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Es la segunda vez que hay que repetir un juicio contra 'Anboto', que ya acumula cientos de años de condenaEFE

Nuevo varapalo del Supremo al juez De Prada por absolver a la etarra 'Anboto'

El máximo tribunal alega «importantes grietas de motivación» en la sentencia por un atentado contra la comisaría de Oviedo en 1997

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, presidida por el juez Marchena, ha vuelto a dar una bofetada judicial al magistrado de la Audiencia Nacional, José Ricardo de Prada, al anular la sentencia de éste por la que absolvía a la etarra Soledad Iparraguirre ‘Anboto’ de un atentado contra la comisaría de Oviedo en el año 1997. Pedían 71 años de prisión por haber facilitado el explosivo con el que los etarras Kepa Arronategui y Eneko Gogeascoechea atentaron mediante el lanzamiento de granadas que provocó una herida.

La sección tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional, que preside De Prada, consideró que ‘Anboto’ ya había sido condenada en Francia por pertenencia a banda armada como dirigente de la organización terrorista ETA” y a «la preparación de atentados que no se individualizaban, pero que se enmarcan temporalmente», por ello, consideraba el juez que el atentado de Oviedo se encontraba ya en esas condenas francesas.

Sin embargo, el Tribunal Supremo considera que hay «importantes grietas de motivación» y aprecia una «falta de coherencia» en dicho fallo, por lo que encarga al tribunal que juzgó el caso que dicte nueva sentencia valorando las pruebas que excluyó de su primer pronunciamiento entre las que se encontraba un informe de inteligencia de la Guardia Civil y la propia confesión de uno de los etarras que cometió el atentado.

Este es ya el segundo varapalo que recibe el juez De Prada de parte del Supremo. Ya el pasado mes de julio, el mismo tribunal ordenó repetir el juicio contra 'Anboto' por la colocación de un coche bomba frente al polideportivo de Mendizorroza, en Vitoria, por el que quería atentar a los agentes de seguridad de dicho lugar. En aquella ocasión, el juez que firmaba la sentencia era el mismo que esta ocasión, José Ricardo de Prada.