El PNV ayuda al PSOE a burlar el reglamento del Congreso para debatir la sedición el jueves 24

El PNV ha acudido en ayuda de Pedro Sánchez para que pueda llevar a cabo su plan de convocar, el próximo jueves, un pleno extraordinario en el Congreso para comenzar la tramitación parlamentaria de la derogación del delito de sedición.

Lo ha hecho cediendo su turno al PSOE y Unidas Podemos para que su proposición de ley conjunta de reforma del Código Penal entre a macha martillo la semana que viene, aunque a los socialistas no les tocaba. Para ello, el grupo que lidera Aitor Esteban ha accedido a retirar tres proposiciones de ley suyas que ya estaban calificadas y listas para debatir en pleno; dejando así hueco a la de la sedición.

El PSOE necesita poner en marcha el contador parlamentario cuanto antes para aprobar la proposición de ley lo más pronto posible -diciembre o enero- y, así, alejarla todo lo que pueda de las elecciones municipales y autonómicas. Con la intención de aminorar el coste político de entregar el Código Penal a los cabecillas del referéndum ilegal del 1 de octubre.

La semana que viene ya había convocado un pleno para la aprobación de los Presupuestos Generales de 2023, con otros dos puntos en el orden del día: el impuesto temporal a los bancos, las energéticas y las grandes fortunas y la Ley de cooperación.

Como la presidenta del Congreso no podía cambiar el orden del día, puesto que para ello habría necesitado unanimidad del resto de formaciones, la jugada es convocar un segundo pleno el 24 de noviembre, inmediatamente después del de Presupuestos, como ya contó El Debate el lunes.

Pero ahí tenían los socialistas un segundo escollo. En cada pleno hay cupo para debatir dos proposiciones de ley de los grupos parlamentario, y en ése les debía tocar al grupo mixto y al PNV.

Así que lo que han hecho estos últimos, socios parlamentarios de Sánchez, es colar al PSOE y Unidas Podemos. ¿Cómo? El viernes 11 de noviembre, a la vez que socialistas y morados registraban la derogación del delito de sedición, el PNV cursó un escrito a la Mesa del Congreso para retirar tres proposiciones de ley suyas listas para ir a pleno. Una para endurecer el control judicial previo al CNI, otra para suprimir la prisión permanente revisable y una más para reforzar el control del Congreso sobre el Gobierno.

No es de extrañar que el PNV aporte su granito de arena, puesto que sus dirigentes han aplaudido con entusiasmo esta reforma del Código Penal. Según el lendakari, Íñigo Urkullu, «refuerza las vías políticas frente a las vías judiciales».

En cualquier caso, es una simple treta: una vez pasada la semana próxima, los nacionalistas vascos volverán a presentar sus proposiciones de ley y el Gobierno, que dispone de 30 días para dar su conformidad a este tipo de iniciativas parlamentarias, se dará mucha prisa en compensación.