Fundado en 1910

Manifestación andalucistaEFE

Andalucía

El andalucismo, en disputa: la moderación de Moreno frente al radicalismo de Teresa Rodríguez

Adelante Andalucía (re)aparece por el antiguo Hospital de las Cinco Llagas para frenar la «resignificación» del concepto andalucista que ha emprendido Juanma Moreno

El Parlamento de Andalucía recién constituido tiene por delante una legislatura en la que el Partido Popular cuenta con una mayoría absoluta de 58 escaños; éxito que radica en la figura del presidente de la Junta, Juanma Moreno, que ha sabido conectar con los andaluces personalmente. La cercanía que transmite Moreno fue la principal baza electoral del PP, y esta le sirvió, a su vez, para vender la gestión del Gobierno andaluz.

Por otro lado, el jefe del Ejecutivo autonómico ha empleado la bandera blanca y verde para transmitir esa cercanía que lo caracteriza; aspecto que ha reavivado al andalucismo, que, a pesar de sus orígenes izquierdistas, vive ahora un proceso de redefinición que se acomete desde el centro-derecha. Adelante Andalucía, sin tutelas de Madrid, a diferencia de Por Andalucía (Izquierda Unida, Podemos y Más País), aunque con solo dos diputadas, (re)aparece por el antiguo Hospital de las Cinco Llagas para frenar la resignificación del concepto andalucista que ha emprendido Juanma Moreno.

Los orígenes del andalucismo

El andalucismo es un movimiento político relativamente joven. Surge de la mano de Blas Infante –no en vano es reconocido como el padre de la patria andaluza–, quien en 1915 publica su obra Ideal andaluz, donde aborda la problemática social de Andalucía a lo largo de la historia y plantea las soluciones que sentarían las bases de la corriente de pensamiento andalucista.

Sin embargo, no fue hasta enero de 1918 cuando se debaten y acuerdan, en la Asamblea de Ronda, las directrices políticas e ideológicas del andalucismo, en consonancia con el proyecto de constitución que propone el Partido Republicano Federal de Francisco Pi y Margall en octubre de 1883 para un Estado andaluz independiente. Asimismo, se fijan la bandera –de franjas horizontales verde, blanca y verde– y el escudo –en el que figuran las columnas de Hércules, domando a dos leones, y la leyenda «Andalucía para sí, para España y la Humanidad»– como «las insignias de Andalucía», según Blas Infante.

En la Asamblea de Córdoba de 1919 se promulga el Manifiesto de la Nacionalidad, donde se anhela «el acabamiento de la vieja España» –la abolición del Estado centralista– y describe a Andalucía como «realidad nacional» y «patria», en pro de constituirse en una democracia «soberana y autónoma» dentro de una «Federación Hispánica»; firmado por Infante.

La radicalización del padre de la patria andaluza se consuma en la Segunda República. Blas Infante, que preside la Junta Liberalista de Andalucía y se presenta por la Candidatura Republicana Revolucionaria Federalista Andaluza, denuncia en su libro La verdad sobre el complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía una conspiración contra su candidatura en las elecciones a Cortes constituyentes de 1931, donde no saca escaño; hecho que lo lleva a renegar de la España republicana.

En la Asamblea de Córdoba de enero de 1933 se aprueba el Anteproyecto de Bases para el Estatuto de Andalucía, paralizado durante el bienio radical-cedista. Allí es donde Infante también propone que la melodía del canto religioso Santo Dios sea la base del himno de Andalucía, composición de José del Castillo, director de la Banda Municipal de Sevilla.

Antes de ser fusilado el 11 de agosto de 1936, el padre de la patria andaluza ve cómo el Frente Popular reaviva sus aspiraciones autonomistas. En la Asamblea de Sevilla pro-Estatuto, celebrada dos semanas antes del alzamiento militar, se designa a Blas Infante presidente de honor de la futura Junta Regional de Andalucía.

Blas InfanteAyuntamiento de Casares

El PA busca sucesor

Por razones obvias, Blas Infante es el impulsor de la primera ola andalucista. Con el advenimiento de la democracia, el PSOE obtiene la mayoría de los escaños andaluces en las elecciones a Cortes constituyentes de 1977; circunstancia que aprovechan los socialistas para liderar el proceso autonómico, mediante la Asamblea de Parlamentarios de Andalucía (APA), y hacer suyo el legado de Infante. El presidente de la Junta, Rafael Escuredo, reniega de los principios jacobinos del socialismo para abrazar el autonomismo.

Sin embargo, es el Partido Andalucista (PA) el que reivindica el pensamiento infantista. El PA cuenta con relevancia política hasta que desaparece del antiguo Hospital de las Cinco Llagas en 2008, después de varias disputas internas. Encabezado por Alejandro Rojas-Marcos, uno de sus fundadores y su primer secretario general, llega a tener cinco escaños en el Congreso de los Diputados. En 1982, entra, liderado por Luis Uruñuela, en el flamante Parlamento andaluz. Bajo la dirección de Antonio Ortega, accede a varias consejerías de la Junta socialista. Además, Pedro Pacheco convierte Jerez de la Frontera (Cádiz) en su gran bastión durante 24 años de alcaldía.

La segunda ola andalucista se da por finalizada con la disolución, en 2015, del Partido Andalucista, que busca sucesor desde entonces. La irrupción de Podemos en la Cámara de representación andaluza, en ese mismo año, abre la posibilidad de resucitar el andalucismo político, pero la corriente andalucista de Teresa Rodríguez no casa con el aparato central de Podemos (Pablo Iglesias). Igualmente, aparecen nuevas formaciones que recogen los restos del extinto PA, aunque con escaso éxito electoral.

Hospital de las Cinco LlagasWikipedia

El andalucismo moderno

En los últimos tiempos, desde el otro lado del espectro político, Juanma Moreno enarbola la bandera del «andalucismo moderno». Blas Infante sigue presente, pero el presidente de la Junta tiene como referente al exministro Manuel Clavero, «padre de la Andalucía moderna», padre, en todo caso, del «café para todos», artífice de la España de las Autonomías.

A diferencia del original, el andalucismo que propugna Moreno es simbólico, retórico, connatural al arraigo en la tierra. No conlleva un proyecto político determinado. Es también «constitucional» y pro Estatuto de Autonomía; de modo que, cuando el Partido Popular gana las elecciones el pasado 19 de junio, reparte banderas andaluzas para celebrar el triunfo a las puertas de su sede de la calle San Fernando (Sevilla).

En cambio, el andalucismo de Adelante Andalucía es soberanista, más ideológico, excéntrico y fiel al pensamiento infantista. Sin llegar aún a posiciones de ruptura con «el Estado español», concibe Andalucía como una nación, no reconoce España como nación única e indivisible. Así pues, Teresa Rodríguez y Maribel Mora –quienes ocupan los dos escaños de su grupo– representan la voz primitiva de un andalucismo que asoma por el Parlamento andaluz en medio de un proceso de redefinición.