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Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, los dos candidatos a presidir el Constitucional

Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, los dos candidatos a presidir el ConstitucionalPaula Argüelles

Tribunales

La maniobra de Conde-Pumpido para ser presidente del TC: no votarse a sí mismo

En caso de empate, cinco votos a cinco, la abstención del exfiscal general del Estado le convertiría, automáticamente, en el nuevo líder del órgano por ser el de mayor edad entre los de más antigüedad

Cada voto cuenta, o no, en la elección del que será el próximo presidente o presidente del Constitucional. El Pleno constituyente del órgano, convocado este miércoles a las 13.00 horas, tendrá que decidir entre dos candidatos –el exfiscal general del Estado y favorito de la Moncloa para el cargo, Cándido Conde-Pumpido, y la catedrática María Luisa Balaguer– quién asumirá el liderazgo del Tribunal, como mínimo, durante los próximos tres años, tras el intento fallido del sector de la izquierda por acordar una única propuesta con la que concurrir, esta mañana, al cónclave. Así las cosas, «los dos tienen posibilidades reales» de alcanzar su objetivo, han asegurado a El Debate fuentes próximas a la institución.

Las mismas fuentes que apuntan a que, de acuerdo con el reparto de fuerzas del TC renovado, un sólo voto será decisivo para proclamar a Conde-Pumpido o a Balaguer, salvo que, ante un eventual seis a cinco de la última sobre el primero, éste decida abstenerse, no votarse a sí mismo y, por lo tanto, forzar la balanza a su favor ya que, en caso de empate en el resultado saldrá proclamado el magistrado de mayor antigüedad (ambos coinciden en este extremo) y de entre ellos, el de mayor edad que es Cándido. La maniobra es arriesgada porque, en caso de algún otro voto en blanco se descompensarían, de nuevo, las fuerzas pero «puede ser la única opción» del veterano jurista gallego para lograrlo.

No en vano, han sido muchos los meses de trabajo en la sombra del magistrado y varias las visitas necesarias para obtener el visto bueno de la Moncloa como para dejar el resultado al más puro capricho del destino. Cándido ha tejido concienzudamente su red de apoyos para asumir el cargo, desde principios del año pasado, y la entrada en escena de su compañera María Luisa Balaguer ha complicado bastante sus aspiraciones, ya que la también veterana magistrada contaría con el respaldo íntegro del bloque conservador de la Corte de Garantías y con el de la recién incorporada María Luisa Segoviano, además del suyo propio, para obtener seis de los once votos del nuevo Pleno que se reúne este 11 de enero.

Y es que el aspirante oficioso del Gobierno, quien no ha ocultado nunca su más que simpatía por el PSOE, se ha forjado a pulso la animadversión de un amplio bloque de la Judicatura de nuestro país, y no sólo del ala más diestra del órgano, por sus formas rudas y su fuerte carácter.

Un escenario que le ha impedido tanto plantear la abstención total de los cuatro magistrados conservadores del Constitucional ante su propuesta de Presidencia, como a fracasar en su intento por forzar la renuncia de su compañera Balaguer a cambio de convertirla en su número dos. Saltándose, para ello, una norma no escrita del Tribunal según la cual Presidencia y Vicepresidencia del mismo son ocupadas por dos magistrados de distintas sensibilidades en cada mandato.

Pase lo que pase en la reunión convocada este mismo miércoles, la votación de inicio será ajustada y disputada. Un escenario que podría inclinar la balanza «en cualquier sentido» y, al ser el voto secreto, propiciar el 'transfuguismo' de cualquiera de los recién llegados, fundamentalmente, al seno del Tribunal. De nada ha servido, por el momento, el cambio en el equilibrio de fuerzas que ha pasado de una mayoría conservadora –de seis magistrados frente a cinco– a una progresista más amplia –de siete a cuatro–, sin olvidar que continúa vacante la plaza del magistrado conservador Alfredo Montoya quien renunció, en julio, por razones de salud.

Aunque los cálculos iniciales hacían pensar que los siete magistrados progresistas prestarían su apoyo a Conde-Pumpido, la realidad es que existen dudas fundadas en el ala izquierda del Constitucional de que esta unanimidad se produzca finalmente porque, de entrada, concurre dividida al Pleno.

La magistrada María Luisa Segoviano, mujer de fuertes convicciones, carácter e independencia, clave en el resultado, parece decantarse por apoyar a su compañera del mismo nombre para conformar una Presidencia feminista, sumando su voto a los cinco que concitan los cuatro conservadores y el de la propia interesada quien, con seis apoyos, lo tendría todo a favor para ser la segunda presidenta del TC. Todo excepto que su rival prefiera no votarse a sí mismo para provocar un empate y, con ello, asegurarse sus planes.

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