Elecciones sindicales
El sindicato de Vox araña posiciones a UGT y CC.OO. en Madrid y Zaragoza
El sindicato Solidaridad se ha granjeado una gran representación en las últimas elecciones sindicales. Su secretario general denuncia la «paz social comprada entre los empresarios y los sindicatos mayoritarios» en muchas mercantiles españolas
El sindicato Solidaridad arrebató la mayorías de votos a los sindicatos UGT y CC.OO. de diferentes empresas en las provincias de Zaragoza y Madrid en las elecciones sindicales de la última semana. Su secretario general, Rodrigo Alonso, explica a este medio las claves de su crecimiento y las medidas que buscan revolucionar el mundo laboral en España.
«Llevamos una probabilidad de éxito del 97 %», apuntala el también portavoz adjunto de Vox en el Parlamento andaluz, es decir; que de aquellas empresas en las que concurren, su probabilidad de lograr representación es muy alta.
Así, Solidaridad ha alcanzado en Zaragoza representación en una empresa de transporte de carreteras (un 67 %, con cinco representantes del Comité de empresa para Solidaridad frente a los tres de UGT, sobre un censo de 253 trabajadores) y en otra de aparcamientos (un delegado para un censo total de 31 trabajadores).
Por su parte, en Madrid ha llegado a un 56 % de representación en un banco (de un total de 209 empleados), un 33 % en un centro de atención para discapacitados y un delegado de los tres elegibles en un concesionario.
La paz social, comprada
Alonso denuncia el miedo de los trabajadores a salir de los sindicatos tradicionales. «Son sometidos a coacciones, amenazas de muerte» e incluso «comisiones». «Tienen una mafia montada, por así decirlo», agrega.
«En la financiación robando, en la metodología amenazando. Si el trabajador tiene alguna probabilidad de promoción interna le dicen que no va a promocionar nunca, le hacen la vida imposible con los turnos y los cambios de horario».
«En algunas ocasiones, sobre todo en empresas grandes», los sindicatos están alineados «con el empresario», quien «suele tener una paz social comprada con UGT o CC.OO.».
Una alternativa para el trabajador
Según Alonso, Solidaridad pretende cambiar «la manera de plantear la política sindical» para «consolidar la dignidad en el trabajo para que ningún empresario ningunee al trabajador ni le explote, en el sentido de trabajar más allá del horario laboral». En las cuestiones de pura política, el sindicato ligado al partido de Abascal quiere mejorar las condiciones de trabajo más allá de los incrementos salariales, como en el campo de la seguridad privada: por ejemplo, a los agentes de seguridad del metro de Madrid, procurarles «chalecos anticortes, guantes, botas adecuadas».
Después del llenazo en la madrileña plaza de Cibeles el pasado marzo, de Valencia el pasado abril, y de mayo en Cádiz, el sindicato liderado por Rodrigo Alonso y muy unido a la formación conservadora, continúa ganando posiciones a los tradicionales UGT y CC.OO.