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La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. A su derecha, con mascarillas, Edmundo Bal y Begoña VillacísEFE

El final de la 'nueva política'

Los intereses personales y el desguace de Ciudadanos: «Estamos ya en el sálvese quien pueda»

«La gente del Cs auténtico poco a poco se está yendo y los que quedan es por el poder, el sueldo o el complemento salarial», se lamenta desde dentro de un partido cuyos principales dirigentes comienzan a tomar posiciones de cara a su congreso de refundación, que será en enero de 2023

El partido que hace cinco años soñaba con adelantar al PP para convertirse en la formación hegemónica del centroderecha español, vive en la actualidad envuelto en una atmósfera lúgubre, más próxima a la de un funeral que a la refundación soñada por sus líderes. Basta ver el goteo de bajas del partido liberal, que ha continuado a ritmo incesante durante las últimas semanas: Juanma Moreno ha integrado en su nuevo Ejecutivo autonómico a la expresidenta de Ciudadanos del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, y al propio exvicepresidente de la Junta y excoordinador autonómico, Juan Marín; Luz Guilarte, presidenta del grupo de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, ha renunciado a su acta de concejal informando, además, que no encabezará la lista del partido naranja para las elecciones municipales de 2023; el presidente y portavoz del Grupo Parlamentario de Cs en La Rioja, Pablo Baena, ha dimitido de sus cargos políticos y deja a un lado el Comité Ejecutivo Nacional de la formación; el portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Sevilla, Álvaro Pimentel, anuncia que abandonará este puesto a finales de diciembre para continuar de concejal raso, etc.

Edificio de la sede central de Ciudadanos en MadridEl Debate

El colosal edificio que alberga en la madrileña calle de Alcalá la sede central de Ciudadanos –cinco plantas, 2.500 metros cuadrados de despachos y salas de reuniones– está cada vez más vacío, pero continúan deambulando por sus pasillos algunos apparatchiks que acumulan años de experiencia en puestos de máxima responsabilidad dentro de las cañerías del partido. Son la memoria viva de la formación. Uno de ellos es la fuente periodística que ya conocen los lectores de El Debate. Aunque trata de mantener cara de póker, el apparatchik no consigue evitar que su rostro trasluzca un cierto pesar cuando describe para este medio los últimos acontecimientos. Enciende un cigarro y mientras atardece paseamos por el parque Eva María Duarte de Perón; es decir, cerca –aunque no muy cerca– de la sede de Ciudadanos. Todo invita a una larga conversación.

«Para comprender la situación actual del partido, las últimas salidas y malos rollos, hay que remontarse a principios de 2020. Poco antes, a finales de 2019, Albert Rivera dimite. Con él se va una parte notable de su equipo próximo. Tras asumir la presidencia, Inés tiene que conformar su propio equipo de personas fuertes. Escoge a Carlos Cuadrado, el secretario de Financias de Ciudadanos desde los principios, y a José María Espejo, que venía de ser diputado autonómico en Cataluña y ahora es diputado en el Congreso. Ambos son personas de la máxima confianza de Inés, especialmente Espejo, a quien conoce desde su etapa en Cataluña, pero nunca han trabajado en cuestiones de estrategia. Para los Comités Permanentes y de Estrategia, Inés prefiere la comodidad de trabajar con personas conocidas a rodearse de un buen equipo formado por gente con capacidad y experiencia. Muchos de los actuales males proceden de esta decisión. Porque Cuadrado y Espejo son quienes deciden pactar con Pedro Sánchez y Podemos; y luego, también realizar las mociones de censura en la Región de Murcia y en la Comunidad de Madrid. Con ellos, Ciudadanos cambia de ideología, pero no adelantemos acontecimientos... Vayamos por partes».

«Cuando Inés se pone al frente del partido, Ciudadanos sigue gobernando en cuatro ciudades autónomas y en 400 ayuntamientos. En ese momento, Ciudadanos tiene el 7 % del voto nacional, 3.000 concejales y 163 diputados autonómicos. Es evidente que Inés y su equipo no ha sabido sacar fuerza electoral de esta presencia territorial. Ella es una excelente comunicadora, pero en la gestión de los tiempos no lo hace bien y en la estrategia es aun peor».

José Manuel Villegas, Ángel Garrido, Marcos de Quinto y Begoña VillacísEl Debate

Caer en el abrazo del oso de Sánchez

«De ahí proceden los problemas... De cuando comenzaron los coqueteos con el PSOE. Primero fue el cheque en blanco para los estados de alarma de Sánchez y Podemos. Luego, un Proyecto de Ley que claramente arrincona al castellano en Cataluña, e Inés nada, en su trece; esa misma tarde se sienta a negociar los PGE de 2021 con Sánchez y Podemos. Para el votante de Ciudadanos, no digamos ya para el afiliado, esto significa una grave perturbación del ideario liberal del partido».

