Un nuevo informe policial revela las tácticas de Villarejo en el «proyecto Trampa» del BBVA

Fue en noviembre de 2004 cuando la constructora Sacyr Vallehermoso intentó hacerse con el control del 3,1% del capital del Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), y asaltar la Presidencia que por aquel entonces ocupaba Francisco González. Apenas tres días después de que se hiciesen públicas las intenciones de la constructora sobre la que era la segunda entidad financiera de nuestro país, el BBVA formalizó una colaboración profesional con el comisario José Manuel Villarejo -que prestaba servicios de 'investigación' encubiertos a través de una de sus empresas del Grupo Cenyt- para buscar los trapos sucios de varios empresarios y políticos vinculados con el intento de derrocar a González. Ahora, un nuevo informe policial con el análisis de los documentos intervenidos en la celda de Villarejo, durante el registro practicado el 23 de octubre de 2010, al que ha tenido acceso en exclusiva El Debate, pone de manifiesto los métodos del comisario en el denominado «Proyecto Trampa».

Las transcripciones de un total de 40 archivos de audio grabados por Villarejo durante los años 2004, 2005, 2006 y los primeros meses de 2007, y localizados entre los más de 216 documentos incautados, han sido destacadas por los agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional como de «interés para la investigación» que se sigue sobre estos hechos en la Audiencia Nacional, en el marco de la pieza 9 de la macrocausa 'Tándem'. En ellas se revelan las conversaciones entre el excomisario y su enlace con el banco, Julio Corrochano -@Kol- también excomisario y jefe de Seguridad de la entidad y cómo se diseñaron las tácticas para boicotear el «complot» contra el BBVA, anticipándose al mismo.

Si acaso, hombre... si me contratan adecuadamente, me ocuparé adecuadamente del temaVillarejo a Corrochano, 27/12/2005

Julio: Me ha dicho, me he enterado ya de todo, tú me dices que es de recibo que un agente de inteligencia como tú dices, diga que trabaja con nosotros, bueno... esas cosas no, vamos a ver habrán dicho que seguro que... no, no, no han dicho que han hecho con nosotros, han dicho que han trabajado con nosotros. (Parece lamentarse tras una conversación con Francisco González)

Villarejo: Absolutamente falso, no no, pero que, pero que digo que absolutamente falso, ...

Julio: (Ininteligible) me llamaron en el momento por si teníamos algún tema contradictorio contra (ininteligible), con el tema de ENDESA, parece ser que le han llamao, que tienen algún tipo de contacto y bueno se cree que sería alguna encerrona... y dice por cierto, ¿cómo se llamaba esa empresa? y le digo pues si, no sé que no recuerdo bien el nombre eh... pero dime el nombre y tal (ininteligible) y ¿la otra cómo se llamaba? y digo CENYT que no lo recordaba bien tampoco.

Villarejo: sí, sí

Villarejo: pero Julio... osea, eh, eh, no puede tener este hombre, saber nada porque el trabajo ha sido impcable, hemos sido súper discretos, osea (....) que vuelvo, que te doy mi palabra

Julio: Pepe qué me quieres decir (...) pero Pepe, pero que esto no se lo ha inventado mi presidente.

Villarejo: pero qué, pero que no se trata de que se lo haya inventado, osea yo lo único que creo (ininteligible) experiencia en temas similares (...) que para mí un tema problemático que digo (ininteligible) cuando estábamos haciendo esas maldades que hubieran cogido a mi gente, que, que, que yo huibera derrotao que tal, pero macho

Un grupo de accionistas deSacyr

Así las cosas, desde el BBVA de pidió a Villarejo que para evitar la toma de control de la entidad por parte de Sacyr Vallehermoso -con Luis del Rivero al frente, uno de los miembros del «grupo hostil» del excomisario- tomase contacto con los accionistas de la constructora críticos en la operación contra el banco para crear un grupo de influencia interno a favor del presidente de la entidad, Francisco González, entonces presidente de la entidad financiera.

En las grabaciones analizadas por la policía Julio dice «que le llamó el director (parece que dice La Caixa) y Villarejo dice que están tocando el tema pero que necesitan un caballo de Troya. Quiere organizar una especie de asociación con accionistas minoritarios», aunque existe dificultad para los agentes en la comprensión de parte del audio del que sólo pueden extraer frases sueltas.

Villarejo cree que «el mejor caballo de Troya para meterse en el tema es articular esta asociación de accionistas minoritarios como veinte, treinta o cuarenta mil euros de varias personas de total confianza y que el presidente llamará al Fernando[Martín, de quien dice que tiene problemas con la justicia porque ya ha tenido querellas] o al otro para reunirse y ya hablar de: mira yo tengo un paquete interesante, cuando llegue el día de la Junta ya acreditaré qué porcentaje tengo».

