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Los magistrados Rafael Mozo (izquierda) y Francisco Marín Castán (derecha)El Debate (copyright)

Crisis del Poder Judicial

El Supremo pide auxilio al Parlamento ante su «situación crítica» por las vacantes sin cubrir

La prohibición de nombramientos del Gobierno al CGPJ, sin renovar, requiere de una solución urgente para las Salas de lo Social y de lo Contencioso

solución «inmediata» a la «situación insostenible» del Supremo. El Alto Tribunal ha instado, una vez más al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que Congreso y Senado pongan fin al escenario «crítico» que vive desde que el Gobierno de Pedro Sánchez vetara al Consejo, en funciones prorrogadas desde 2018, su capacidad de nombramientos discrecionales de jueces. Una modificación que colocó al Supremo en un escenario «crítico» que se complicará, aún más, en los primeros trimestres de 2023, si nadie pone solución. No en vano, el órgano judicial acumula un total de 19 huecos en su plantilla legal de 79 -un 24%- que ascenderán hasta 24 -un 30%- antes de junio, con las jubilaciones que están por llegar.

Así las cosas, la Sala de Gobierno del TS ha propuesto la creación de de 15 nuevas plazas de letrados del Gabinete Técnico para ser cubiertas por magistrados que contribuyan a paliar la agonía, en especial de las Salas de lo Social y de lo Contencioso que siendo las más afectadas por la parálisis del Poder Judicial han visto cómo se incrementaban sus dificultades con la reciente salida de los magistrados María Luisa Segoviano y César Tolosa, respectivamente, como presidentes al frente de las mismas.

Los magistrados del Supremo han acordado por unanimidad insistir al Consejo del General del Poder Judicial para que inste al Congreso y al Senado «el imprescindible remedio inmediato» de la «situación insostenible» en que se encuentra el tribunal ante la imposibilidad legal de que se cubran las vacantes de magistrados. A ambas Cámaras parlamentarias corresponde el mandato constitucional de abordar la renovación del CGPJ. Y lo hacían, este mismo miércoles, tras hacer suyo un informe del director del Gabinete Técnico del Tribunal, a petición del CGPJ, donde se concreta el impacto real en la actividad de cada una de las cinco salas del Supremo derivada de la crisis institucional que bloquea, desde el Ejecutivo, cualquier posibilidad de cubrir sus necesidades distinta de la actualización del Consejo.

La Sala de Gobierno considera necesario que el Parlamento establezca un «remedio inmediato de este estado de cosas y promueva cualesquiera otras iniciativas a fin de impedir que empeore», ante la estimación de que en 2023 sólo en las dos salas más afectadas por las vacantes, que son la de lo Social y la de lo Contencioso-Administrativo, se dictarán en el año 2023 unas 1.230 sentencias menos (570 menos en Contencioso y 660 en Social), «con el grave perjuicio para el justiciable que eso supone», y con el grave retraso en miles de resoluciones que abocarían al «colapso» de ambas salas.

De hecho, ante la «situación crítica» en que se encuentran actualmente las Salas IV (de lo Social), con 5 vacantes en una plantilla de 13; y III (de lo Contencioso-Administrativo), con 10 vacantes en una plantilla de 33, la Sala reclama en su acuerdo la dotación de 15 plazas de letrado del Gabinete Técnico, 8 para la Sala III y 7 para la IV, con retribución de letrado coordinador y para ser cubiertas preferentemente por magistrados.

El informe aprobado resume que, a fecha de este mes de enero, el Tribunal Supremo debe contar por previsión legal con un presidente y 79 magistrados, y se encuentra sin presidente titular y con un total de diecinueve vacantes de magistrados, distribuidas así entre sus salas: dos vacantes en la Sala Primera, diez en la Sala Tercera, cinco en la Sala Cuarta y dos en la Sala Quinta, lo que supone que el Tribunal ha de desarrollar su tarea con una plantilla inferior en un 24,05% a la legalmente prevista. Y en los próximos meses de 2023 tendrán lugar cinco vacantes más por jubilación (una en la Sala Civil, una en la Sala de lo Penal, una en la Sala de lo Contencioso, una en la Sala de lo Social y otra en la Militar), es decir 24 vacantes de 79 plazas, lo que hace un porcentaje de un 30,37% menos. Además están vacantes (y ocupadas en funciones) las plazas de presidente y vicepresidente del tribunal, y las de presidentes de las salas III y IV.

Respecto a las peticiones de magistrados para el Gabinete Técnico, el informe subraya que apoyarían a las salas en las fases de decisión, donde se genera el cuello de botella más relevante, para elaborar bajo la supervisión de los ponentes los borradores de sentencias de índole repetitiva o con jurisprudencia estable y consolidada.

Según destaca el informe, «con una situación de la que el TS no es en ningún caso causante, sino víctima directa, se hace necesario articular algún sistema que permita superar las dificultades existentes y resolver los recursos en plazos razonables, para no causar mayores perjuicios a los ciudadanos, que confían en la Justicia y esperan la resolución de sus pretensiones sin dilaciones indebidas».

En cuanto a la Sala I (de lo Civil), con 2 vacantes de una plantilla de 10 magistrados, a las que se sumará otra más en el mes de marzo, el informe plantea la absoluta necesidad de prorrogar las medidas de refuerzo vigentes (cuatro letrados en Gabinete Técnico y cinco letrados coordinadores en fase de decisión).