Anticorrupción prepara una «extensa investigación patrimonial» de Rubiales y Piqué por la Supercopa

Habrá una «investigación patrimonial extensa». Anticorrupción prepara las pesquisas necesarias para averiguar si Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, y Gerard Piqué, jugador del FC Barcelona en activo, cometieron los delitos que se les imputan en el marco del contrato cerrado con Arabia Saudí para que la Supercopa de España se celebrase en dicho país. Bajo sospecha, el acuerdo suscrito entre el presidente de la RFEF y Kosmos, la empresa de Piqué, por valor de 24 millones de euros y por el mero hecho de que el torneo se disputase allí.

La Fiscalía especial prepara una «extensa investigación patrimonial de ambos» para depurar sus posibles responsabilidades penales: Hacienda, Seguridad Social, entidades bancarias, registro mercantil, registro de la propiedad... y «todo el que sepa del dinero o de las propiedades» de cada uno de ellos serán requeridos para que aporten la información necesaria. Así lo han apuntado a El Debate fuentes próximas al Ministerio Público que no descarta citar a ambos implicados a declarar aunque esto último será «más adelante» y dependerá «de otros factores» como los avances de las averiguaciones económicas sobre Rubiales y Piqué.

Este jueves se conocía la decisión de la Fiscalía de abrir diligencias prejudiciales para determinar si como apuntaba el presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol (Cenafe), Miguel Galán, Rubiales y Piqué incurrieron en varios delitos de corrupción entre particulares y en los negocios, administración desleal, prevaricación y cohecho por el contrato con Arabia Saudí.

En el caso de Rubiales, además, el Ministerio que dirige Dolores Delgado indagará si la Federación Española de Fútbol Profesional pagó, sin deber, la vivienda de su presidente en Madrid. No en vano, Galán también denunció que la Federación Española ha abonado de forma irregular una cantidad mensual que ascendería a 3.000 euros mensuales por la residencia de Luis Rubiales. Las pesquisas del Ministerio Público tratarán de fijar el posible alcance penal de lo ocurrido, antes de decidir si presenta querella en un juzgado contra ambos o si, por el contrario, archiva la causa.

Grabaciones a altos cargos del Gobierno

Apenas unas horas antes de la decisión de la Fiscalía, trascendían a la opinión pública las grabaciones que Luis Rubiales escondía de las conversaciones privadas con miembros del Gobierno de Pedro Sánchez. Se trata de comunicaciones telefónicas y del contenido de reuniones con ministros y altos cargos del Gobierno en las que, presuntamente, el presidente de la RFEF hablaba sobre el conflicto legal acerca de su reelección o de todo lo relativo a la polémica Supercopa de España en Arabia.

Al parecer, Rubiales captó los audios de su móvil con ministros y altos cargos de PSOE y Unidas Podemos -entre los que, presuntamente, se encontraría el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- a través de la cámara de vídeo de un segundo terminal de modo que se viese en todo momento el nombre que aparecía en pantalla y, al mismo tiempo, se guardase la voz.

También, supuestamente, habría utilizado un bolígrafo especial con un sistema de grabación incorporado para registrar lo hablado, entre otros, con Irene Lozano –entonces presidenta del Consejo Superior de Deportes y Secretario de Estado para el Deporte–. En una de las ocasiones la interacción se produjo sólo unos minutos después de que los siete componentes del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) tumbaran por cinco votos a dos la convocatoria de las elecciones de la RFEF en la que Rubiales pretendía ser reelegido presidente.

El presidente de la RFEF contrató, además, a una agencia de detectives para espiar a David Aganzo, presidente de la AFE, el principal sindicato de jugadores, mientras Rubiales trataba de desalojarle del cargo por medio de una moción de censura para sustituirle por alguien de su confianza.