La «nueva etapa»
Moncloa reconoce que Marruecos se la «coló» con la bandera española boca abajo
El Gobierno revela por primera vez que pidieron hacer una «visita técnica previa» a la sala antes de la cena entre Sánchez y Mohamed VI pero que el anfitrión no se lo permitió. Y así pasó
La imagen de la bandera española boca abajo presidiendo la cena de ruptura del ayuno (Iftar) con la que Mohamed VI agasajó a Pedro Sánchez provocó una honda polémica en España a comienzos de abril.
Porque, conociendo los antecedentes del rey de Marruecos, surgieron muchas especulaciones sobre la intencionalidad del gesto, en plena celebración de la «nueva etapa» entre ambos países.
Ahora el Gobierno reconoce por primera vez que aquel incidente se produjo porque los marroquíes no dejaron que un equipo del Gabinete de la Presidencia de España supervisara antes la sala, como dicta el protocolo y es habitual. Se la colaron.
Lo hace en una respuesta parlamentaria a Vox, cuyos diputados habían preguntado por escrito qué había hecho o pensaba hacer el Ejecutivo al respecto.
En su respuesta, la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes revela que La Moncloa solicitó a Marruecos que el llamado equipo de Avanzada (el que va por delante de Sánchez en todos sus desplazamientos) realizara una «visita técnica previa» a los salones de la residencia privada de Mohamed VI donde se celebraba el convite. Pero que el anfitrión no lo permitió.
«Siendo un espacio privado real, no fue posible realizar la visita técnica previa a pesar de haber sido solicitada por el equipo de Avanzada para poder comprobar la disposición de la sala, quedando por tanto en manos del servicio real marroquí como anfitrión de la cena».
No obstante, para restar hierro al episodio, el Gobierno añade que el servicio real marroquí se disculpó al término de la cena «y manifestó que se trató de un error involuntario». Aunque, por el contrario, no aclara por qué nadie dio la vuelta a la bandera de España una vez advertido el fallo.
Precisamente el acercamiento al reino alauita ha sido lo que ha motivado la crisis con Argelia en la que se halla inmersa España, ante la que Sánchez ha pedido ayuda a la Unión Europea.
La táctica que viene desplegando el Gobierno desde el viernes es, lejos de reconocer el más mínimo error de cálculo, señalar la relación entre Rusia y Argelia como motivo del órdago argelino. Lo insinuó el viernes el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras reunirse con el comisario de Comercio de la UE en Bruselas, y este lunes la vicepresidenta Nadia Calviño lo ha afirmado a las claras.