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Los vocales del Consejo General del Poder Judicial reunidos en el Pleno extraordinario de 20 de diciembre de 2022

Los vocales del Consejo General del Poder Judicial reunidos en el Pleno extraordinario de 20 de diciembre de 2022

Crisis institucional

Tres vocales de la izquierda del CGPJ, en contra de la dimisión en bloque para dinamitar el Pleno

Hoy se reúne, por segunda vez, el sector de la izquierda del órgano de gobierno de los jueces a propuesta de Álvaro Cuesta, tras la salida de Concepción Sáez

Todo apunta a que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) seguirá, por el momento, en funciones prorrogadas hasta el final de la legislatura. El intento del vocal Álvaro Cuesta –exdiputado del PSOE durante casi 30 años y el miembro del órgano más próximo al Gobierno de Pedro Sánchez– fracasará en su intento por conseguir la dimisión en bloque de todos los consejeros del bloque de la izquierda, para dinamitar el Pleno de este próximo jueves, tras la salida de la vocal Concepción Sáez. «De hecho», según fuentes próximas al Consejo, el propio Cuesta ya estaría «reculando» en su paso al frente de la semana pasada tras la «lección que les dio a todos» Sáez con su renuncia.

Así las cosas, a medida que han ido avanzando los días también lo han hecho las «dudas» al respecto de que, en realidad, los consejeros de la izquierda del CGPJ «se quieran ir» y «mucho menos ahora». Además, el promotor de la acción, Álvaro Cuesta, no habría logrado la unanimidad de sus compañeros en un intento –«orquestado desde la Moncloa»– por frustrar el ya mermado funcionamiento del Consejo y provocar su inmediata renovación. Los vocales Roser Bach, Pablo Lucas Murillo y Mar Cabrejas «no ven» con claridad que ésa sea la solución para la crisis institucional que atraviesa el órgano desde hace algún tiempo atrás.

Las alarmas saltaban hace una semana cuando, según ha podido saber El Debate, Cuesta se dirigía a sus compañeros del sector zurdo aludiendo a la renuncia de la Letrada (LAJ) Sáez para pedirles «abrir» el debate sobre la parálisis que afecta al CGPJ, en funciones prorrogadas desde 2018, y preparar una dimisión concertada entre todos ellos. Un movimiento que obligaría, por la falta del quorum legal necesario en el Pleno, a declarar la inviabilidad de la institución.

Además, con la estrategia fallida, Cuesta habría tratado de lograr un anuncio que formalizar en el cónclave previsto el día 30 de este mes y así se lo habría trasladado, antes incluso de conocer el resultado negativo del mismo, a su presidente Rafael Mozo. A juicio del portavoz de los vocales de la izquierda del Consejo, tras la dimisión de Carlos Lesmes el pasado mes de octubre, y la categórica y definitiva decisión de Sáez, la descomposición del CGPJ es un hecho.

No ha sido ésta, sin embargo, la primera vez que el socialista insta a sus compañeros del CGPJ, sin éxito, a mover ficha en una misma dirección. Hasta la fecha, Cuesta nunca ha logrado convencer a la mayoría suficiente de ellos como para conseguir su objetivo. Al menos los tres vocales, Bach, Cabrejas y Lucas Murillo, incluso pese a ser afines al bloque de la izquierda, consideran que su «deber» para con el mandato recibido es permanecer en sus puestos, para los que fueron designados en 2013, hasta que la renovación del máximo órgano de representación de los jueces sea efectiva, por el cauce ordinario del trámite parlamentario.

Lo que sucede es que a Cuesta, «que no presentará su dimisión de forma individualizada», Concepción Saéz «le ha adelantado por la izquierda», sostienen las fuentes consultadas por El Debate. De ahí que reaccionase apenas 24 horas más tarde, para no perder el «liderazgo» del que siempre ha hecho gala en su sector, subrayan las mismas fuentes. Al tiempo que recuerdan que, durante los últimos cuatro años de la prórroga del Consejo, Cuesta ha sido «crítico con la boca pequeña». «Ha señalado al resto como si fuesen okupas en sus cargos» pero no ha renunciado en solitario. No en vano, tiene dedicación exclusiva en la Comisión Permanente y una retribución que supera los 125.000 euros brutos anuales por ella.

Renovar el CGPJ a la medida de Sánchez

El objetivo fallido de este último intento, liderado por Álvaro Cuesta, pasaba por lograr una decisión conjunta y simultánea, en un número suficiente de vocales para obligar a los partidos políticos a renovar el CGPJ. Eso sí, a la medida del actual Gobierno. Un escenario para el que no serviría de nada un goteo de dimisiones, dilatadas en el tiempo, que sólo reforzarían la distancia con el bloque mayoritario, el conservador, que ganaría aún más terreno ante las futuras y eventuales resoluciones del Consejo. Por el contrario, la renuncia al unísono de los 8 vocales habría tenido efectos irrevocables para la viabilidad del órgano.

Una baja coordinada de siete vocales del bloque zurdo, unidos a la salida ya formalizada de Concepción Sáez, el Pleno del Consejo–que tiene previsto reunirse este mismo jueves– no hubiese podido continuar su actividad ordinaria al perder el número mínimo de consejeros, once, necesarios para alcanzar el quorum legal. Y es que, tras la dimisión de Sáez, el Consejo se ha visto reducido ya en cuatro vocales, de los veinte constitucionalmente previstos, una vez contabilizada la dimisión del propio Carlos Lesmes, el pasado otoño; la jubilación del exmagistrado del Supremo Rafael Fernández Valverde; y, el fallecimiento de María Victoria Cinto. A ello habría que sumar la renuncia del propio presidente interino, Rafael Mozo, ante su incipiente jubilación en el mes de julio.

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