«A partir de entonces se desencadenar las cosas... Hay una rebelión en el grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso. Es cuando Marcos de Quinto dimite y deja su acta. La siguiente en la lista, Patricia Reyes, está ahora en el gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso; Reyes tampoco acepta la deriva que está tomando Ciudadanos. Comienzan las bajas y dimisiones en cascada de cargos relevantes: Juan Carlos Girauta, Carina Mejías… Las renuncias, que no son de ahora, se van produciendo por un hilo argumentativo común: el giro ideológico de Ciudadanos hacia Sánchez se ha ido de las manos».

Los intentos de mociones de censura de Murcia y Madrid fueron negociados por Carlos Cuadrado y José María Espejo con el conocimiento, beneplácito y aprobación de Inés ArrimadasFuente anónima de Cs

«Las mociones de censura de Madrid y Murcia aceleran el proceso de renuncias y dimisiones. Por cierto, un dato que nunca se ha dicho hasta ahora es que los intentos de mociones de censura fueron negociados por Carlos Cuadrado y José María Espejo con el expreso conocimiento y aprobación de Inés. Ella era conocedora de todo».

«Fue así. Un mes antes de las mociones de censura, Carlos Cuadrado convoca a su despacho para una reunión a Ignacio Aguado, César Zafra y Ángel Garrido. En esa reunión, Cuadrado les hace dos preguntas. La primera, ¿cómo verían realizar una moción de censura contra Ayuso en Madrid para estar en un Gobierno autonómico con el PSOE? Y la segunda, ¿cómo verían que se hiciese una moción de censura en la Región de Murcia? A la primera cuestión, sobre la moción de censura en Madrid, no lo descartaron, aunque plantearon que después, en el futuro, podía perjudicar electoralmente a Ciudadanos. Y a la segunda pregunta, sobre la moción de censura en Murcia, respondieron que Ayuso acto seguido podría convocar elecciones en Madrid, tal y como efectivamente luego sucedió».

Con mascarilla: Inés Arrimadas, Edmundo Bal y Begoña VillacísEl Debate

Huida en masa y sálvese quien pueda

«Fracasan ambas mociones y entramos en la presente fase de Ciudadanos. El partido se construyó para dar batalla al nacionalismo; para que hubiera una alternativa de gobierno en España que pusiera fin al chantaje nacionalista. Y la actual dirección ha entregado Ciudadanos a aquellos que van de la mano de los nacionalistas y a aquellos que están destruyendo los valores constitucionales. Desde entonces, los cargos públicos, al igual que los votantes, están abandonando la formación».

El sueño de Begoña Villacís es ser diputada en el CongresoFuente anónima de Cs

«La gran mayoría de los cargos que se están marchando ahora quieren seguir en política. Algunos llaman a las puertas de Vox, pero la mayor parte llaman al PP. Personas como Begoña Villacís, por ejemplo, llevan tiempo coqueteando con el PP, buscando algún tipo de suma o integración. El sueño de Begoña es ser diputada en el Congreso. Si vuelve a salir de concejal por Ciudadanos, genial, porque tiene una posición de fuerza para que luego la metan en el Ayuntamiento y, acto seguido, en las Cortes. Si no consigue el acta de concejal, no pasa nada; genial también; la recogen y la meten en el Ayuntamiento de Madrid, como han hecho con Marín en Andalucía, y luego va en las listas por el Partido Popular para las generales. Insisto, es lo que Begoña siempre ha querido. De hecho, ella ha pedido en varias ocasiones a la dirección de Ciudadanos dejar el Ayuntamiento de Madrid para irse al Congreso de los Diputados. Lo hizo tras entrar en mayo de 2015 como concejal. Luego Begoña pidió que la incluyeran en listas para las Cortes en las elecciones generales de 2015 y 2016».

El más reciente rumor es que Inés ya ha decidido que no volverá a presentarse, y que será Villacís una de las personas que se pondrán al frente del partidoFuente anónima de Cs

«El último y más reciente rumor es que Inés ya ha decidido que no volverá a presentarse; y que será Villacís una de las personas que se pondrán al frente del partido. Aquí volvemos a la doble perspectiva que tiene Begoña para el futuro: o entra en el Ayuntamiento de Madrid como concejal o se pone al frente del partido y negocia de tú a tú la integración con el PP. Esto, por cierto, es algo que choca con Edmundo Bal, abogado del Estado, que está decidido a seguir liderando Ciudadanos como marca propia. Inés ha frenado a Edmundo, que es una persona que se ha incorporado al partido en 2019, es decir, antes de ayer, porque necesita a Begoña, histórica de Cs, para ganar el congreso de refundación del 13, 14 y 15 de enero de 2023».

«Lo que estamos visualizando ahora no es más que la fase del sálvese quien pueda. La gente del Ciudadanos auténtico, poco a poco se están yendo. Y los que quedan es por el poder, el sueldo o el complemento salarial. Muchos es lo que sospechamos de la propia Inés. Tiene todos los gastos pagados, coche oficial, viajes a la Unión Europea… Ahora mismo está ganando en torno a los 160.000 euros anuales. Quizás por eso, pese a todos los fracasos, aguanta».

Varios cigarrillos más tarde, y con ese aire tan característico de lo que parecen haber visto demasiadas cosas en política, el apparatchik emprende el camino de regreso hacia su despacho.