De «ruinoso» a «estratégico»: el volantazo del Gobierno con el gasoducto catalán
En enero de 2019, la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, se mostró contraria a la puesta en marcha del gasoducto entre España, Francia y Alemania
A imagen y semejanza del presidente del Gobierno –al que la hemeroteca no respeta ni una sola de sus promesas– la vicepresidenta y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, ha incurrido en una contradicción notable con el paso del tiempo. Ribera, que ofreció a la UE el gasoducto que une España y Francia hace solo unos días, dijo en enero de 2019 que se trataba de un proyecto «ruinoso».
Apenas tres años después de aquellas palabras en el Senado, tanto ella, como Pedro Sánchez, como Félix Bolaños, califican ahora ese proyecto como «estratégico». La realidad y la crisis energética han convertido a los escépticos en creyentes. El Gobierno de España, de pronto, tiene confianza ciega en el Midcat, el gasoducto que comunica a España con Europa.