Sánchez bordea la amnistía encubierta para los sediciosos: «La traición estaría en no intentarlo»

Patxi López no quiere llamarlo derogación del delito de sedición, como ha hecho Pere Aragonès, sino «europeización». El caso es que al PSOE le ha va a costar mucho explicar la reforma del Código Penal que ha llevado al Congreso por la vía de la proposición de ley para evitar al CGPJ y al Consejo de Estado. De hecho, ya le está costando.

El portavoz del PSOE en la Cámara Baja ha comparecido, visiblemente incómodo, para insistir en el argumentario que los socialistas vienen fabricando desde hace semanas. Las penas actuales son «desproporcionadas» y venían generando «disfunciones» con otros países de la UE.

Según López, esta reforma «va a ayudar a nuestros jueces». «En 2017, como este delito no existía en ordenamientos, la colaboración judicial con otros países no fue posible y eso impidió las extradiciones», según el portavoz socialista.

Aunque el propio López se ha contradicho al situar, a renglón seguido, la política como razón de esta reforma. «Cataluña está hoy infinitamente mejor que en 2017 (…). El presidente ha recuperado la política como herramienta del diálogo», se ha felicitado.

López ha involucrado en esta reforma a todo el PSOE, no solo a Sánchez y sus hipotecas con ERC. En este sentido, se ha dirigido a Alberto Núñez Feijóo para decirle: «Sobre esa tontería que dice de con otro PSOE esto no pasaría o que con otro PSOE pactaría le digo que lo deje ya. Que éste es el PSOE, éste es el PSOE de siempre, el que no se esconde, en el que arriesga para buscar soluciones. El que hace política para mejorar la vida de la gente aunque le cueste votos. La traición estaría en no intentarlo».

La reforma del Código Penal que este viernes han registrado los grupos parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos va mucho más allá de la rebaja del delito de sedición. Es lo más parecido a una amnistía encubierta, puesto que desaparece el delito por el que fueron condenados nueve cabecillas del procés tal y como estaba planteado.

No en vano, como ya alertó El Debate que quería Esquerra, desaparece el supuesto del incumplimiento de las leyes para aplicar el nuevo tipo penal, que en adelante se circunscribirá solo al uso de la «violencia o intimidación». Hasta ahora, el artículo 544 hablaba de quienes «se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales». En esto último está la clave.

La fórmula de la proposición de ley garantiza a Sánchez que la reforma estará en vigor esta legislatura. Puesto que, por la vía del proyecto de ley no habría dado tiempo, al tener que pasar por el Consejo de Ministros. El proyecto de ley requiere trámites de consulta e información pública (solo este último en el caso de que el Ministerio acredite urgencia) e informes de, al menos, el Consejo Económico y Social, la Oficina de Coordinación y Calidad Normativa, el Consejo Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial. Además de una consulta a las comunidades autónomas. Todo eso antes de llegar al Congreso para iniciar su trámite parlamentario.