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El presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos LesmesTSJC

Crisis del Poder Judicial

La salida de Lesmes aumenta la presión de Europa sobre Sánchez para reformar la elección del CGPJ

La dimisión del presidente de los jueces deja descabezado al Consejo, al Supremo bajo mínimos y suma la prórroga sine die del Constitucional

Lejos de suponer un alivio para todos los frentes implicados en la renovación de los principales órganos constitucionales afectados por la parálisis institucional, la dimisión del ya expresidente de los jueces, Carlos Lesmes, ha dejado a sus vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) más divididos que nunca. Además, la imposibilidad de que el Consejo bloqueado -sobre el que el PSOE y el PP parecen haber llegado a un principio de acuerdo- asuma los nombramientos discrecionales propios de su actividad, condena definitivamente al Supremo a una situación de inoperancia flagrante y suma la prórroga del Constitucional, caducado en un tercio desde el pasado mes de junio. El galimatías en el seno de la Justicia española es ya total. Ante semejante escenario, la Comisión Europea ha vuelto a presionar este lunes para la renovación del órgano de gobierno de los jueces.

«Los últimos acontecimientos reafirman una vez más la urgencia de encontrar una solución», ha dicho en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario de Justicia, Christian Wigand. Wigand ha insistido en las recomendaciones del último informe sobre la calidad del Estado de Derecho en nuestro país, presentado hace unos días in situ por el comisario europeo Didier Reynders, y ha recordado cómo la importancia de reformar el sistema de elección de los consejeros, con la participación directa de los jueces, antes de que España acceda a la presidencia europea el segundo semestre del próximo año.

Y lo hacía mientras a nivel interno, la mañana se abría en tres frentes distintos para tratar las cuestiones del Poder Judicial, una vez ha dimitido Carlos Lesmes. Por una parte, el juez se reunía con la Sala de Gobierno del Supremo -compuesta por todos los presidentes de cada una de las jurisdicciones- para informarles, personalmente de su salida. No se ha movido un ápice el Alto Tribunal en su «apoyo total» al ya expresidente. Fuentes próximas al encuentro han confirmado a El Debate que no se ha vuelto a tratar nada acerca de la sustitución en el cargo porque sobre este extremo se «pronunciaron suficientemente» en el último Pleno.

La situación requiere que se ponga fin de inmediato a este desastre institucionalSala de Gobierno del Tribunal Supremo

El pasado 26 de septiembre la Sala de Gobierno ya lamentó que el Presidente se viera abocado a anunciar su posible renuncia al cargo y le respaldó. «Ahora, al tomar conocimiento de su renuncia efectivamente presentada, además, de reiterar el apoyo que ya le dio, reconocer su compromiso y dedicación al Tribunal Supremo y al Poder Judicial y lamentar que haya debido dar ese paso, se considera obligada a manifestar públicamente su más profundo pesar y el de todos los magistrados del Tribunal Supremo por la situación, sin precedentes en la experiencia constitucional de España, que le ha llevado a tomar esa decisión», ha manifestado en una nota oficial al término de la convocatoria.

«El incumplimiento ya por casi cuatro años por el Congreso de los Diputados y por el Senado de su obligación de designar los vocales del Consejo General del Poder Judicial que ha de sustituir al formado en 2013 y la imposibilidad de que mientras tanto este último efectúe nombramientos discrecionales, no sólo están llevando en particular al Tribunal Supremo a una situación límite, sino que están suponiendo, además la deslegitimación del propio Consejo General del Poder Judicial, perjudican la imagen del Poder Judicial y afectan gravemente a la misma Constitución», han lamentado, tajantes, los presidentes de Sala del Alto Tribunal.

Una «cuestión previa» el día 13

Además, los sectores conservador y progresista del órgano de gobierno de los jueces se reunían, por separado, a primera hora para replantear sus posiciones ante el escenario en el que queda la institución tras la dimisión de Lesmes. No en vano, las discrepancias avanzadas hace unos días entre ambos sectores al hilo de las conclusiones del informe técnico con el que se daría solución al reemplazo de Lesmes en su cargo, siguen «muy presentes».

El Pleno del jueves será esencial para el futuro de un órgano constitucional descabezado tras la marcha de su presidente

Se trata de resolver, «antes de nada» la «cuestión previa» de la futura y eventual Presidencia del CGPJ y del Supremo. Y, para ello, los vocales de la izquierda han registrado una ampliación del orden del día del Pleno del día 13 para que se aborde la materia: «Valoración -y en su caso decisiones que legalmente procedan- del Pleno tras el cese del presidente del Consejo General del Poder Judicial».

No obstante, los avances obtenidos en el tercer frente de negociación para desencallar la grave crisis de la Justicia -el encuentro político en La Moncloa entre Pedro Sánchez, Félix Bolaños, Alberto Núñez Feijóo y Esteban González-Pons- «afectarán mucho» a lo que deba suceder en la reunión de los vocales del CGPJ. «Al menos devuelve la esperanza a una solución razonable» que ha de concretarse y que «si es cierto que hay acuerdo» entre los principales partidos «podría dejar el Pleno del próximo jueves en nada», apuntan a El Debate fuentes de toda solvencia en el caso.

Un primer paso pero nada definitivo

Los avances entre Sánchez y Núñez Feijóo para la renovación conjunta del Consejo General del Poder Judicial y del Constitucional son un primer paso después de meses de bloqueo, pero nada definitivo. Y para que llegue ha tenido que dimitir antes el presidente de ambos órganos, Carlos Lesmes, quien en septiembre había dado un ultimátum a ambas partes, hoy consumado.

El mensaje de Feijóo, tras más de tres horas de reunión con Sánchez en La Moncloa, dice textualmente: «Hemos avanzado para abordar la renovación conjunta de CGPJ y TC con un nuevo marco que profundice en criterios de independencia». No obstante, a renglón seguido lamenta la tardanza e insiste en cambiar el sistema de elección, como vienen defendiendo los populares: «Creo que este paso se podía haber dado mucho antes, y confío en que también será posible una reforma legal como pide la UE y lleva pidiendo meses el PP»