El PSOE lleva la utilización de la Moncloa a otro nivel en una comparecencia inaudita

Se abre el telón de la Moncloa y aparece, en el medio, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. A su derecha, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que es también vicesecretaria general del PSOE. Y a su izquierda, la ministra de Educación, Pilar Alegría, que es asimismo la portavoz del PSOE. De hecho, Alegría dio ayer mismo la habitual rueda de prensa de los lunes en el cuartel general de los socialistas. Como el lunes anterior la había dado Montero. Ambas se van turnando semanalmente.

La delgada línea roja que separa la Moncloa y Ferraz lo era más desde que Pedro Sánchez designó a sus ministras de Hacienda y Educación como las caras más visibles del PSOE, el pasado mes de julio. Y este martes quedó borrada por completo, en una imagen tan inédita (no se había producido nunca antes) como inaudita que tiene mucho que ver con la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas. La trinchera socialista no distingue el Gobierno del partido.

Las dos, Montero y Alegría, criticaron al PP desde la mesa del Consejo de Ministros como si lo estuvieran haciendo desde el atril de Ferraz. La diferencia era imperceptible porque directamente no la había. Cualquiera de ellas podría haber hecho el mismo discurso desde la sede del PSOE.

La titular de Hacienda presumió de los primeros resultados arrojados por la entrada en vigor de los impuestos temporales a las energéticas y a la banca (817,4 y 637,1 millones de euros, respectivamente, y es solo el adelanto del 50 % del año), frente a las «recetas de la derecha», sostuvo. Que, según Montero, son siempre a costa del «empobrecimiento de la clase media y el debilitamiento del Estado del Bienestar».

Montero personalizó sus críticas en las comunidades de Madrid y Andalucía, que han recurrido ante el Tribunal Constitucional el impuesto a las grandes fortunas. Y acusó a los gobiernos de Isabel Díaz Ayuso y de Juanma Moreno de «defender a una minoría de contribuyentes», los que tienen un patrimonio superior a los dos millones de euros, frente a un PSOE que centra sus esfuerzos en reforzar la «Sanidad, Educación y Dependencia».

El nada improvisado mitin continuó con la intervención de la ministra de Educación, tras la aprobación en el Consejo de Ministros de una partida de 2.520 millones de euros en becas para el próximo curso. De ahí que, el lunes, Sánchez cerrara una biblioteca de Fuenlabrada para hablar con cuatro jóvenes becados.

Alegría deslizó al comienzo de su intervención que la cuantía es un 70 % más de lo que el Gobierno de Mariano Rajoy dispuso para becas en sus últimos Presupuestos Generales. Y un poco más adelante afirmó: «Desgraciadamente comprobamos cómo hay comunidades autónomas que eliminan el impuesto de Patrimonio a las grandes fortunas y sin embargo luego son las comunidades autónomas que menos invierten por alumno en la Educación pública».

Y remató la jornada la portavoz del Ejecutivo, que presumió: «Hay millones de españoles que conocen la acción del Gobierno». Acto seguido, Rodríguez destacó que en los últimos días ha tenido oportunidad de hablar con muchos pensionistas agradecidos con el Gobierno de Sánchez por la subida de las pensiones.