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El presidente de Vox, Santiago Abascal, participa en un acto público de presentación de los candidatos de Madrid para las elecciones

El presidente de Vox, Santiago Abascal, en la presentación de candidatos de Madrid para el 28-MEFE/ Mariscal

Elecciones 28-M

Vox mantendrá su presión al PP en la campaña para cambiar las políticas: «Nuestros votantes quieren esto»

«El que nos vote que sepa que su confianza va a ser defendida y empleada para defender sus principios, no para dar un cheque en blanco a nadie», defendió Santiago Abascal a tres semanas del 28-M

El mensaje que lanzó Santiago Abascal el pasado viernes durante la presentación de candidatos en Madrid dirigido al Partido Popular fue toda una declaración de intenciones a las puertas de iniciar la campaña electoral. «Nos hemos portado demasiado bien. Hasta aquí hemos llegado», afirmó entre aplausos del auditorio.

El líder de Vox lanzó una advertencia a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez-Almeida que se hizo extensiva al resto de dirigentes populares de cara a futuros pactos tras el 28 de mayo: «No somos el coche escoba de nadie». Su única fidelidad, explicó Abascal, a sus principios y a sus votantes, «a nada y a nadie más».

Semanas antes de acabar la legislatura en la Asamblea de Madrid, el presidente de Vox, como hizo su portavoz en la región, Rocío Monasterio, ya avisó, en el momento en que se debatía la reforma fiscal para inversores extranjeros del Gobierno madrileño, que no aceptarían ningún 'trágala' y que ninguna presión política ni mediática les movería de su rechazo a esta medida si no se aplicaba también al resto de madrileños.

En efecto, su 'no' llegó hasta el final, desencadenando, tras meses de tensión con el PP en Madrid, una ruptura escenificada por Díaz Ayuso con quien hasta hace no mucho había sido su socio preferente. Hasta la negociación, fallida, de los presupuestos regionales, Vox había dado su apoyo a más de veinte leyes y, antes de todo, sus votos habían facilitado las dos investiduras de la presidenta madrileña.

Hubo quien pensó que la decisión de Monasterio de tumbar los presupuestos ante la negativa del Gobierno autonómico de aceptar sus enmiendas y apelando al respeto a sus votantes podría suponer un punto de inflexión, no muy positivo, para Vox en Madrid.

Sin embargo, hasta la fecha, y pese a que los sondeos sitúan a Ayuso, si no alcanzándola, rozando la mayoría absoluta, el partido de Abascal se mantiene estable. En el consistorio, y con una tensión que viene de más atrás entre Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith, sucede algo parecido, incluso, según las encuestas, el segundo podría subir un escaño.

Así, fuentes de Vox trasladan que esta actitud de exigir al PP cambiar las políticas, como puede ser la derogación de la ley trans o cerrar los centros de menas, y no dar su apoyo gratis es bien acogida por sus votantes. «Nuestros votantes quieren esto. Nos dicen que este es el camino», aseguran.

«El que nos vote que sepa que su confianza va a ser defendida y va a ser empleada para defender sus principios, no para dar un cheque en blanco absolutamente a nadie», afirmó con rotundidad Santiago Abascal en el acto de Madrid, reprochando a los populares el «chantaje» de recriminarles que se alíen con la izquierda al no apoyar algunas de sus propuestas.

Vox ya ha trasladado hasta la fecha que aspiran a repetir el modelo de Castilla y León en otras regiones, y en varias de ellas los sondeos ponen encima de la mesa la posibilidad de que pueda ser así, como en la Comunidad Valenciana, en Baleares o en Castilla-La Mancha.

No obstante, como vienen criticando a raíz de las declaraciones de varios dirigentes de la formación de Alberto Núñez Feijóo, desde Bambú, al considerar que hay 17 PPs diferentes, señalan que «es imposible hacer un análisis sobre lo que pueda pasar» tras el 28 de mayo, algo que también han apuntado candidatos de Vox en sus entrevistas con El Debate.

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