Caso Tándem
Gorigolzarri señala al expresidente del BBVA como único responsable de la contratación de Villarejo
El actual presidente de Caixabank ha testificado este lunes ante el juez Manuel García Castellón que no intervino en modo alguno en la contratación de CENYT y apuntó a Francisco González
No ha dejado lugar a dudas. El que fuera consejero delegado de BBVA -actual presidente de Caixabank- José Ignacio Goirigolzarri, ha testificado este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón para negar su participación en la trama de espionaje del excomisario José Manuel Villarejo a través de la que, presuntamente, desde la entidad se encargaron ciertos trabajos al policía jubilado, como el informe 'Trampa'. Goirigolzarri ha señalado al entonces presidente del banco, Francisco González, como único responsable de la decisión de contratar con Cenyt, el grupo de empresas propiedad del Villarejo.
Durante cerca de hora y media, el que fuera segundo del BBVA en el cuadro de dirección, ha destripado uno de los primeros trabajos ilegales que, supuestamente, Villarejo y sus empresas habrían prestado a la entidad: obtener información sobre los planes de compra por parte de Sacyr de una participación significativa en el banco, entre los años 2004 y 2005.
Indicios de acceso al informe 'Trampa'
El Juzgado Central de Instrucción Número 6, en línea con la Fiscalía Anticorrupción, consideró necesario escuchar a Goirigolzarri -en su papel de consejero delegado de BBVA durante el período- «al existir indicios de que tuvo acceso al denominado informe Trampa II así como, posteriormente, al Trampa I y que, aunque le pareció que podía ser delictivo, no se atrevió a comentarlo con Francisco González».
Sin embargo, así las cosas, el ex CEO ha asegurado ante el magistrado que se enteró de que BBVA había contratado a una agencia de 'espionaje' por una conversación mantenida con Ángel Cano, también ex consejero delegado del banco pero que en ese momento tenía otras responsabilidades internas, en mayo de 2005.
Según la versión de los hechos narrada por Goirigolzarri, Cano le habría explicado que se había contratado a una agencia de inteligencia, aunque no ha recordado que le mencionase, en concreto, los nombres de Cenyt o de Villarejo, al hilo de la problemática empresarial con Sacyr. Aquella información molestó «profundamente» al hoy presidente de Caixabank ya que, hasta entonces, él mismo se habría estado «ocupando de la ofensiva» de la constructora, de modo que leyó aquella decisión como una deslealtad hacia él. Aunque ha negado que Cano le diese detalles concretos de aquella contratación, limitándose a garantizarle que todo era legal.
Al ser interrogado por las partes sobre quién pudo dar la orden de contratar a esa agencia de inteligencia, ha contestado que no siendo él, que en esa época, de no ser él mismo, la única persona con capacidad para ordenarlo era el 'número 1' del banco. Esto es, Francisco González. Si bien,no ha podido confirmar rotundamente que fuese él quien los eligiese.
El exdirector de Comunicación
Este mismo lunes, el juez instructor también ha tomado declaración como testigo al que fuera director de Comunicación de BBVA Javier Ayuso quien, por su parte, ha negado que los informes que el grupo empresarial de Villarejo confeccionó para la entidad financiera llegasen hasta su departamento.
Ayuso ha denunciado que tanto el excomisario como el jefe de Seguridad de BBVA en esa época, Julio Corrochano, trataron de implicarle en la contratación a modo de «venganza», después de que revelase en los medios de comunicación la relación del banco con el comisario.
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Así, ha negado que se reuniera con Corrochano para tratar asuntos relativos a Villarejo, al tiempo que ha querido puntualizar que BBVA no tenía que defenderse en modo alguno de Sacyr porque las supuestas maniobras de la constructora para desembarcar en el banco estaban abocadas al fracaso desde sus inicios.
Estas dos testificales suponen el último movimiento de esta pieza separada número 9 de la macrocausa 'Tándem', donde se investigan los presuntos servicios contratados por BBVA a Cenyt para distintos proyectos al menos entre 2004 y 2017, por los que se habrían pagado más de 10 millones de euros.