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Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-GallardoPaula Andrade

Balance «positivo»

Un año de Gobierno de PP y Vox en Castilla y León: ¿fórmula extrapolable a otras comunidades tras el 28-M?

El apoyo a la natalidad y a la familia, el compromiso con el mundo rural o el impulso de las capacidades productivas de la región son algunos de los ejes que han marcado las políticas del Ejecutivo regional

365 días han pasado desde que el Partido Popular y Vox alcanzaran un acuerdo de Gobierno en Castilla y León. Era todo un reto para ambas formaciones y ahora, un año después, el balance resulta positivo para las dos partes, que ven cumplidos muchos puntos de aquel pacto y logrados importantes avances en diversos ámbitos para la región. El 13 de febrero de 2022 las urnas hablaron: el PP, que ganó las elecciones, y Vox, que despegó alcanzando los 13 escaños, debían entenderse, frente a un PSOE en claro retroceso, perdió 7 escaños respecto a 2019.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aspiraba a gobernar en solitario. Después de haber advertido «falta de lealtad» en Ciudadanos, su otrora socio de coalición, –lo que, sumado a la posibilidad de que los socialistas presentaran una moción de censura contra él, le llevó a convocar elecciones anticipadas–, la pretensión del dirigente popular era un Ejecutivo monocolor en aras de garantizar estabilidad.

Por su parte, Vox se enfrentaba a su primera experiencia de Gobierno, por lo que la nueva etapa se veía como una 'prueba de fuego' de su capacidad de gestión. Ambos comenzaron con «cierta desconfianza», como explican a El Debate fuentes cercanas al vicepresidente Juan García-Gallardo, pero a lo largo de este primer año de legislatura se ha conseguido «encontrar una fórmula» de avanzar e impulsar medidas para el conjunto de los castellanos y leoneses, y ahora la coalición está «engrasada».

Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, en el pleno de las Cortes de Castilla y LeónEFE/ R. García

El 10 de marzo de 2022, Mañueco y García-Gallardo presentaban su acuerdo de legislatura en el que, si bien indicaban que eran «conscientes de las diferencias» entre ambas formaciones, remarcaban que eran también «responsables ante el mandato de los ciudadanos», y lo asumían con la intención de establecer un programa estable de gobierno para la región.

Desde entonces, han ido impulsando una serie de medidas en línea con los ejes principales de aquel pacto, entre los que se encuentran el apoyo a la familia y la natalidad, el compromiso con el mundo rural o el impulso de las capacidades productivas de Castilla y León para la creación de empleo, desde la agricultura y la ganadería a la industria o el turismo.

Así, fuentes del Gobierno autonómico señalan que durante este año se han puesto en marcha medidas «trabajando con plena normalidad en ejecutar el programa y en los objetivos de modernización» de la región, «protección de las personas y creación de oportunidades de futuro para garantizar la calidad de vida y el bienestar» de los castellanos y leoneses.

Destacan la aprobación, en diciembre, de los Presupuestos para 2023, que, basados en la idea de «menos impuestos, más familia, más servicios públicos», son los más altos y con menos impuestos de la historia de la comunidad autónoma, y que contraponen a los aprobados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez –contra los que tanto el PP como Vox presentaron en su momento sendas enmiendas a la totalidad–. Las cuentas públicas regionales se vieron por los dos socios del Ejecutivo autonómico como unos presupuestos de la «unidad» y fruto del trabajo entre ambos.

En la actualidad, Castilla y León se sitúa como una de las primeras comunidades autónomas en recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia. Los datos de la última Encuesta de Población Activa que realiza el INE parece, además, respaldar las medidas impulsadas para la creación de empleo: es la tercera región con menos paro de España. Por otra parte, la comunidad autónoma ha sido designada recientemente por la Comisión Europea primer 'Valle de la Innovación', y pretende atraer empresas y talento a la región.

Atrás queda la polémica desatada el pasado enero a raíz del protocolo provida propuesto por Vox, que se interpretó como la primera crisis de la coalición pero que finalmente no fue a mayores. Dado que son formaciones distintas, existen puntos de discrepancia entre los dos socios, como es el caso de la Ley de Memoria Histórica que Vox pide derogar. Fuentes de la formación apuntan que en este aspecto avanzan «más lentamente», pero dicen confiar en que se puedan seguir cumpliendo los puntos del acuerdo.

Desde el entorno del vicepresidente trasladan que el balance de este primer año es positivo, y que aunque todavía queda por hacer, ponen el acento en «lo mucho que se ha hecho». «Somos positivos. Se está demostrando que Vox es capaz de gobernar», aseguran. Los de Abascal miran con buenas expectativas los comicios de mayo, donde esperan entrar en varios gobiernos autonómicos y ser determinantes.