Una incógnita
La fecha del debate de la moción de censura de Vox, en manos de Pedro Sánchez
El caso Mediador y la división entre los socios del Gobierno a cuenta de la reforma del 'solo sí es sí' suponen un nuevo escenario para el PSOE a la hora de decidir si alejar o acercar la moción al 28-M
La Mesa del Congreso admitía a trámite este martes el escrito de la moción de censura registrada el pasado 27 de febrero por el Grupo Parlamentario Vox, al cumplir los dos requisitos exigidos: ser propuesta por, al menos, una décima parte del Congreso –35 diputados–, e incluir el nombre de un candidato a la presidencia del Gobierno, en este caso, el de Ramón Tamames. Ahora, la fecha en que se producirá su debate y su posterior votación continúa siendo una incógnita.
La formación de Abascal esperaba tener noticias al respecto esta semana, pero no se han producido hasta la fecha. Una vez se registró la moción, el siguiente paso fue la calificación del texto por parte de la Mesa del Congreso, que acto seguido lo remitió al presidente del Gobierno y a los portavoces de los grupos para que lo estudien. Así, se ha puesto en marcha el cronómetro de los plazos parlamentarios.
Tal como establece el reglamento de la Cámara Baja, hay un mínimo de cinco días desde su presentación, pero no hay un máximo fijado. La decisión sobre cuándo subirá el economista Ramón Tamames a la tribuna para exponer su análisis de la situación, previa presentación de Santiago Abascal, recae en la Mesa, en manos de la socialista Meritxell Batet, presidenta de este órgano. Por lo tanto, desde el principio se ha entendido desde las filas de Vox que se elegirá el momento que más convenga al PSOE.
En las anteriores, no más de un mes
La de los 52 diputados de Vox es la sexta moción de censura que se presenta en democracia, la segunda registrada por esta formación. Hasta ahora, el tiempo que ha transcurrido desde el registro formal de la iniciativa parlamentaria hasta su debate en el Congreso ha oscilado entre menos de una semana y casi un mes, por lo que a priori lo esperable sería que se celebrara la segunda quincena de marzo, pero hay varios frentes abiertos que ponen en duda cuál será la estrategia.
En la moción que Vox presentó en 2020, con el propio Abascal como candidato a la presidencia del Gobierno, pasaron 21 días. Entonces, se sabía que no iba a prosperar, pues todos los grupos parlamentarios habían anunciado su voto en contra. Algo más tardó la primera moción contra Mariano Rajoy presentada por Podemos, encabezada por Pablo Iglesias, que se registró un 19 de mayo de 2017 y se debatió el 13 de junio, 25 días después, dándose por descontado que tampoco saldría adelante al no tener los 176 síes necesarios.
En el caso de la presentada por el PSOE con Pedro Sánchez como candidato, también contra Rajoy, no transcurrió ni una semana, –como tampoco en las dos primeras, la de Felipe González contra Adolfo Suárez en 1980, y la de Antonio Hernández Mancha contra González en 1987–, registrándose el 25 de mayo de 2018 y siendo debatida el 31 del mismo mes.
En aquella ocasión, la Mesa del Congreso, entonces presidida por la 'popular' Ana Pastor, pensaba que fracasaría y no quiso alargar los plazos con la intención de reducir el margen de maniobra del que era en ese momento líder de la oposición. Hasta la fecha, esta ha sido la única moción que ha prosperado, logrando el apoyo –180 votos a favor– de quienes desde entonces son socios del Gobierno de Sánchez.
Cambio de escenario
Las cosas han cambiado desde diciembre, cuando Vox anunció que daba el paso de presentar una nueva moción para convocar elecciones inmediatas y retratar al Gobierno. Hasta hace unas semanas parecía que los socialistas se decantarían por debatirla cuanto antes, lo más alejada posible de la cita con las urnas en mayo, o, si consideraban que les serviría para demostrar su fuerza parlamentaria –al reunir los apoyos de la mayoría de la Cámara–, aproximarla a los comicios autonómicos y municipales.
Sin embargo, no imaginaban que a mediados de febrero saltara a escena el conocido como caso Mediador que ha puesto en jaque al PSOE. La nueva trama de corrupción socialista que se investiga está siendo un quebradero de cabeza para el partido que lidera Pedro Sánchez, que, al mismo tiempo, está siendo testigo de la brecha abierta en su Gobierno de coalición a cuenta de la reforma de la ley del 'solo sí es sí' esta misma semana.