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Abigail Eshun, coach lingüística

Españoles postbrexit (VI)

Abigail Eshun: «Los españoles gritan demasiado y eso les resta posibilidades de negocio»

La coach lingüística, que cursó la universidad en España, ayuda a empresarios para que puedan tener éxito en sus negocios en Gran Bretaña

Según el ICEX más de 750 empresas españolas están radicadas en el Reino Unido, que es nuestro quinto socio comercial. La Comunidad Autónoma más expuesta a la relación con el Reino Unido de acuerdo con su PIB es la Región de Murcia, dado que sus exportaciones al mercado británico son el 3 %. A los ingleses les vendemos alimentación, bebida, vehículos, tabaco, incluso productos químicos. Sin embargo, la principal barrera no es el Brexit, sino el idioma. Una encuesta realizada del Chartered Institute of Personnel and Development indica que el 76 % de los empleadores reconoce haber discriminado a un candidato a un empleo por su acento.

Abigail no es española, pero estudió en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y en la Universidad de Salamanca. Vivió muchos años en España, nos conoce bien y es el apoyo ideal para que un empresario español dé los pasos adecuados y se comporte de forma conveniente para tener éxito en su aventura empresarial en el Reino Unido. Antes de la pandemia enseñaba inglés –especialmente a directivos– pero con el confinamiento y la imposibilidad de viajar reconvirtió su trabajo a una plataforma online en la que intenta que en cuatro meses un empresario español no tenga una barrera ni idiomática ni cultural para realizar negocios en el Reino Unido.

Abigail tiene claro que «con un bajo nivel de inglés nadie te toma en serio y, en general, los españoles tienen más resistencia que otros vecinos europeos a hablar idiomas, además de un acento muy fuerte que puede generar malentendidos». Aunque este problema no aqueja solo a los empresarios españoles, ya que «los italianos están en una situación parecida a la de los españoles».

La coach lingüística, tras diez años de experiencia, intenta que los españoles superen su hándicap idiomático en cuatro pasos, empezando por la comunicación interpersonal: «Los españoles gritan mucho y son demasiado directos para la educación de un inglés y eso les resta posibilidades»

La clave del acento

El segundo paso es entender los acentos: «Hay que saber distinguir a alguien de Londres de una persona de Manchester y a un inglés de un galés o un escocés».

La tercera fase es neutralizar el acento, «perder el miedo a hablar como un inglés y no meramente traducir en base al conocimiento del vocabulario», y finalmente comunicar en modo negocio. Una vez llegas a este nivel la cuestión es ganar confianza. Abigail –con el fin de que los españoles para los que trabaja ganen esa confianza progresivamente– realiza labores de traducción y ayuda a preparar presentaciones. Sin embargo, no acompaña a sus clientes a reuniones de negocio, sino que las prepara previamente con ellos y una vez celebradas las comenta para corregir errores y situaciones.

Eshun no solo trabaja el lenguaje y el acento. Las cuestiones culturales son clave y la proximidad geográfica entre España y Reino Unido, a poco más de dos horas de avión, es una trampa. «Hay grandes diferencias entre los españoles y los ingleses que en muchas ocasiones generan malentendidos que se convierten en un obstáculo para los negocios. Los españoles son muy brutos para los usos y costumbres inglesas, les cuesta adaptarse a las maneras inglesas y son poco prudentes en sus expresiones. Por ejemplo, las bromas de un español pueden ser malinterpretadas por un británico», manifiesta la lingüista. Esta dificultad de adaptación se nota también cuando un español ocupa un puesto de mando en un equipo: «la forma de dirigir de un español es muy tajante, poco persuasiva, y eso genera infelicidad en un trabajador inglés. Aquí la gente no está acostumbrada a que se le diga directamente que algo está mal, sino que se abordan los conflictos dando un rodeo, al estilo: 'quizás estaría bien que pensaras si…'».

Abigail Eshun también cree que aprender a manejar equipos al estilo inglés es un tema de «compatibilidad cultural y es posible. Los profesionales españoles tienden a hablar más alto en comparación con los británicos, y son más propensos a interrumpir. Un estudio demostró que los españoles interrumpen 5 veces más que los suecos en las negociaciones comerciales».