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Pedro Sánchez y Xi Jinping, en PekínMoncloa

Rebaja el optimismo

China difunde su versión de la reunión con Sánchez y cómo Xi Jinping ignoró su petición

El presidente chino intercedió por Putin ante su homólogo español, según la televisión estatal. No tiene intención de llamar a Zelenski ni de dejar de apoyar a Rusia

El presidente de China ha hecho oídos sordos a la petición que le ha hecho Pedro Sánchez para que mantenga una conversación con Volodímir Zelenski y avanzar en el camino hacia una paz «justa y duradera», como afirmó Sánchez en una comparecencia desde Pekín después de entrevistarse con Xi Jinping.

En esa misma rueda de prensa, el presidente español no quiso desvelar nada de lo que le dijo a puerta cerrada su interlocutor. «Hablo en nombre del Gobierno de España, y la posición que tengan que dar el presidente Xi y el Gobierno de la República Popular China sobre los asuntos que hemos tratado en la reunión bilateral tendrá que ser el Gobierno de la República Popular de China», se justificó.

No obstante, la televisión estatal china difundió poco después parte del contenido del mensaje que Xi Jinping trasladó a Sánchez, echando por tierra cualquier acercamiento. Según el canal oficialista, el mandatario chino intercedió por Vladimir Putin ante Sánchez para que la UE ponga fin a las «sanciones y la presión extrema» a Rusia, al que definió como su «socio estratégico».

Además, y según recogen la agencia alemana DPA y Europa Press, Xi Jinping apostó ante Sánchez por «acabar con la mentalidad de Guerra Fría y la confrontación de bloques». Y criticó de forma más o menos velada el proceso de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, que Putin ha amenazado con replicar una vez que se consume.

En su comparecencia ante la prensa, Sánchez también fue preguntado si notaba que su mensaje había calado ante el presidente Xi. Y respondió con una evasiva: «Lo que es importante, a mi juicio como presidente del Gobierno de España, es que se conozca cuál es la posición de España, cuáles son los argumentos y las razones por las cuales estamos apoyando como estamos apoyando a Ucrania», sostuvo.

Y añadió, a renglón seguido: «Lo es en un doble motivo. La UE es un proyecto de paz, de respeto y de convivencia pacífica entre naciones, y no se puede violentar de manera unilateral, como se está haciendo por parte del presidente Putin, la soberanía y la integridad territorial de una de un tercer país, de una nación como Ucrania. En segundo lugar, porque existe también el telón de fondo, una amenaza deliberada por parte del presidente Putin de debilitar a la UE».

El encuentro entre ambos mandatarios venía caldeado, unas horas antes, por quien menos podía imaginar Pedro Sánchez: su aliada y presidenta de la Comisión Europea. Ursula Von der Leyen acusó el jueves a China de aprovechar la «debilidad» de Putin para «aumentar su influencia» sobre Rusia, y criticó el plan de paz para Ucrania que el gigante asiático publicó en febrero. Según la Comisión Europea, equipara a agresor y víctima.

No obstante, el Gobierno de España considera que este documento es un paso importante, porque de los 12 puntos que contiene el primero es un llamamiento a «respetar la soberanía de todos los países». «El derecho internacional universalmente reconocido, incluyendo los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, debe ser estrictamente observado. La soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países deben ser efectivamente defendidas», reza, en concreto.

La propia Von der Leyen viajará la semana que viene a Pekín en compañía del presidente francés, Emmanuel Macron. Después será el turno de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Y también el alto representante de la UE, Josep Borrell, se entrevistará en fechas próximas con Xi Jinping.

A la vez que China daba su versión del encuentro, desde España la ministra de Defensa, Margarita Robles, defendía el «carácter histórico» de esta visita de Sánchez, en consonancia con la versión mantenida por el Ejecutivo en los 10 últimos días. Robles se declaró orgullosa de que el presidente del Gobierno de España «tenga un protagonismo en China para la búsqueda de la paz».