«¿Cómo es eso de que se ofrece a los miembros del consejo comprar o no comprar acciones?, en la última Junta de accionistas por qué no se informó de esta estrategia» y así hacerlo con «una apariencia normal». Villarejo dice que Juan Abelló, el entonces vicepresidente de la empresa constructora y consejero del BSCH -hoy, Banco Santander- «defraudó una cantidad enorme de miles de millojes de euros en operaciones triangulares con la unión del banco suizo que él trabajaba normalmente y que no ha trascendido». Abelló sonaba como el candidato a presidir la entidad financiera en el caso de éxito de la operación.

El «Grupo Hostil»

Las actuaciones de Villarejo para el BBVA se extendieron, según se desprende de la transcripción de los audios analizados por la policía en el nuevo informe, en el denominado «Grupo Hostil (GH)» conformado tanto por Luis del Rivero y Juan Abelló; como por Miguel Sebastián, ex BBVA y que era jefe de la Oficina Económica de Moncloa durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Francisco González y la cúpula del BBVA sospechaban que, en último término, la operación era Emilio Botín.

Se trataba de localizar datos comprometidos de todos ellos para enfangar el intento de Sacyr sobre BBVA y «montar bulla y publicar información de repente» de uno de ellos «para que aparezca una pelea con los minoritarios»

Miguel Sebastián

Julio: Hoy le suspenden al Sebastián los análistas económicos, como 300 analistas económicos por el programa que ha hecho que es una puta mierda(...) ahora debe estar muy jodido, ahora, ahora es un momento dulce.

Villarejo: es un momento pa pegar... psicológicamente, psicológicamente... a todos (...) a todos les ha jodido todo el tema y... y además como es tan paranoico, él está obsesionado con que todavía lo están siguiendo y por lo visto lo que está comentando su entorno es que, que... es gente del PSOE lo está traicionando ¿entiendes?. Es decir que no era posible, es decir que ha habido gente en el PSOEque ha ayudado al señorito (ininteligible) porque si no, no era posible que alguien se atreviera a pinchar los canutos, a seguirlo, a tal y que hay una parte del partido que lo quiere echar, es decir y con esa paranoia está todavía... con lo cual eso viene de puta madre ¿no?

Villarejo comenta que «debe estar muy rebotado» y le contesta Corrochano que «igual no quieren hacer tampoco mucha sangre que le han acojonado y él adquirir el compromiso de como mucho en la próxima Junta salir del Consejo». Villarejo apunta que «si eso es así, eso es auto cualitativo». Corrochano dice «que la persona de la que le hablan seguirá viendo a Miguel Sebastán y seguirá tocando las pelotas hasta que pueda encontrar a alguien».

Los otros «enemigos» del BBVA

Además de los cabezas de cartel principales, también formaban parte de los hostiles Vicente Benedito -antiguo directivo del banco en el bando Sacyr-, Matías Cortés -ligado al Santander-, José Domingo Ampuero -presidente de Viscofan-, Manuel Conthe -quien era presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)-, Carlos Arenillas -economista próximo al PSOE y número dos de Conthe- y Jaime Caruana -director del Banco de España, que puso trabas a la operación inicial y que obligó a Sacyr a ampliar el porcentaje de participación a más de un 5% del capital del BBVA.

La «guerra sucia»

El 11 de enero de 2005, Villarejo y Julio hablan por teléfono y Villarejo le propone verse esa noche, ya que «en el día de hoy va a tener dos reuniones muy importantes. Una de ellas dice que es sobre una asociación que se ha creado aposta que se llama Asociación de la Defensa de Inversores y Clientes (ADIC)» que le ha presentado una querella a dice, textualmente: «Abe, al Río, en fin a todos, o sea una operación de puta madre como estaba previsto ¿no?».

Más tarde dice Villarejo que a varios de los que acusan es a Matías Cortés, a Demetrio, a Rivero, a Abelló y a Botín. Dice que esta noticia la publicarán entre hoy y mañana y que se ha presentado en la Fiscalía Anticorrupción esta mañana. Villarejo, además, comenta que van muy bien por la línea que ellos habían organizado y Julio le responde «algo de guarreteo, para mantener tranquilo a mi dueño».

Villarejo dice que se lo dará por escrito de manera muy concreta informádole de todo aunque se vean esa noche y dice alegrarse por haber adelantado lo de la asociación porque cree que ha funcionado. En un audio de unos días antes Julio se había referido a algo de «Movistar y Vodafone, de Hierro, Mohedano, de Pepe Pérez y una llamada de un tal Arenillas». Villarejo le dice a Julio que «están todos (no se entiende a quién se refiere) con la misma paranoia y que están obsesionados».

Y añade que «han metido presión en una reunión para pegar un paretón pero que lo que no quiere es que se acojonen, que el tema lo tienen totalmente controlado, que ellos crean que muchas cosas son espontáneas» mientras defiende que «la única solución es crear una asociación e intentar meterlo en prensa». Que están «comiendo el tarro a dos o tres que conocen, que su impresion es que tienen todo bastante controlado y que no hay que precipitarse ni ponerse nervioso... que hay que estar tranquilos».