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Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en su primer encuentro en Moncloa tras la elección del nuevo líder del PP

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en su primer encuentro en Moncloa tras la elección del nuevo líder del PPEFE

Partido Popular

Feijóo continuará con la mano tendida al Gobierno para que sea Sánchez el que se retrate al optar por Bildu

El presidente del PP considera que las decisiones de Sánchez le perjudicarán en las urnas mientras que las propuestas de los populares les impulsarán en las próximas generales

«Sánchez escogerá a Bildu porque quiere, pero nosotros vamos a seguir haciendo propuestas». Así plantean fuentes del PP la estrategia del partido tras la negativa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a conversar sobre la batería de propuestas extendidas por Alberto Núñez Feijóo con la intención de incorporar rebajas fiscales y otras medidas en el marco de la crisis de precios actual.

Pero lejos de provocar un viraje en sus intenciones, Feijóo está dispuesto a continuar tendiendo la mano a los socialistas. «Luego no podrá decir que somos el partido del no», apuntan desde Génova. Y es que la decisión de Sánchez de no negociar con los populares le impulsó a los brazos de Bildu para lograr la validación del llamado «decreto anticrisis». Y los titulares fueron todos en este sentido.

En su discurso de despedida de la Xunta de Galicia, Feijóo apuntó a la necesidad de dar un salto a la política nacional basado en la «unidad» y la importancia de evitar la «fragmentación y la vacuidad». Las intenciones del expresidente gallego son alcanzar la Moncloa en sus primeras generales y, para ello, el desgaste del PSOE es clave.

Pero Feijóo no cree en el triunfo en las urnas a través de una política de ataque continuo. El líder del PP quiere recibir a votantes socialistas y arrebatar así el Gobierno a un Sánchez con demasiados frentes abiertos. Ya lo dijo la secretaria general, Cuca Gamarra, durante la celebración del congreso en el que Feijóo se convirtió en el líder de Génova: «El PP recibirá a todos los españoles de izquierda, centro y derecha que quieran una España mejor».

Pero volviendo al presente, Feijóo «pidió a Bravo que estuviese disponible de madrugada por si el presidente quería negociar». Así lo afirman fuentes populares a El Debate en relación al vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, que estuvo pendiente hasta el último minuto para acceder a una posible conversación en la que llegar a un acuerdo con el Gobierno para apoyar el decreto. Pero la llamada no llegó.

El Partido Popular continuará elaborando propuestas que presentar al Ejecutivo y no se cierra a las futuras negociaciones. La pelota quedará entonces en el tejado del presidente de España, que tendrá que optar entre las negociaciones con los populares o continuar cediendo a las peticiones de los separatistas. En este sentido, el PP de Feijóo prefiere mantener las distancias con Vox e ir recabando papeletas en el centro mientras que Sánchez reduce su electorado hacia la izquierda.

Los frentes de Sánchez

«Al final nosotros salimos reforzados», afirman desde el PP, desde donde creen que los ataques del ala izquierda del Gobierno a la ministra de Defensa, Margarita Robles; la salvación in extremis del decreto por el apoyo de Bildu y la inestabilidad general del PSOE debido a su número reducido de escaños en el Parlamento, benefician a Feijóo, que potenciará una imagen de político de Estado capaz de llegar a acuerdos en beneficio de España.

Toda esta línea estratégica está también enfocada a evitar una de las críticas que más se le hicieron al anterior presidente del partido, Pablo Casado, que carecía de propuestas programáticas con las que desactivar al Gobierno de Sánchez con Podemos.

Ahora, un largo camino por delante en el que uno de los primeros obstáculos será desbloquear el órgano judicial, el CGPJ, en una negociación en la que los de Feijóo han dicho que prescindirán de las líneas rojas establecidas por Casado.

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