Asesino múltiple
Alerta máxima en la prisión de Valdemoro ante la inminente llegada de Igor el ruso
Norbert Feher cumple prisión permanente revisable por el triple crimen cometido en Andorra, Teruel, contra dos guardias civiles y un ganadero
Su paso por diferentes cárceles españolas se ha caracterizado por múltiples agresiones pese a estar en un módulo de aislamiento
El exmilitar Norbert Feher siembra el pánico allá donde va. Más conocido por su alias, Igor el ruso, este asesino múltiple recalará de manera inmediata en el Centro Penitenciario de Madrid III, en Valdemoro, en la que será su séptima cárcel española desde que ingresara por primera vez a finales de 2017. Condenado a prisión permanente revisable por el triple crimen de Andorra, su paso por los penales de Teruel, Zuera (Zaragoza), Texeiro (La Coruña), La Moraleja (Dueñas, Palencia) A Lama (Pontevedra) y Estremera (Madrid) se ha caracterizado por violentas agresiones a funcionarios de prisiones. Y ello pese a que en todas ellas ha estado recluido en el módulo de aislamiento.
En su próximo destino, donde recalará durante a tarde de este sábado, los trabajadores están en alerta máxima y el sindicato CSIF ya ha pedido que se extremen las medidas de seguridad ante la llegada de este interno de «especial seguimiento», dado que estamos ante un preso que está considerado como «uno de los más peligrosos de las cárceles españolas» y esta prisión, según la sección de Prisiones del sindicato no tiene un aislamiento tan moderno como Estremera y los funcionarios no cuentan con la condición de agente de la autoridad ni se les forma para situaciones a las que se van a enfrentar esta tarde».
En Madrid III le esperan siete funcionarios que, siguiendo las instrucciones del director y subdirector de Seguridad y la Jefatura de servicios, lo trasladarán directamente al departamento de aislamiento. Un trámite que, dado el historial de Igor –de nacionalidad serbia, pero que combatió con el Ejército ruso en la segunda guerra de Chechenia– no parece nada sencillo. En Zuera, por ejemplo, cada vez que tenía que salir de su celda lo acompañaban cinco funcionarios. En La Moraleja, cuando lo liberaron de su encierro para trasladarlo al Centro Penitenciario de Zaragoza, atacó con un azulejo que tenía escondido a un funcionario, clavándoselo en un costado. El chaleco de protección le protegió de daños mayores, pero Feher tuvo tiempo todavía para herir de diversa consideración a los otro cuatro funcionarios lanzándoles puñetazos y patadas.
Corrieron la misma suerte los trabajadores de Dueñas cuando se le iba a trasladar por motivo del inicio de su juicio por el asesinato de dos guardias civiles y un ganadero en Teruel, señalaron en 2021 desde CSIF en un comunicado. «En esta ocasión, el interno propinó puñetazos en la cara al jefe del servicio, provocándole una hemorragia nasal, y afectando al tabique nasal y a alguna pieza dental. Al reducir al preso, otros dos funcionarios fueron golpeados», explicaron entonces desde el sindicato, desde el que llevan años pidiendo que se les otorgue la condición de agente de la autoridad.
Un amplio historial criminal
Más allá de su participación en el conflicto en la región rusa de Chechenia como miembro de las unidades especiales, su historia criminal es amplia y está marcada por el asesinato. Huyó de su país natal rumbo a Italia en 2006 al ser buscado por las autoridades por robo y violencia sexual. En el país transalpino, lejos de enderezar su vida, sembró el pánico en la región de Emilia-Romaña, donde mató al dueño de un bar y a un guardia provincial. Tras salir de la cárcel por estos hechos huyó del país dejando un reguero de sangre: asesinó al propietario de otro bar y mató a un guardia forestal e hirió de gravedad a otro.
Ya en España, tras cruzar ocho países y haber utilizado 18 identidades diferentes, cometería el 14 de diciembre de 2017 los crímenes por lo que cumple la pena máxima recogida por el Código Penal en nuestro país, la prisión permanente revisable. El 5 de diciembre asaltó una granja en el pueblo de Albalate del Arzobispo, en Teruel, y, al ser descubierto por el dueño y un cerrajero hirió a ambos. Después llegó al municipio de Andorra, en la misma provincia, donde mató a tiros nueve días después al ganadero José Luis Iranzo Alquézar, de 39 años y a los agentes de la Guardia Civil Víctor Romero Pérez, de 30 años, y Víctor Jesús Caballero Espinosa, de 38.
Finalmente fue detenido en su fuga, al resultar herido y quedar inconsciente en un accidente de tráfico. En mayo de 2022, el Tribunal Supremo confirmó la prisión permanente revisable para un asesino que, pese a estar encarcelado, no ha dejado en ningún momento de ser un peligro público.