El larvado y creciente distanciamiento de Lambán hacia Sánchez
Los oscuros pronósticos electorales para los socialistas de Aragón de cara a los comicios de mayo de 2023 han hecho que por un momento estalle la tensión, atisbándose el estado real de una relación que nunca fue buena y que con el tiempo ha ido deteriorándose
El presidente del Gobierno de Aragón y secretario general del PSOE regional, Javier Lambán, ha proclamado este ayer jueves su «lealtad» y voluntad de «colaboración» con el Gobierno de España de Pedro Sánchez y ha aseverado que «no hay absolutamente ninguna quiebra de la confianza en el partido» entre los ámbitos autonómico y nacional y que, de hecho, «la sintonía es total».
Lambán ha hablado con el secretario federal de Organización, Santos Cerdán, tras la intervención que realizó este pasado miércoles en una mesa de debate, en el Palacio de La Aljafería, sede del Parlamento regional, con los expresidentes autonómicos Javier Fernández, de Asturias, y Juan Vicente Herrera, de Castilla y León. «Tampoco creo que tenga hablar con Sánchez ni nada por el estilo», remarcó el presidente aragonés.
Lambán, eso sí, lamentó su intervención de este miércoles cuando afirmó que «mejor le hubiera ido a este país, y mejor hubiera ido desde todos los puntos de vista, si Javier Fernández hubiera asumido esa responsabilidad».
Aunque el presidente autonómico de Aragón se ha desdicho, verbalmente y vía Twitter, de sus palabras, lo cierto es que su distanciamiento hacia Pedro Sánchez es notorio.
De Fernández y Díaz, nunca de Sánchez
Las tensiones entre los barones, incluido Lambán, y Sánchez aumentaron en el comité federal del 1 de octubre de 2016 que condujo a la dimisión de Sánchez y a la investidura de Mariano Rajoy pero que, a su vez, condujo a la victoria del segundo, de Sánchez, en las primarias celebradas dentro del PSOE.
El presidente aragonés apostó claramente en aquellas primarias por Susana Díaz y se empleó en su defensa, «a veces con vehemencia, pero en ningún caso tratado de ofender a nadie», remarcó más tarde. Sin embargo, tras la victoria de Sánchez reconoció que en el transcurso de la campaña de las primarias «ha habido excesos por todas las partes» y «ahora toca recuperar la normalidad».
Lo que tenía que hacer Pedro Sánchez, por dignidad, es seguir la estela de sus antecesores, retirarse a un segundo plano, no estorbar, no interferir, estar a disposición de lo que el partido le reclame y dejar de insultarse a sí mismo en entrevistas como la de ayer, en no recuerdo qué cadenaPresidente autonómico del Aragón
Uno de aquellos «excesos» fue cuando el propio Lambán, tras la dimisión de Sánchez en octubre de 2016, afirmó que «Lo que tenía que hacer Pedro Sánchez, por dignidad, es seguir la estela de sus antecesores, retirarse a un segundo plano, no estorbar, no interferir, estar a disposición de lo que el partido le reclame y dejar de insultarse a sí mismo en entrevistas como la de ayer, en no recuerdo qué cadena».
Javier Lambán aseguró tras la victoria de Sánchez que no temía «ninguna vendetta» por parte del ya presidente, que tenía su «total y absoluta lealtad» y la de los socialistas aragoneses porque esta «es la base de la unidad» y sin ella «no hay recuperación de la concordia y de la fraternidad», una lealtad, remarcó, que debe ser ejercida «en las dos direcciones».
Consciente del frágil vínculo que mantienen, Pedro Sánchez llamó al líder del Ejecutivo aragonés solo unas horas después de su primer consejo de ministros, tras el triunfo de la moción de censura en 2017. Lambán, diplomáticamente, calificó aquella llamada de «muy afectuosa en lo personal y muy provechosa en lo político».
No acudió a la investidura presidencial
Sin embargo, Lambán, en enero de 2020, fue uno de los tres barones del PSOE que no acudieron a la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno tras su victoria electoral. Los otros dos fueron el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Sí acudieron otros seis presidentes autonómicos socialistas, incluida la ya entonces defenestrada Susana Díaz.
Lambán, en enero de 2020, fue uno de los tres barones del PSOE que no acudieron a la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno tras su victoria electoral
La escenificación de mayor afinidad entre Sánchez y Lambán se vivió en septiembre de 2021, cuando el presidente del Gobierno garantizó ante el jefe del Ejecutivo aragonés que una candidatura para los Juegos de Invierno de 2030 entre Aragón y Cataluña sería «en pie de igualdad».
Las condiciones fijadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para la elección del ayuntamiento que acogerá la Agencia Espacial Española han causado un notable malestar en Aragón. «El proceso supone una afrenta a la igualdad de oportunidades al descartar de inicio toda candidatura que no satisfaga unas exigencias de imposible cumplimiento para la mayor parte del territorio español y que no se relacionan con la actividad a desarrollar, sino con el desequilibrio territorial que lastra el crecimiento social, económico y demográfico de algunas zonas y que el acuerdo del Consejo de Ministros viene a perpetuar», se lamentaban desde el Ejecutivo autonómico de Javier Lambán el pasado octubre.
También Lambán, junto a Page y Vara, también ha rechazado recientemente la reforma del delito de sedición anunciada por Sánchez. El presidente autonómico de Aragón impugnó la modificación legislativa afirmando que el desafío independentista de octubre de 2017 en Cataluña fue «gravísimo» porque pretendía alterar el orden constitucional y, además, sostuvo, el Tribunal Supremo «calibró perfectamente» lo ocurrido en la sentencia que condenó a los líderes del procés.