El Gobierno incumple la ley y se niega a entregar la carta de Sánchez a Mohamed VI
Sánchez se salta la resolución formal que le obliga a enseñar la misiva original y cómo se la filtró a El País
El Gobierno se ha saltado la ley y, en otra decisión que ahonda en la misteriosa relación de Pedro Sánchez con Mohamed VI, ha decidido incumplir las órdenes que le obligaban a entregar a El Debate la carta original supuestamente remitida a Rabat en la que anunciaba la cesión de la posición española en el Sáhara.
La resolución R-0779-2022/100-007320, firmada por el presidente del Consejo de Transparencia, José Luis Álvarez, imponía al Ministerio de Asuntos Exteriores la obligación de remitir a este periódico hasta tres documentos clave para reconstruir los pasos de Sánchez, que en un año pasó de recibir clandestinamente al líder del Frente Polisario, enemigo declarado de Rabat, a subordinarse a Mohamed VI en el protectorado español, con el extraño episodio del espionaje al móvil del presidente entre ambos.
«Copia del original de la carta remitida en francés tal cual fue enviada y fecha de la remisión. Copia de la transcripción realizada al español de la misma. Copia del documento por el cual se produjo la remisión de dicha carta al periódico El País y fecha en la que se produjo», reza literalmente la resolución oficial, un documento de siete páginas con instrucciones tan claras como desatendidas.
La desobediencia del Gobierno coincide con el silencio del propio Pedro Sánchez a las reiteradas preguntas de buena parte del Congreso sobre este asunto, todas ignoradas: no quiso aclarar si destituyó a la entonces ministra de Exteriores para congraciarse con Marruecos, ni tampoco, entre otros asuntos, los detalles del espionaje que sufrió o las razones de volantazo en el Sáhara.
Según la defensa jurídica de El Debate en este procedimiento, «ya hemos instado del Consejo de Transparencia para que este reclame al Gobierno el cumplimiento de lo mandado. Cabe la posibilidad de que el Gobierno lo recurra ante los tribunales, tal y como ya hizo Sánchez con el uso del Falcon», añaden.
Y recalcan la falta de transparencia del mismo y la desobediencia en la que se incurre porque «creen que es más fácil ignorar resoluciones firmes y ejecutivas que ir a los juzgados a impugnarlas, como el resto de los mortales se ve obligado a hacer».
Sánchez ha preferido incumplir la ley que dar detalles sobre su misteriosa carta a Mohamed VI por el Sáhara
La carta que ahora esconde, saltándose la legalidad, es clave para entender el episodio más relevante de la agenda internacional de Sánchez, que ha quebrado la relación con Argelia sin haber conseguido siquiera un respeto formal de Marruecos a las fronteras españolas en Ceuta y Melilla.
Si en un primer momento Moncloa se amparaba en el carácter reservado de los documentos a cuya entrega ha sido condenado, porque en otro caso las relaciones con el Reino de Marruecos podrían ser perjudicadas, a pesar de que a la vez se manifestaba que la cata era de conocimiento público, como recalca en su resolución el Consejo de Transparencia por la que ampara a El Debate, en fase de alegaciones «en este procedimiento el Departamento ministerial», refiriéndose a Exteriores, «no ha efectuado alegación alguna».
La misteriosa actitud de Sánchez
Porque el contenido de esa supuesta carta, cuyo original se niega a entregar, fue difundido por Marruecos antes que por España, que la conoció días después de esa filtración desde Rabat por otra del Gobierno al diario El País.
Se desconocen las razones para desvelar el original de una carta que, en su versión en francés y en español, son en teoría de dominio público, pero ahondan en la sospecha de que quizá no sean la misma o en realidad se elaboraran desde Marruecos, dos hipótesis sin confirmar pero alimentadas por la extraña opacidad de José Manuel Albares, llegado precisamente a Exteriores coincidiendo con el volantazo en el Sáhara.
Lo que sí está claro es que la pleitesía del Gobierno hacia Rabat le da puntos ante Joe Biden, que hace apenas un mes reiteró, a través del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, su pleno respaldo a los planes de Mohamed VI para el Sáhara. Y en premio al alineamiento español con esa posición, recibirá a Sánchez en la Casa Blanca el próximo 12 de mayo.
El unilateralismo de Sánchez en la cuestión marroquí ha ido hasta el punto de ignorar al Congreso, no despachar formalmente con el Rey Felipe una materia clave para el Estado y, ahora, incumplir resoluciones e ignorar las preguntas en el Parlamento de todos los grupos de la oposición y de sus propios aliados.
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, resumió con la expresión de «nebulosa» toda la extraña secuencia seguida por Sánchez en relación al país vecino, y dejó en el aire la pregunta que desde hace casi un año también se niega responder: «¿Su postura con respecto a Marruecos tiene que ver con la información robada de su teléfono móvil?».