Fundado en 1910

Albares deberá entregar a El Debate la supuesta carta original de Sánchez a Marruecos en la que le cedió el Sáhara

Investigación

Albares deberá entregar a El Debate la supuesta carta original de Sánchez a Marruecos en la que le cedió el Sáhara

Una resolución a favor de El Debate le obliga a desvelar el documento original enviado a Mohamed VI, escrita supuestamente en francés y filtrada por Rabat y en El País

Pedro Sánchez cambió 50 años de posición española en el Sáhara sin el respaldo de nadie, sin el conocimiento aparente del Rey y sin contar con el Congreso ni con la oposición. Fue una decisión personal que España conoció de repente hace un año, por boca, a más inri, de las autoridades marroquíes.

Fue Mohamed VI quien anunció que Marruecos lograba un objetivo histórico y que España cedía en su posición prominente en su antigua colonia, provocando una crisis diplomática con Argelia que aún perdura.

Y lo hizo el Rey marroquí desvelando la supuesta carta que, días antes, le había remitido Pedro Sánchez, el mismo presidente que antes de llegar a ese momento había recibido en España al líder del Frente Polisario y había sido espiado en su teléfono móvil personal.

Pero de esa carta original, clave en el volantazo internacional, nunca se conoció el original, perdido en un extraño laberinto de versiones en dos idiomas, filtraciones interesadas y difusiones extravagantes del receptor sin el conocimiento del autor.

Hasta ahora. Porque el Consejo de Transparencia ha amparado a El Debate, con una resolución de gran calado que obliga a Pedro Sánchez a remitir, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, hasta tres documentos clave para entender la decisión más relevante, unilateral y con efectos secundarios adoptada por el presidente del Gobierno.

Así, este periódico deberá recibir en breve la carta original supuestamente escrita en francés por el Gobierno, la copia oficial de la misma traducida al español y, en una decisión sin precedentes por afectar a un tercero ajeno a la Moncloa, la «copia del documento por el cual se produjo la remisión de dicha carta al periódico El País y fecha en la que se produjo».

La publicación en ese periódico, alineado habitualmente con Sánchez, se produjo el 23 de marzo de 2022, en medio de un gran revuelo tras haberse difundido su contenido por Marruecos unos días antes, en un tono de victoria por la claudicación del Gobierno en el Sáhara.

Sánchez tendrá que revelar al fin la carta remitida a Mohamed VI, su traducción al español y qué conducto usó para filtrársela a El País

Rabat vendió así la decisión de Sánchez de aceptar la postura marroquí en la cuestión, con unos párrafos que provocaron el entusiasmo de Mohamed VI: «Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos, en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo».

El texto, fechado el 14 de marzo de aquel año, se difundió cuatro días después desde Rabat, el 18 de marzo, sin el conocimiento de la Moncloa y sin un pacto aparente, con el evidente fin de Mohamed VI de presentar el acuerdo con un triunfo absoluto.

Cinco días después de ese gesto de Marruecos, inusual en las relaciones internacionales, la carta en cuestión seguía siendo un secreto para las fuerzas parlamentarias y probablemente la propia Casa Real, pese a que el Rey ostenta las atribuciones constitucionales de representar a España ante el mundo. Todos ellos sólo conocieron la versión traducida al español, con erratas y fallos gramaticales, a través de El País.

Resolución

Gana El Debate

Los intentos infructuosos de la oposición de obtener el original remitido supuestamente por Sánchez terminan ahora, tras un largo pulso de El Debate con el Gobierno, finalizado con una resolución del Consejo de Transparencia muy crítica con los retrasos de Sánchez:

«Se aprecia un retraso de casi un mes en el dictado y notificación de la resolución, por lo que procede recordar a la Administración que la observancia del plazo máximo de contestación es un elemento esencial del contenido del derecho constitucional de acceso a la información pública», reza literalmente el documento, con serie R-0779-2022/100-007320, firmado por el propio presidente del órgano, José Luis Álvarez.

La resolución también derriba las excusas ofrecidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores a este periódico para negarle el acceso a la documentación oficial del viraje en el Sáhara, sustentadas en lo delicado de su contenido y en las consecuencias diplomáticas que pudiera tener su difusión:

«Se trata de una petición de documentos de este Ministerio (o de otros Ministerios), relacionados con la toma de decisiones en materia de política exterior. Cabe incidir además en el carácter reservado de estos documentos que se justifica por la necesidad de evitar el perjuicio en las relaciones exteriores y la confidencialidad en la toma de decisiones políticas. Observemos que en este tipo de documentos se reflejan valoraciones y posiciones políticas sobre la situación de otros países, cuya eventual publicidad provocaría reacciones en terceros países, y podría poner en riesgo la relación bilateral con los gobiernos extranjeros. Por todo ello, se considera que el carácter reservado de estos documentos está justificado», alegó Asuntos Exteriores el pasado mes de agosto para intentar frenar a este periódico.

Tirón de orejas a Sánchez

La respuesta a ese intento de bloqueo del Gobierno también ha sido elocuente: «Esa modulación o restricción del ejercicio del derecho de acceso a la información no resulta aplicable a la carta de referencia en la medida en que se ha publicado ya su contenido íntegro en diversos medios de comunicación. Al ser de conocimiento público no se desvelan los concretos términos de estrategias y relaciones exteriores (…) por lo que (…) la reclamación debe ser estimada».

Es decir, el mismo Gobierno que permitió que la carta se difundiera primero desde Marruecos y después en un periódico próximo y generó con ello una tormenta con Argelia, pretendió apelar al carácter reservado de ese texto para ahorrarle a todas las instituciones y a la opinión pública los detalles que él mismo filtró o consintió que Rabat filtrara. Y no le han dejado.

El procedimiento por el que El Debate deberá recibir copia de todas las cartas y del conducto utilizado para trasladársela a El País comenzó el 15 de junio de 2022 e impone al Gobierno la obligación de remitirle toda la documentación en diez días hábiles. Es decir, de manera inminente.

Sánchez dio un volantazo tras ser espiado, marginó al Rey Felipe y claudicó ante Marruecos sin contar con el Congreso

Cuando se atiendan las órdenes, se podrá comprobar dónde se redactaron las cartas, quiénes fueron los autores y cómo se explica el misterioso desajuste entre versiones, idiomas, plazos y conductos para darlas a conocer, lo que incluso estimuló el rumor, sin constatar, de que el verdadero autor original fue Marruecos y luego España la hizo suya.

Todo ello ocurrió apenas unos meses después de que Sánchez desafiara a Marruecos al consentir la llegada a España del «enemigo público número 1» de Rabat, Brahim Ghali, y de que el propio presidente del Gobierno fuera espiado por un tercero, con la sospecha no confirmada pero tampoco desmentida que señala a los servicios de la Inteligencia magrebí.

Tras ambos hechos y una invasión por la valla de Melilla, Sánchez dio su brazo a torcer y se «rindió» en la cuestión del Sáhara, sin tratar el asunto oficialmente con Felipe VI, sin contar con el respaldo del Parlamento y sin ninguna contraprestación formal en clave de respeto a las fronteras españolas en Ceuta y Melilla.