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Ione Belarra aplaude a Irene Montero en el CongresoEFE

Con calma

El PSOE ha podido reformar la ley del 'solo sí es sí' tres veces en los 100 días que lleva perdidos

El Gobierno tardó 34 días en modificar –en pleno verano– la ​Ley del Poder Judicial para presionar al CGPJ, pero con la norma de Montero se está tomando su tiempo; en contra de las víctimas

La ministra de Justicia, Pilar Llop, reconoció este mismo jueves que la ley del 'solo sí es sí' ha generado un problema «muy grave». No dijo nada nuevo, sino que es lo que vienen sosteniendo los socialistas desde que Pedro Sánchez oficializó su voluntad de reformar la ley. La semana pasada, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, llegó a hablar de «parar la sangría de la alarma».

Sin embargo, pasan los días, las semanas y los meses y la ley sigue como estaba. Y así se mantendrá, al menos, tres semanas más, hasta mediados de marzo en el mejor de los casos. Puesto que la toma en consideración de la proposición de ley registrada por los socialistas en la Cámara Baja no se producirá hasta el 7 de marzo. Y después aún quedará camino en el Congreso y el Senado.

Ayer se cumplieron 100 días desde que se produjo la primera revisión de condena a la baja, el ya lejano 15 de noviembre. Ahora más de 580 condenados por delitos sexuales se han visto beneficiados ya por la ley Montero, entre revisiones de condena a la baja y sentencias posteriores. Y podrían llegar a 4.000, según la estimación que los jueces hicieron a las integrantes de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad del Parlamento Europeo, que esta semana ha visitado España para interesarse por la materia. Les dieron una estimación de cuatro o cinco años de efectos no deseados.

Las urgencias del presidente del Ejecutivo y de la ministra Llop se han ido evaporando, toda vez que el presidente ha encontrado en Irene Montero más resistencia de la que esperaba. Ahora parece que su prioridad no es ya taponar la herida del 'solo sí es sí', sino alcanzar un acuerdo con sus socios para que la sangre de la coalición no llegue al río. Tampoco contó con que ERC, Bildu y otros aliados del Gobierno iban a salir en defensa de la ministra de Igualdad y presionar para que las partes lleguen a un acuerdo.

Entretanto, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, insistió en la SER en que «es importante no fomentar un discurso del terror sexual». Y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Vicky Rosell, se enzarzó ayer en una discusión en Twitter con la eurodiputada de Cs Soraya Rodríguez cuando esta última le reprochó: «Es una irresponsabilidad que no hayáis modificado la ley YA».

Ya aquel 15 de noviembre en que saltó el primer caso a la palestra, el Gobierno dijo una cosa por la mañana y la contraria por la tarde: primero, la portavoz señaló tras el Consejo de Ministros que era una ley buena y que no tenía más que decir; horas después, María Jesús Montero planteó por primera vez la posibilidad de que la norma fuera revisada. Aunque rápidamente tuvo que dar marcha atrás.

Tiempo han tenido

En estos 100 días, a los socialistas les habría dado tiempo a modificar la ley tres veces, siguiendo el modus operandi con el que el pasado verano reformaron los artículos 570 bis y 599 de la Ley orgánica del Poder Judicial. Aquella fue una reforma exprés con la que Sánchez intentó, sin éxito, obligar al CGPJ a designar a sus dos candidatos para el Tribunal Constitucional aun estando en funciones.

Entonces, el PSOE y Unidas Podemos solventaron la tramitación parlamentaria en tiempo récord en pleno verano: solo necesitaron 34 días, los que transcurrieron desde que el 24 de junio registraron la proposición de ley y hasta que, el 28 de julio, el BOE publicó los cambios. La modificación fue tramitada por el procedimiento de urgencia, para acortar los plazos a la mitad, y en lectura única, que es cuando las enmiendas parciales y a la totalidad se solventan en un único debate ante el pleno.

Este último 'atajo de atajos' es más habitual de lo que pudiera parecer. Este mismo jueves, la ley del nuevo cupo vasco y las reformas del concierto vasco y el convenio económico con Navarra fueron aprobadas por esta vía; con el beneplácito del PP.

La modificación del Código Penal para derogar el delito de sedición y rebajar la malversación tampoco llevó demasiado tiempo a socialistas, morados e independentistas. Porque entonces tenían un objetivo común, no como con la ley del 'solo sí es sí'. En esa ocasión, la tramitación de la proposición de ley conjunta del PSOE y Unidas Podemos duró, exactamente, 42 días.

La semana próxima no hay pleno, sino que será una semana valle en el calendario parlamentario. Las partes siguen con el tira y afloja, pero la presión mediática ha descendido con el paso de las semanas, y lo saben. La séptima propuesta que Igualdad envió a Justicia tampoco convenció al ala socialista del Gobierno. A ver la octava.