre es buena, lo cual no es cierto. La diversidad cultural puede funcionar o no. También la ideología de género. En fin, esto está funcionando con la nueva religión de Estado que es propagada por casi todos los medios de comunicación. Por ello, es magnífico que vayan surgiendo medios libres que discrepan del pensamiento dominante.