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Felipe González con Nicolás Redondo y Marcelino CamachoGTRES

La izquierda de ideales frente a la izquierda de intereses

La razón por la que Nicolás Redondo rompió con Felipe González

En paralelo a su actividad como sindicalista, Nicolás Redondo ocupó puestos relevantes en el PSOE, que le condujeron desde impulsar el naciente liderazgo de Felipe González a terminar duramente enfrentado con él

Nicolás Redondo, sindicalista de UGT desde 1945, a partir de los años sesenta también es miembro destacado del PSOE en el País Vasco, con la particularidad de que la federación vasca es la más nutrida de cuantas dispone el Partido Socialista en aquel momento.

Al histórico XXVI Congreso del PSOE, celebrado en Suresnes, Francia, en octubre de 1974, Redondo asiste en calidad de Secretario Político del Partido Socialista –esta figura es anterior al actual puesto de Secretario General–, un cargo que ostenta desde 1971. En Suresnes Redondo renuncia y propone para sustituirle al entonces joven Felipe González –32 años–. Con este gesto, Redondo consigue que todos los opositores a la 'vieja guardia' socialista, encabeza por Federico Llopis, se integren en una candidatura única, la de González, que es la ganadora.

Así nace en la práctica un nuevo PSOE; el viejo, el proveniente de la II República y existente hasta Suresnes, tenía 3.000 militantes repartidos por toda España y seguía anclado en postulados netamente marxistas; hecho insólito dado que el poderoso Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) ya había renunciado a las ideas de Karl Marx en su famoso congreso de Bad Godesberg de 1959, marcando así la hoja de ruta al resto de las fuerzas socialdemócratas europeas.

Felipe González es quien inicia dentro del PSOE, casi 20 años más tarde que Bad Godesberg, el camino hacia los estándares modernos. El SPD no solo ejerce en el viaje de González una decisiva ascendencia ideológica, sino también de financiación –le permite poner en marcha un partido de primer nivel electoral– y geopolítica. El alcance de esta influencia geopolítica podrá comprobarse años más tarde, con González en el poder tras su mayoría absoluta de 1982.

Redondo renunció a la Secretaría General del PSOE que ostentaba en 1974 y propuso para el cargo a un joven: Felipe González

A partir de 1986 las relaciones entre Nicolás Redondo, ya líder de la UGT, con Felipe González se van deteriorando. Ese año, en consonancia con lo que González ha defendido hasta no mucho antes, Redondo aún mantiene una postura contraria a la entrada de España en la OTAN.

El PSOE de González realizó campaña para pedir un referéndum sobre la entrada en la OTAN. La postura del PSOE en aquellos años era contraria a la Alianza AtlánticaEFE

González en 3 fases: 1985, 1986 y 1987

Sin embargo, el grueso del enfrentamiento surge del choque entre las reivindicaciones de UGT y la política económica defendida por el presidente González y aplicada por su ministro de Economía, Carlos Solchaga.

Las decisiones tomadas por González en materia económica hay que entenderlas en el contexto de la entrada de España en la Unión Europea. Este largo proceso, que se viene gestando desde la Transición, culmina en 1985 de forma tan exitosa como precipitada.

Felipe González firma el Tratado de Adhesión el 12 de junio de 1985 en el Salón de Columnas del Palacio Real de MadridGTRES

La imagen de González firmando en 1985 el Tratado de Adhesión en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid es un factor decisivo para su nueva victoria electoral en las elecciones generales de 1987, en las que logra su segunda mayoría absoluta. Pero la precipitación electoral de González genera antes, durante su ronda de negociaciones con el resto de partenaires, cesiones de todo tipo. No tarda en comprobarse que las condiciones de entrada acordadas van en serio detrimento de la economía industrial española.

Redondo no realizó concesiones a las reformas de González que pusieron en marcha la «Reconversión Industrial»

Llegados a este punto, Nicolás Redondo no se deja coaccionar por la disciplina de partido del PSOE. No realiza concesiones a las reformas de González, que ponen en marcha una «Reconversión Industrial» que, en la práctica, significa la desindustrialización de España para derivar el país hacia el sector de los servicios; tal es el interés de los gobernantes en aquellos años de Francia, Alemania y Países Bajos; tres naciones que así, por la vía de eliminar la competencia española, consolidan su tejido productivo en los terrenos industrial, agrícola y lácteo.

En paralelo, la Unión Europea invierte en España entre 1986 y 2022 más de 150.000 millones de euros a través del Fondo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSE), haciendo que el país sea lo que es hoy: una referencia internacional en sectores como las energías, las infraestructuras o el turismo.

El desmantelamiento industrial acometido por Felipe González en los años 80 generó tres huelgas generales lideradas por la UGT de Nicolás RedondoEl Debate

Huelga general

En octubre de 1987, Nicolás Redondo formaliza la renuncia a su escaño en el Congreso de los Diputados argumentando que «no podemos defender como sindicato un criterio y otro distinto el grupo parlamentario».

La oposición de la UGT a la política económica de Felipe González, que en 1988 promulga una dura reforma laboral, alcanza su punto álgido con la huelga general del 14 de diciembre de 1988, convocada por UGT y Comisiones Obreras. El paro lo secunda el 90 % de la población, paralizando el país por completo.

A partir de entonces se ensancha aún más la brecha entre Redondo y González. La tensión social que generan las negociaciones por la reforma laboral obligan a González a convocar en 1989 elecciones anticipadas, que vuelve a ganar, aunque por primer vez no con mayoría absoluta. Los analistas demoscópicos afirman que la huelga general de Redondo tiene mucho que ver con la pérdida de 800.000 votos que experimenta el PSOE entre 1986 y 1989.

También en 1989 Nicolás Redondo es elegido, por unanimidad, vicepresidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), organización que agrupa a 36 confederaciones sindicales de toda Europa.

La oposición de la UGT a la política económica de Felipe González alcanzó su punto álgido con la huelga general del 14 de diciembre de 1988, convocada por UGT y CC.OO.

En octubre de ese mismo año, UGT y CC.OO. ponen en marcha la unidad de acción sindical con la firma de la Plataforma Sindical Prioritaria (PSP), en la que se recoge una veintena de reivindicaciones sociales y que sirve de base a las negociaciones de 1990 para la concertación social con la patronal CEOE y el Gobierno de González.

En 1990, es reelegido secretario general del sindicato con el 100 % de los votos. En 1992 y 1994 Redondo convoca dos huelgas generales más contra González, pero no tienen el impacto que sí logra la primera. En 1993 comunica a la comisión ejecutiva y al comité confederal de UGT su intención de no presentarse de nuevo al cargo.

Tras cerca de 14 años en el poder, un Felipe González desgastado por el surgimiento de continuos casos de corrupción dentro de las filas socialistas, con el país situado en tasas de desempleo situadas en el 21,6 % de la población española y bajo la sobra de los crímenes de Estado de los GAL termina por abandonar el Palacio de la Moncloa. En 1996 pierde las elecciones generales ante el Partido Popular de José María Aznar.