Fundado en 1910

El profesor Ramón Tamames, junto al líder de VOX, Santiago Abascal (d), durante el debate de la moción de censura de VOXEFE

Moción de censura

Ramón Tamames enumera los errores del sanchismo y los ataques del Gobierno a la separación de poderes

El candidato de Vox a la moción de censura llama a los partidos constitucionalistas a que recuperen la concordia para España

Ramón Tamames no dejó prácticamente ningún tema en el tintero en su diagnóstico de la situación que atraviesa España. El candidato de la moción de censura de Vox abordó en su primera intervención del debate, desde el escaño del Congreso, al que volvía después de 34 años, desde la situación de discriminación lingüística en Cataluña, el «partidismo» de la ley de Memoria Democrática o las reformas de los delitos de la sedición y la malversación, hasta la precariedad laboral, el «declive» del desarrollo industrial, el giro en la política exterior tomada por el Gobierno de España respecto al Sáhara, la inmigración o el caso Mediador que afecta al PSOE.

Comenzó su intervención parlamentaria remontándose a la época de la rebelión estudiantil, en 1956, cuando, en su paso por la cárcel de Carabanchel, reflexionó, junto a otros como Fernando Sánchez Dragó -quien le propuso ante los dirigentes de Vox como candidato-, sobre la necesidad de la «reconciliación nacional» y una «conquista de las libertades». «Pedía una Constitución democrática para España (...)», dijo subrayando que cuando, tiempo después, se aprobó la Carta Magna, los españoles «dimos una lección a Europa y a todo el mundo». «Trato de defender ese compromiso que adquirimos», expresó Tamames.

Tamames aseguró sentir indignación por el hecho de que en Cataluña se niegue, «en cierto modo, con el beneplácito de su Gobierno» -espetó a Pedro Sánchez-, que se imparta al menos el 25 % de español en los colegios de la región, siendo esta la lengua común de los españoles. También criticó con firmeza la Ley de Memoria Democrática que viene a ampliar la ley de Memoria Histórica de Zapatero. «La memoria histórica nos ha creado muchos problemas y nos los va a crear», aseveró. «Está faltando a la veracidad y está por el partidismo», señaló, remarcando que en la Guerra Civil española «se cometieron atrocidades en los dos bandos» y no solo uno de ellos como ahora se intenta trasladar. Afeó en este sentido que se cuenten «bondades extraordinarias» de la Segunda República, y aconsejó a los diputados que «dejen las historia a los historiadores».

Además, criticó que los Gobiernos, este y los anteriores, hayan estado «dominados» por la sobrerrepresentación electoral del separatismo, lo que ha implicado en las últimas décadas, por la ley electoral, depender de estas formaciones para gobernar. «La autodeterminación no existe», aseveró, al tiempo que recriminó al PSOE que vayan «de la mano» de partidos independentistas «que quieren romper aquello que quieren gobernar», aludiendo al concepto del Gobierno Frankenstein y a los reproches que ya en este sentido han realizado históricos socialistas, como Rubalcaba o Alfonso Guerra, así como que el Gobierno esté apoyado en quienes «hasta hace muy poco» empleaban la violencia, en referencia a Bildu. «Hay que cambiar. Hay que apoyarse en otros partidos», instó Tamames a Pedro Sánchez. Y continuó: «Su Gobierno, señor Sánchez, no respeta la división de poderes. Montesquieu es un visitante molesto».

«Usted ha utilizado la gracia personal para toda una serie de situaciones», reprochó al presidente del Gobierno, criticando que haya suprimido el delito de sedición y rebajado el de malversación, pero también otras leyes, como la del 'solo sí es sí' que ha beneficiado a más de 700 agresores sexuales hasta la fecha. Y le afeó, en este sentido, que se atribuya a sí mismo el calificativo del Gobierno «más feminista» de la historia. También, que Pedro Sánchez y su Ejecutivo recurran al decreto ley, un instrumento extraordinario -hasta 132 veces en toda la legislatura- en «algo casual».

Centrándose en la cuestión económica, el profesor Tamames lamentó que España, pese a lo que defiende el Gobierno, es «la única economía grande» que, de los 27 países de la UE todavía no ha alcanzado el nivel del PIB previo a la pandemia, con países como Malta o Eslovenia por encima. Además, recordó que la tasa de paro en nuestro país dobla la media de la UE, especialmente el paro juvenil. Ello unido al anuncio del reparto inmediato de becas a un millón de estudiantes -«¿no es eso una forma de comprar votos?», preguntó Tamames-, o a los retrasos en la seguridad social, entre otras cosas, crean una «situación de desmadre generalizado». El candidato de esta moción de censura recriminó al Gobierno que se suban los salarios mínimos sin contar con los empresarios, y que se ataque a las grandes empresas y a empresarios, como ha hecho parte del Ejecutivo con Amancio Ortega o Juan Roig.

Al final de su intervención apeló a los partidos constitucionalistas, a los que pidió que «cumplan con un mínimo para toda la nación» y hagan un pacto «para hacer posible que el país recupere una cierta concordia, paz y entendimiento» entre la mayoría de los españoles, y aseguró que considera necesario «un cambio radical» que vuelva a la defensa de la monarquía parlamentaria, la unidad nacional y la bandera nacional. «¿Tienen los problemas de España solución?», preguntó. «Nuestra opinión es rotunda: sí lo tienen. (...) Pongamos nuestros medios para hacerlo», concluyó el profesor.