Coronel Pascual Soria: «Es un orgullo ver a los que han sido alumnos cumplir ahora misiones en Bulgaria o en Afganistán»

Estos días, los españoles ven con orgullo la participación de las tropas españolas en las diferentes misiones que OTAN despliega en los países de la Europa del este. Especialmente visuales y espectaculares son las misiones de Policía Aérea que llevan a cabo los Eurofighter en Bulgaria y, en pocas fechas, en Lituania. Todos vieron la gran labor humanitaria realizada en el rescate de los afganos el pasado verano. Para muchos esos pilotos son unos afortunados por protagonizar esas acciones. Pero detrás de todo ello hay un gran esfuerzo y años de sacrificio y preparación que pasó por la Academia General del Aire de San Javier (Murcia).

–Los oficiales salen después de 5 años en los que sacan un grado y la carrera militar. ¿Cómo se consigue cursar la carrera militar en los mismos cinco años que se obtendría el grado en una universidad civil?

–Pues ahí está claro que entra en juego la gran preparación que traen. Vienen con nota muy alta de corte y luego efectivamente es un trabajo muy complicado de conjugar. Intentamos que los primeros años estén más condensados en su grado de ingeniería para cuando empieza cuarto tener más despejado y dedicarse más específicamente a vuelo. No obstante, es una carga de trabajo monumental. Tiene mucho mérito lo que hacen y tienen que ser totalmente constante. Evidentemente es una carga de trabajo mucho mayor que la que se podía encontrar el mismo ámbito civil de esta asignatura.

–Y los que entran saben de esa dificultad, por lo tanto evidencia el sentido vocacional

–Aquí hay que entrar con esos principios, con esa moral, con esa entrega que finalmente lo que consiguen es darle ese extra de esfuerzo para poder mantener este ritmo continuo durante los cinco años. No nos engañemos, es una carrera muy complicada, pero que tiene mucho de motivación emocional y de dedicación por parte de todos los alumnos.

–¿Qué valores transmiten en el Ejército del Aire?

–No olvidemos que junto con todo lo que es la preparación, ingeniería, el vuelo, la defensa de control espacial, están los valores. Esa preparación para la vida militar es fundamental. Es una carrera que requiere vocación y de hecho es algo que animamos desde el principio para que vayan descubriendo si valen para para esta carrera. Evidentemente se va forjando desde el primer día. Elementos como el compañerismo, la entrega, la lealtad. Eso es algo que con la rutina y el día a día la van haciendo algo intrínseco a la vez que van haciendo su curso. Y ese es el gran entrenamiento. Y para eso tenemos la mejor herramienta, que son los profesores, los instructores que tenemos aquí con el ejemplo y el día a día. La forma de trabajar va transmitiendo todos esos valores que debe tener ya no oficial, sino los que van a ser los líderes, porque de aquí van a salir los nuevos líderes de los próximos años.

–¿Tienen algún valor, algún principio de que sea distinto en el Ejército del Aire respecto al Ejército de tierra o o a la marina?

–Es algo común y que desde el primer momento le hacemos entender porque estamos abocados a trabajar no solamente en un ámbito con la Armada, con el Ejército de Tierra, sino incluso en el ámbito internacional. Está claro que el día de hoy no se concibe lo que se trabaja de forma individual y de la misma manera le hacemos entender que ese espíritu de trabajo en equipo que es fundamental. Hay ejercicios y tienen posibilidad de intercambio con otros países, porque desde un primer momento queremos que entiendan, valoren y vean esa forma de trabajar de forma conjunta con todos ellos.

–Ahora, por ejemplo, hay aviones en Bulgaria, enseguida van a ir también a Lituania. ¿todos esos pilotos que han ido han pasado por la Academia General del Aire?

