Macarena Olona, de las primeras filas de Vox a su salida definitiva del partido
Su dimisión por razones de salud, el silencio de Vox y las declaraciones cruzadas han generado todo tipo de elucubraciones sobre una pregunta que ahora se abre con más fuerza: ¿Cuál será el próximo paso de la exdiputada?
Como muchos predijeron, la historia entre Vox y la que fue uno de los pesos pesados del partido no ha tenido el mejor desenlace. La afirmación de Espinosa de los Monteros este jueves ponía punto y final a la posibilidad de un regreso de Macarena Olona a la que fue su familia política durante tres años: «Este es definitivamente el fin del camino». Espinosa, vicesecretario de Relaciones Internacionales de Vox y diputado nacional, ha remarcado en una entrevista celebrada hoy viernes para TVE 24 horas que salida de Olona es «una etapa triste, dolorosa, pero que ya está superada y ahora toca mirar hacia el futuro».
Descartaba definitivamente la vuelta de la exdiputada al partido que preside Santiago Abascal, ahora se abre con más fuerza la pregunta sobre cuál será el paso que dé la expolítica alicantina en su futuro más próximo. Los contactos de Olona con el exbanquero Mario Conde, y la ruptura de Cayetana Álvarez de Toledo con la disciplina de voto del Grupo Parlamentario Popular, están abriendo todas las especulaciones.
Cuando Olona anunció su nueva andadura como candidata de Vox a la presidencia de la Junta de Andalucía, el pasado abril, fue visto por muchos como una apuesta fuerte del partido para ir a por todas, al llevar a las elecciones del 19-J a uno de sus activos políticos más importantes. Otros consideraron que no sería la mejor opción al no ser de la región. Incluso algunas voces apuntaron a que esa marcha respondía a los temores de miembros del partido ante su creciente protagonismo.
En cualquier caso, sus intervenciones en el Congreso de los Diputados y los rifirrafes que protagonizó siendo portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Vox en la Cámara Baja con varios ministros socialistas y de Unidas Podemos, entre ellos, Yolanda Díaz, Fernando Grande-Marlaska o Félix Bolaños, la habían hecho convertirse, en tiempo récord, en el 'azote' del Gobierno, como se ha expresado desde la opinión pública en varias ocasiones.
Las expectativas eran altas desde el minuto uno. Si no la victoria, el partido esperaba replicar lo que había ocurrido unos meses atrás en Castilla y León, donde el candidato de Vox, Juan García-Gallardo, logró la vicepresidencia. Pero, pese a que la formación subía dos escaños y pasaba a tercera fuerza política en el Parlamento regional, no pudo ser.
Un día después de los comicios, el 20 de junio, comenzaban las especulaciones sobre si la en ese momento líder de Vox en Andalucía estaba planteándose volver a Madrid si Abascal contaba con ella de nuevo de cara a las elecciones generales. Si bien la exdiputada señaló que era «consciente» de la responsabilidad que sobre ella habían depositado los andaluces y vio en ello un «enorme privilegio», apuntó también: «no puedo asegurarle cuáles son los designios de Dios ni de lo que esté por venir».
Nadie esperaba que poco más de un mes después Macarena Olona anunciara que dejaba la política. Su estado de salud, con los peores diagnósticos entre las opciones encima de la mesa, fue lo que le llevó a tomar esa decisión, tal como ella misma ha reiterado en varias ocasiones. Entonces, señaló que continuaría con su labor como abogada del Estado «tan pronto me sea posible».
Desde entonces hubo silencio. Silencio en sus redes sociales y silencio por parte de Vox, algo que quizá acrecentó aún más las especulaciones sobre posibles desencuentros internos en el partido. Había quienes pensaban que ella habría pedido volver a Madrid tras el inesperado resultado en los comicios autonómicos, pero le habrían negado esa posibilidad; otros confiaban en que una vez recuperada pudiera regresar a la política y, en concreto, a Vox.
El 21 de agosto reaparecía con un mensaje en su cuenta de Twitter: «Con cada mensaje, palabra de aliento, abrazo, estáis marcando mis pasos. Voy de vuestra mano. Camino a vuestro lado. Donde quiero estar». Al día siguiente, anunciaba a sus seguidores que la próxima semana iniciaría el Camino de Santiago para cumplir con una promesa al Apóstol, y animaba a acompañarla a todo aquel que quisiera. La expectación entonces fue aún mayor.
Y allí, en Sarria, ante los medios y acompañada de sus seguidores, que querían que volviera, la exdiputada reveló que los peores diagnósticos médicos habían sido descartados y que lo que padecía era un problema de tiroides que podía tratarse con la medicación adecuada. «Estoy deseando volver a sudar la camiseta pública», declaró. ¿Se refería a la abogacía del Estado o a la política? Solo ella lo sabía; lo demás eran especulaciones.
Su regreso de la peregrinación, a principios de septiembre, estuvo seguido de declaraciones cruzadas y mensajes que de nuevo generaron confusión y desconcierto entre los votantes de Vox y en el seno del propio partido. «No tengo ninguna duda de que cuando el momento sea el adecuado la volveremos a tener muy cerca si las circunstancias se dan y si ella quiere», afirmó ante los medios Iván Espinosa de los Monteros, preguntado sobre la que era su compañera de bancada. Un mensaje del que la propia Olona se hizo eco y respondió escribiendo «familia» junto a un corazón.
A partir de ahí, se han sucedido una serie de declaraciones que en los últimos días se ha venido interpretando como un pulso entre la expolítica alicantina y Vox. Abascal afirmó la pasada semana que la exdiputada, al haber pedido su readmisión en la Abogacía del Estado, ya no pertenecía al partido y por lo tanto «es libre de hacer su vida y defender lo que ella quiera». Olona, por su parte, aseveró que «nunca» se había ido de Vox y anunciaba que pediría una reunión con Abascal para «preguntarle si caminamos juntos por un mejor futuro de Andalucía y del resto de España». La formación la emplazó entonces a decidir si quería regresar o no a la política. La pelota estaba sobre su tejado.
No obstante, tras las últimas declaraciones de Olona en una entrevista en las que criticaba aspectos internos del que hasta ahora era su partido, Vox ha zanjado la posibilidad de que vuelva a la formación. Este viernes dará una conferencia en la Universidad de Murcia, que, tal como indicó, estaría seguida de una reunión con Abascal. El siguiente paso está por verse.