Los narcosubmarinos que la banda Crucero enviaba a Galicia cargados de cocaína

Transportar toneladas de cocaína por todo el océano Atlántico en un submarino prácticamente hecho a mano. Ese era el gran reto que consiguió la banda Crucero hasta que fue desarticulada la semana pasada en Colombia en una operación de la policía colombiana con la ayuda de la Guardia Civil.

Y no es tarea sencilla puesto que se trata de un vehículo marino autopropulsado fabricado artesanalmente. Precisamente por esa precariedad en su construcción, no aguanta la presión de una inmersión total, por lo que en verdad es un submarino semisumergible. Sobre el mar asoman unos 35 centímetros de buque. Además, para evitar su detección utiliza cámaras térmicas.

Si tiene ‘mérito’ construir un barco de estas características de forma artesanal, casi el mismo mérito tiene navegar en él. El narcosubmarino tiene capacidad para tres personas hacinadas en la cabina. Pero no es cómodo. Al poco espacio del que disponen los narcotransportistas, se suma la precariedad en el aislamiento en la sala de máquina, que hace que el aire contaminado se extienda por toda la embarcación.

Pero cumple su función. Con tres depósitos que acumulan hasta 20.000 litros de combustible, puede transportar hasta 9 metros cúbicos de cocaína a lo largo de unos 8.000 kilómetros de océano Atlántico. Tres toneladas tenía el narcosubmarino de esta organización que fue localizado en 2019 en la ría de Aldán (Pontevedra).