El día en el que Ministerio de Igualdad, el de Interior y el de Justicia dejaron tirada a Fayna Bethencourt

En los anuncios del Ministerio de Igualdad de la ministra Irene Montero se les llena la boca con eslóganes como estos: «La violencia machista la paramos unidas. Estamos contigo. Todo saldrá bien». Fayna Bethencourt, exconcursante de Gran Hermano y víctima denuncia que no es así. Para entender su situación de indefensión hay que recordar su expareja y padre sus hijos, Carlos Navarro, alias 'El Yoyas', fue condenado a casi seis años de prisión como autor de siete delitos de maltrato, lesiones, amenazas y vejaciones, seis de ellos consumados contra quien hoy es su exmujer y sus dos pequeños, y otro perpetrado contra la actual pareja de Fayna.

Le dieron hasta el 14 de noviembre de 2022 para ingresar en prisión de forma voluntaria: se escapó. Nadie sabe dónde está salvo los que le protegen y le dan cobertura. Mientras las fuerzas del orden son incapaces de localizarle, ponerle las esposas y enviarle a prisión a cumplir su sentencia firme. Él, sin embargo, a pesar de estar huido sigue haciendo declaraciones, por ejemplo al Telégrafo: «Se ha cometido una injusticia y mi conciencia no me lo permite. Mi conciencia no me permite estar encerrado por algo que no he hecho, por tanto, quiero vivir con mi conciencia tranquila. Y aunque esté malviviendo, prefiero estar así, que no cumpliendo una condena injustamente Es tan sencillo como eso».

Carlos Navarro trata de justificarse y reivindica su inocencia, a pesar de la sentencia en firme contra él: «Como la pillo y no sabe qué hacer y como no sabe cómo justificárselo a sus hijos y vete a saber a quién, pues la tía se inventa toda esta p*** mierda y me destroza la p*** vida. Me la ha destrozado denunciando unos hechos en 2018, supuestamente acaecidos en 2013. Soy una víctima, no sólo de una mala mujer sino de un sistema que no funciona».

Fayna ha decidido no morderse la lengua más: «Se vuelve a retratar a sí mismo. Estoy indignada. La justicia lo ha declarado culpable, él sabe que es culpable, pero fue tan cobarde como para maltratarme y es tan cobarde que no se va a entregar. Él tiene que hacer frente a la justicia, eso es lo que tiene que hacer y dejar de seguir ejerciendo violencia contra mí en la distancia. Sigue haciéndolo con sus declaraciones y lo peor es que se lo permiten»

La que fuera pareja de 'El Yoyas' se indigna al escucharle: «Él es la víctima y me vuelve a llamar mala mujer, ¿qué es lo que considera que es buena mujer? Se retrata cada vez que habla. La ley ha dictaminado que es culpable y yo no soy un muñeco, soy una persona de carne y hueso y ese hombre nos ha maltratado y a día de hoy sigue escondido, con una condena en firme, y yo no veo que nadie haga nada al respecto. No me veo amparada por la justicia. A mí me dijeron que lo estaban buscando hace unos meses, fue antes de Navidad, estamos en el mes de mayo y todavía nadie lo ha encontrado. Sigue saliendo en los medios que le dan cobertura y se comunican con él y le dan voz a un fugitivo. ¿Qué está pasando? ¿Por qué nos dicen a las mujeres que sufrimos malos tratos que estamos protegidas? Es mentira. Yo a día de hoy no estoy protegida. Y si este individuo sigue escondido riéndose de la ley, de mí y de todos. En el 2027 prescribirá su pena y saldrá libre. Y si a mí me pasa algo, ¿quién se va a hacer responsable? Es que ya está bien. Desde aquí le pido le pido al Ministerio de Interior, al de Justicia y al de Igualdad que me escuchen, que ya está bien, que en este país llamado España se le está dando voz a un criminal fugitivo y nadie hace nada. Carlos Navarro sigue en libertad. No soy un muñeco, soy una mujer de carne y hueso que tiene miedo y sufre. Necesito ayuda. Me sigue maltratando en la distancia y las instituciones no me protegen. Así somos muchas».

Carlos, por su parte, trata de explicar que los periodistas hacen mal yéndole a buscar a casa de sus padres: «Mis padres están hartos de que estén acosándoles en la puerta de su casa, pero no entiende la gente que sería muy tonto meterme en una ratonera y que me acorralen y no poder salir. Nadie se ha puesto a pensar en que cabe la posibilidad de que yo ya no esté en ese p*** país. Que dejen en paz a mis padres. Yo no voy a aparecer». Fayna tiene claro que miente: «Evidentemente no se ha ido. Todo lo que dice es mentira, miente más que respira: sigue en España. Estamos sufriendo mi entorno y yo. Y no voy a llorar más por lo menos delante de una cámara. Entrégate, cobarde. Confío en que te sacarán de donde estás».