Tándem
La Audiencia Nacional da por terminada la instrucción de la pieza separada del BBVA en el caso Villarejo
El magistrado instructor Manuel García-Castellón ha puesto el punto final a las pesquisas sobre la presunta trama de espionaje contratada por el banco al excomisario, a salvo de algunos «flecos» definitivos
Es cuestión de días que el magistrado instructor de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón cierre la fase de investigación sobre las supuesta contratación irregular del BBVA a Cenyt, el grupo empresarial de José Manuel Villarejo, para obtener información de terceros con el objeto de frustrar futuros y eventuales negocios perjudiciales para la entidad que, por aquel entonces, presidía Francisco González. La declaración como testigo del que fuera su número dos en el organigrama –y hoy presidente de Caixabank–, José Ignacio Goirigolzarri, ha puesto «casi» el punto final en una instrucción que, a salvo de «algunos últimos flecos» formales, está concluida. Así lo confirman a El Debate fuentes judiciales consultadas sobre el futuro y eventual pase de la causa a procedimiento abreviado, el escalón previo al juicio oral.
La pieza separada número 8 de Tándem –o caso Villarejo– es una causa en sí misma por la cantidad de ramificaciones que han ido surgiendo según avanzaba la instrucción. Las averiguaciones internas, practicadas por la propia entidad bancaria, determinaron que once de sus directivos –incluido el representante legal del banco, el imputado Adolfo Fraguas– participaron en la contratación del excomisario con fines subrepticios. Además de este último, están implicadas una veintena de personas entre las que se encuentran el expresidente de la entidad Francisco González y el propio BBVA, como persona jurídica. Los espionajes ilegales de Villarejo en esta derivada de la trama llegaron a afectar a periodistas, empresarios y políticos.
El procedimiento entraba en su último tramo el pasado mes de abril con una batería de declaraciones voluntarias que el juez titular del Juzgado de Instrucción Central número 6, Manuel García-Castellón, iniciaba desde el día 19. Ocho investigados, dos testigos y un perito estaban citados para arrojar luz sobre los presuntos encargos realizados por el BBVA al comisario jubilado Villarejo para, presuntamente, obtener información sensible sobre terceros.
Una cita que venía a completar el testimonio ya prestado por más de una decena de investigados y testigos que discurrieron ante el magistrado entre los meses de noviembre de 2021 y febrero de este mismo año y en un momento en el que las sospechas de irregularidades parecían extenderse sobre la cúpula actual de la entidad.
No en vano, el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, uno de los presuntos espiados por Villarejo a petición del banco , solicitaba al juez la citación del actual presidente del BBVA, Carlos Torres Vila. La comparecencia de este último no se produciría, según lo acordado en un auto dictado por el juez de refuerzo del número 6 –Joaquín Gadea– quien, a cambio, aceptaba citar –a petición de la Fiscalía Anticorrupción– al exconsejero delegado del banco José Ignacio Goirigolzarri y, a instancias de la acusación, al que fuera su director de Comunicación, Javier Ayuso.
Malas noticias para González
La presencia del exconsejero delegado del BBVA, hoy al frente de Caixabank, en la Audiencia Nacional no dejaba buenas noticias para uno de los principales señalados en la causa. El testimonio de Goirigolzarri –punto de inflexión en el procedimiento y última de las testificales– negaba su participación en la trama de espionaje del excomisario Villarejo para la confección de trabajos, como el informe 'Trampa', y señalaba al entonces presidente del banco, Francisco González, como único responsable de la decisión de contratar con Cenyt, el grupo de empresas propiedad del policía jubilado.
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Durante cerca de hora y media, el que fuera segundo del BBVA en el cuadro de dirección ha destripado uno de los primeros trabajos ilegales que, supuestamente, Villarejo y sus empresas habrían prestado a la entidad: obtener información sobre los planes de compra por parte de Sacyr de una participación significativa en el banco, entre los años 2004 y 2005.
El ex CEO de la entidad aseguraba, este lunes, ante el magistrado que se enteró de que BBVA había contratado a una agencia de 'espionaje' por una conversación mantenida con Ángel Cano, también exconsejero delegado del banco, quien, en aquel momento tenía otras responsabilidades internas.
Según la versión de los hechos narrada por Goirigolzarri, Cano le habría explicado cómo la entidad habría externalizado ciertas averiguaciones a una agencia de inteligencia, aunque no ha recordado que le mencionase, en concreto, los nombres de Cenyt o de Villarejo, al hilo de la problemática empresarial con Sacyr. Aquella información molestó «profundamente» al hoy presidente de Caixabank ya que, hasta entonces, él mismo se habría estado «ocupando de la ofensiva» de la constructora, de modo que leyó aquella decisión como una deslealtad hacia él. Aunque ha negado que Cano le diese detalles concretos de la misma, limitándose a garantizarle que todo era legal.
Al ser interrogado por las partes sobre quién pudo dar la orden de contratar a dicha empresa, ha contestado que no siendo él, en esa época, de no ser él mismo, «la única persona con capacidad» para ordenarlo era el 'número 1' del banco. Esto es, Francisco González. Si bien, tampoco ha podido confirmar rotundamente que fuese él quien eligiese a Cenyt y a José Manuel Villarejo de forma expresa.