–Todos los pilotos son oficiales, todos se han formado aquí. De hecho, hemos visto las fotos, las caras de algunos de ellos y son alumnos que hace muy poco estaban formándose aquí. Son tenientes que llevan poco años fuera de la unidad. Todo pasa por aquí y evidentemente es un motivo de orgullo. Es una satisfacción de ver un trabajo bien hecho, porque esa formación y esos valores que plasma esto a estos futuros oficiales, ahora vemos que lo están poniendo ahí de manifiesto. Lo vemos en en, en Lituania, lo vemos en Bulgaria. Hace poco lo estábamos viendo también con el A400, haciéndola la evacuación de Afganistán. Y efectivamente, los alumnos que están aquí, que están viendo cómo esos tenientes que hace dos días estaban compartiendo instrucción con ellos, ya lo tienen en primera línea y siendo los comandante de aeronave y lo que están tomando decisiones muy importante y trascendente para el Ejército y para las Fuerzas Armadas.

–Tanto la evacuación de Afganistán como lo que está sucediendo en Ucrania son situaciones de riesgo ¿Han notado que haya influido algo a la hora de ingresar en la Academia del Aire?

–Yo creo que aquel que tiene ese espíritu de sacrificio, esa entrega y ese amor a la patria al final es lo que motiva a entrar por aquí. Todos ellos saben que la formación aquí es precisamente para afrontar este tipo de situaciones. Y al contrario, ni se ha notado ni ha habido comentarios. Y yo creo que es algo que motiva. Y lo interioriza. No creo que haya ningún tipo de motivación negativa por este tipo de situaciones. Son anómalas, pero por ello hay que entrenar para estar preparado y poder afrontarlas.

–Además de las espectaculares misiones aéreas, en la Academia General del Aire también se forman quienes realizan una misión menos visual como los futuros vigilantes del ciberespacio.

–En una sociedad como la actual, en la que dependemos tanto de la tecnología, hay que entender que cualquier ataque que te dejen te echen abajo todos tus sistemas, pues te puede afectar en gran medida. Por eso es fundamental estar preparado también para esa envolvente del ciberespacio.

–Usted pasó también por esa academia cuando inició la carrera militar.

–Todos pasamos por aquí y evidentemente hay muchas cosas que sí que perduran, afortunadamente. Pero bueno, la academia está evolucionando y de hecho en este preciso momento estamos inmersos en uno de los cambios más importantes y significativos que es la implantación de un nuevo sistema de enseñanza ITS, que está basado en un avión, el PC 21 Pilatus, que va a significar un antes y después para la enseñanza en vuelo de los alumnos de la Academia General del Aire. Estamos en continua evolución y evidentemente hay que ir a ese ritmo y a la evolución que nos van marcando la nueva época.

–¿Los valores que se imparten también han cambiado?

–Los valores es algo que afortunadamente se mantiene en el tiempo. Estamos hablando de esa entrega, disciplina, valor, compañerismo. Eso es algo que afortunadamente, no tiene una forma de entender diferente cuando va evolucionando. Y es algo de lo que nos encontramos muy, muy orgullosos.

–¿Cómo animaría usted a un chaval que acaba de terminar el bachillerato a incorporarse a la Academia General del Aire?

–Pues yo le diría que para aquellos aquellos que buscan algo más que un empleo o que una profesión, que quieren una forma de vida, que no se contentan con las dos dimensiones en la que trabajamos, que quieren conocerse a tercera y cuarta dimensión el ciberespacio, el espacio, la defensa, moverse con tecnología punta. Y que, sobre todo esto, entiende que el amor a la patria, la defensa de los valores nacionales y todo esta amalgama de valores que tienen las Fuerzas Armadas. Yo le animaría a que busquen, que busquen aquí su futuro, porque sorprende porque cuando se trabaja de verdad no se entra en una academia, se entra en una forma de vida, en un compañerismo y finalmente se encuentra lo que somos, una nueva familia para estos alumnos.

–¿Actualmente cuántos alumnos tienen?

–Pues actualmente tenemos cuatro 433 alumnos entre los distintos cursos y los distintos cuerpos. No todos están en la academia porque alguno de ellos está en su fase de especialización. Están haciendo cazas de ataque en Talavera, en Salamanca, de transporte. Es decir, que una base de ello está aquí y otro acaba en el último. Y una vez que acaben esta especialización, todo vuelven a la Academia, donde reciben el despacho de tenientes.