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El expresidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps, durante su declaración en la Audiencia Nacional por una pieza del caso Gürtel.

El expresidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps, durante su declaración en la Audiencia Nacional por una pieza del caso GürtelA.N.

Tribunales

La declaración de Camps desactiva las dos líneas de la acusación contra él por la Gürtel valenciana

El expresidente autonómico se sentaba esta misma semana para acreditar, por décima vez, su inocencia

Dos trajes fueron el comienzo de un calvario personal, político y judicial para el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps y dos mostradores serán el punto y final del mismo tras declarar, esta semana, en el juicio que se sigue contra él y otros acusados en la Audiencia Nacional por las presuntas irregularidades cometidas, cuando estaba al frente de la Admnistración regional, de la que ha venido en llamarse la Gürtel valenciana.

Con su intervención ante el juez, Camps ha desactivado las dos líneas que la acusación sigue contra él en la causa: por una parte, el hecho de que prevaliéndose de su cargo diese instrucciones a la Directora General de promoción institucional para que adquiriese las estructuras de la discordia a una empresa concreta, en detrimento de otras posibles ofertas. Algo que la exalto cargo en cuestión, Dora Ibars, ha negado. Al igual que lo hacía el contable de dicha mercantil, Orange Market, Cándido Herrero: «Cuando las cosas dependían de ella no nos daba nada», confirmando la versión de Camps.

Por otra, la existencia de una presunta relación de amistad entre el expresidente valenciano y el presidente y responsable de Orange Market, Álvaro Pérez alias 'El Bigotes', negada no sólo por el propio Camps sino ratificada por Herrero, también imputado en la pieza de Gürtel que se juzga en la Audiencia Nacional donde aseguró que «nunca vio ni oyó» a ambos a hablar entre sí, eso que Pérez y Herrero trabajaban juntos en la misma oficina.

Herrero prestó declaración bajo juramento, pese a que el Tribunal le explicó que como imputado no tenía que jurar ni prometer nada, a lo que como procesado contestó que «yo como católico, le doy al juramento el mismo valor que a una confesión», y en ese contexto dijo que desde la Generalitat «no nos daban nada, de hecho, Crespo estaba muy enfadado porque no sacábamos nada, y yo iba a aconsejar a Álvaro Pérez que buscáramos otra cosa, cuando ocurrió la operación policial», en referencia a uno de los accionistas de la empresa y ex secretario de Organización del PP Gallego Pablo Crespo Sabarís.

Así las cosas, Camps afirmaba tajante cómo «nadie» en el Partido Popular pensó que los miembros de la trama «estuvieran haciendo nada raro». «Ni (Mariano) Rajoy, ni yo», subrayaba el que fuera líder del PP en la Comunidad Valenciana y que hoy se enfrenta a una petición de la Fiscalía Anticorrupción de dos años y medio de prisión por las presuntas irregularidades cometidas bajo su mandato en la adjudicación del contrato de un par de expositores para el stand valenciano de Fitur 2009 a la empresa Orange Market.

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