Sánchez descubre sus cartas a la primera: ridiculiza a Vox y responsabiliza al PP

No se pudo aguantar Pedro Sánchez más las ganas y no esperó ni siquiera a escuchar el discurso de Ramón Tamames para pedir la palabra en el Congreso antes de las diez de la mañana, aprovechando que como presidente del Gobierno puede intervenir en cualquier momento. Y la tuvo durante más de 50 minutos.

«La suya es una moción de censura de tierra quemada», replicó Sánchez a Abascal, «que no aspira a construir sino a destruir». A juicio del presidente, no hay motivos para que Vox recurra a este instrumento por segunda vez en esta legislatura.

El presidente hizo un ejercicio de política ficción y se preguntó qué habría pasado si Abascal hubiese ganado su primera moción de censura, la de octubre de 2021. Según él, no habrían aumentado las pensiones, ni el salario mínimo interprofesional, ni la inversión en becas, tampoco la hucha de las pensiones, ni los efectivos de la Policía y de la Guardia Civil. Y «la derecha y la ultraderecha» no habrían sido capaces de enfrentarse a Bruselas en defensa de una solución ibérica.

En todo momento, Sánchez metió en el mismo saco a Vox y al PP, al que reprochó por enésima vez que se abstenga en vez de votar en contra. El «socio de abstención», llamó a los de Alberto Núñez Feijóo, que estará ausente en todo el debate. «Esos que mañana se van a abstener son tan responsables como usted del inmenso daño que hacen a la democracia española», continuó. «Por lo visto este delirio al señor Feijóo no le produce ni frío ni calor, le deja indiferente», añadió.

«Vox es el glutamato de la derecha. Un simple procesador del sabor extremo y radical», remachó. Y mandó un mensaje a Feijóo por hacer, con su abstención, un «pago en diferido, un anticipo de caja» a Abascal. «Tengan cuidado, porque este negocio es de los que dejan mancha y más pronto que tarde la ultraderecha vendrá a exigirles un segundo pago para saldar las deudas».